OPUS MAGNUM. Cuaderno de notas de José Rodríguez-Guerrero |
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Una última actualización para 2009. Hace casi una semana que no para de llover y no puedo negar que empiezo a aburrirme de la situación. Tanto tiempo encerrado en casa da para dedicar algún ratillo a la revista, y las actualizaciones están siendo las más beneficiadas. Hoy le he dado otro repaso a la biblioteca, con 46 nuevos enlaces, que completan más de 100 en apenas quince días. La verdad es que tengo mucho material acumulado que no he ido sacando por falta de tiempo. Calculo que tengo localizados otros 400 documentos para la biblioteca y unos 250 para la página de artículos. Iré buscando ratos sueltos para poder editarlos y publicarlos. Espero que me ayude en esto mi Ipod Touch. Elena me lo regaló hace tiempo, porque sabe que soy un fanático de la música, pero ahora lo estoy empezando a sacar partido como micro-ordenador portátil. Me he descargado una aplicación que permite editar en html desde esta pequeña maravilla, así que los trabajos más aburridos y simples, como dar formato al texto, o rellenar datos bibliográficos, los puedo hacer en ratos perdidos, en cualquier sitio.
Recomiendo a los visitantes de Azogue que repasen bien las últimas actualizaciones. Si la del día 15 mostraba documentos espectaculares, la de hoy no se queda atrás. Los enlaces a los manuscritos nos llevan a fuentes tan interesantes como dispersas: Kraków, Lund, Leipzig, Freiburg, Cambridge, Berlín. Los de la Universitätsbibliothek de Desden nos traen tratados fascinantes desde el punto de vista de la iconografía alquímica. Los polacos me han llamado la atención por las interesantes versiones de textos medievales que tienen. Otro tanto puedo decir de los de Cambridge, que incluso cuentan con un escrito de origen catalán (Corpus Christi College, MS 395). Los códices de Heidelberg son tantos, y tan variados, que dan para tocar todo tipo de aplicaciones de la alquimia, tanto en el terreno teórico como en el práctico, no obstante me quedo ahora con un detalle que paso a explicar. La última vez que hablé con Mar Rey me comentó su teoría de que las técnicas de laboratorio propias de los alquimistas, a saber, destilaciones, sublimaciones, fermentaciones, etc., eran dominadas a nivel doméstico por las mujeres. Muchas de ellas eran amas de casa que guardaban sus conocimientos en el plano privado, mientras que otras vendían sus productos al estilo de las títpicas alcahuetas. Mar me comentó que su figura era muy popular en los siglos XV al XVII y me puso como ejemplo el caso del personaje de la Celestina que, según describe el propio Fernando de Rojas, tenía todo un laboratorio montado en su residencia: “En su casa hazía perfumes, falsaua estoraques, menjuy, animes, ambar, algalia, polvillos, almizcles, mosquetes. Tenía vna cámara llena de alambiques, de redomillas, de barrilejos de vidrio, de corambre, de estaño, hechos de mil faciones; hazía soliman, afeyte cozido, argentadas, bujelladas, cerillas, lanillas, unturillas, lustres, lucentores, clarimientes, alualinos; e otras aguas de rostro, de rasuras, de gamones, de corteza de espantalobos, de teraguncia, de hieles, de agraz, de modo destillados e açucarados. Adelgazaua los cueros con çumos de limones, con turuino, «con tuétano de corço e de garça e otras confaciones. Sacaua agua para oler, de rosas, de azahar, de jazmin, de trébol, de madreselua e clauellinas mosquatadas e almizcladas, poluorizadas con vino; hazía lexias para enruuiar, de sermientos, de carrasca, de centeno, de marrumos, con salitres, con alumbre e millifolia, e otras diversas cosas. E los vntos e mantecas que tenía, es hastio de dezir: de vaca, de osso, de cauallos e de camellos, de culebra e de conejo, de vallena, de garça, de alcarauan e de gamo, e de gato montés, e de texon, de harda, de herizo, de nutria. Aparejos para baño, esto es, una maravilla; de las yervas e rayces que tenía en el techo de su casa colgadas: mançanilla e romero, maluaviscos, culantrillo, coronillas, flor de sauco y de mostaza, spliego e laurel blanco, tortarosa e gramonilla, flor salvaje e higueruela, pico de oro e hoja tinta. Los azeytes que sacaua para el rostro, no es cosa de creer: de storaque e de jazmin, de limon, de pepitas, de violetas, de menjuy, de alfócigos, de piñones, de granillo de açofeyfos, de neguilla, de altramuces, de aruejas y de carillas e de yerva paxarera” (Acto I). Según he podido comprobar personalmente, los archivos estatales de España, Portugal e Italia están repletos de noticias relativas a este tipo de mujeres. Paracelso, por citar un caso, cuenta que aprendió a elaborar las medicinas más eficaces y las técnicas de laboratorio más ajustadas de las alcahuetas, villanas y brujas curanderas que se topó por Europa durante su viaje de estudios. Así pues, visto el gran número de libros de recetas que hay en la Universitätsbibliothek de Heidelberg, me pregunté si habría alguno con rúbrica femenina, y la verdad es que aparecen muchos nombres: Katharina von Pfalz-Simmern, Katharina von Schwarzburg-Blankenburg, Dorothea Susanne von Sachsen-Weimar, Regina David Zangenmeister, Dorothea von Mansfeld-Vorderort, Elisabeth von Pfalz-Lautern, Anna von Hohenlohe-Neuenstein, Kunigunde Jakoba von Nassau-Dillenburg, Helene von Hanau-Münzenberg, Juliana von Nassau-Dillenburg... Conste que no firman recetas sueltas, sino manuscritos enteros, algunas de ellas incluso varios códices de más de 200 folios. Se ha escrito algo sobre peripecias concretas de mujeres implicadas en las prácticas alquímicas, pero muchos son casos exóticos y no tan al pie de la calle como los que denotan los manuscritos heidelbergenses. Algunas son poco conocidas, como Marie Meurdrac, autora de La Chymie charitable et facile, en faveur des dames; Sabine Stuart de Chevalier, a la que se atribuye el Discours philosophique sur les trois principes, Animal, Végétal et Minéral, o Rebecca Vaughan, redactora junto a su marido Thomas del recetario Aqua Vitæ: Non Vitis (British Library, MS Sloane 1741). Otras eran mujeres de renombre por razones políticas o intelectuales, por ejemplo Barbara de Celje (ca.1390-1451), Emperatriz consorte del Sacro Imperio Romano; la reina Cristina de Suecia (1626-1689); o la filósofa Margaret Cavendish (1623-1673). Unas pocas afortunadas están empezando a conocerse al más, como Sophie Brahe (1556-1643), hermana del famosísimo astrónomo Tycho Brahe, que tenía su propio laboratorio y jardín de simples; o Katherine Boyle Jones (1615-1691), la hermana de Robert Boyle, cuya obra alquímica está siendo estudiada actualmente por Michelle DiMeo. Todo estos casos son muy interesantes, no obstante el estudio de las mujeres y sus laboratorios caseros a nivel doméstico, diário y a pie de calle, está todavía por hacer, y me parece que los datos que revelaría harían caer muchos mitos sobre la historia de la ciencia en la Edad Moderna. * ¿Quieres hacer un comentario a esta noticia? Envía un correo con tu comentario y el nombre de la noticia en el campo de “Asunto”. Comentarios (0)
Pax tibi Marce, evangelista meus
(IV). La Biblioteca Marciana de Venecia conserva muchos documentos relacionados con la alquimia. No en vano, la ciudad de los canales fue uno de los enclaves comerciales del libro por antonomasia. Tenía muchos impresores, como Aldo Manuzio, Gabriele Giolito, Giorgio Rusconi, los hermanos da Sabbio o Vincenzo Valgrisi, que estampaban más de la mitad de los textos publicados en toda Italia hasta mediados del siglo XVI. Además, por su estratégica situación geográfica atraía buena parte del mercado de manuscritos entre Europa Oriental, Central y Occidental. Por citar un ejemplo que tenga que ver con la alquimia y con España, el Archivo General de Simancas cuarda un listado de veinticinco códices de alquimia (Estado, legajo 1506), adquiridos en 1572 por el embajador español Guzmán de Silva al librero Vincenzo Valgris y a un tal Daniel Ulstath. Los códices fueron enviados a la Librería Laurentina que Felipe II estaba preparando en San Lorenzo de El Escorial. La lista incluye básicamente obras de origen medieval. He aquí su reprodución y trascripción:
Libri de arte magna, que Alchimia dicitur: -
Líber lapidarii, qui dicitur practica lapidum, Raymundus Lullius de
lapide Phylosophorum Casi todos los tratados son fácilmente reconocibles por cualquier especialista en el tema. Me gustaría hablar de cada uno de ellos, pero como no tengo tiempo, me conformaré con colocar un fragmento de uno que, a día de hoy, resulta bastante desconocido para los aficionados a la alquimia. Se trata de Cristoforo Parisiense, un alquimista de la segunda mitad del siglo XV, cuyas obras llegaron a alcanzar en la centuria siguiente un prestigio sólo comparable con el de los textos seudo-Lulianos y seudo-Arnaldianos. Su fama se fue diluyendo con el paso de los siglos en favor de nuevas “vedettes filosofales” tipo Ireneo Filaleta, Basilio Valentino, Bernardo “El Trevisano” o Jean d'Espagnet. Cristoforo era un alquimista italiano, romano probablemente, que tenía una estrecha relación con varios alquimistas venecianos y padovanos, con los que intercambió varias epístolas herméticas y a los que dedicó algunos de sus tratados. Voy a colocar aquí una cita de su Cithera seu violetta artis transmutationis metallorum, fechada en 1474. El autor nos desglosa los impedimentos más importantes que un alquimista va a encontrar su camino. Algunos de ellos vienen muy bien para valorar en su justa medida la mayoría de los contenidos sobre alquimia que se pueden encontrar hoy en Internet: la vanagloria, la prisa, la moda, la tontería, la payasada y, sobre todo, la obstinación en un absurdo. Capítulo IV. Por razón natural no es posible alcanzar este arte cuando el artista es pobre y no tiene el sutento necesario; sobre lo cual dice Alberto Magno en su Semita recta que nadie se entremeta en las operaciones químicas, al menos que tenga para gastar durante dos años; y Géber que este arte bendito es enemigo de los pobres, porque no tienen dineros con qué poder experimentarla. Capítulo V. Este impedimento se entiende cuando el artista es vanaglorioso, y por jactarse, y por alabarse para que le tengan por hombre docto y sabio, hace algunas demostraciones de su arte; y debajo de esto hace mil embustes, mintiendo, y engañando a los unos y a los otros. Luego los falsos amigos o parientes se le allegan, y le ofrecen hacienda, vida y su alma a fin de granjeárselo por amigo. Todo lo cual procede de un falso doblez que da gran pena, fingiendo todos ellos de tener para con el artista mucho amor, y verdadera fe, y caridad, la cual no es otra cosa sino un fingido y doblado amor, sin fe, ni amistad verdadera, sólo por el interés. Por este motivo dije remota caussa remonetum netum et effectu, porque cuando esos falsos parientes y amigos entienden que las cosas no suceden tan prosperas y con la brevedad que ellos demandan, van difamando al artista y tildándolo de falsario y loco, o de otras ignominiosas palabras que de continuo le estan deshonrando, de manera que el artista pierde la esperanza y se le caen las fuerzas, el brio y el ánimo, y se viene a acongojar. Tal hecho proviene de quienes supusieron que la obra tendría efecto, pero que ahora, por el trabajo, se sienten deshonrados, sin razón, como desesperados por una obra que han empezado con un marcado impedimento. Hijo mio, aprende que siendo de esta manera viene aquel artista a perder en un mismo momento el trabajo, el tiempo dedicado y el dinero empleado. Así le sucedió aquí a un joven, el cual tenía fama de laborar en este magisterio, y que habia ya dejado de trabajar en una obra empezada hacía mucho tiempo; mas como lo animé, y ayudé, esforzándole para que no dejase lo que había empezado, prosiguió en su obra, y habiendo seguido mi consejo, continuó trabajando en ella, y con la ayuda de Dios alcanzó su deseado fin, el fruto de la obra, la medicina. Por esto, hijo mio, mandamos y aconsejamos que continuéis y prosigáis vuestra obra. [...]
Capítulo VI. Capítulo VII.
El quinto
impedimento es cuando el artista se rige por el parecer de otros
artistas, en el cual numero hallamos entre las otras cosas ser de tres
suertes de artistas peligrosísimos. * ¿Quieres hacer un comentario a esta noticia? Envía un correo con tu comentario y el nombre de la noticia en el campo de “Asunto”. Comentarios (0)
Feliz Navidad. La última actualización de Azogue viene con un regalo navideño. Se trata de un total de sesenta nuevos enlaces en nuestra Biblioteca, que dan acceso a otros tantos manuscritos de alquimia. Destacan las reproducciones de buena parte de la Colección Manly Palmer Hall, costeadas por el J. Paul Getty Trust, hospedadas por el proyecto InternetArchive.org y que salen por primera vez a la luz desde nuestra revista. La colección completa consta de 243 manuscritos fechados entre 1500 y 1825. Van encuadernados en 68 volúmenes y catalogados en 45 cajas, de las que ya se han digitalizado 24. El conjunto fue reunido por el esoterista norteamericano Manly Palmer Hall (1901-1990) y contiene textos sobre alquimia, hermetismo, movimiento rosacruz y masonería. Destacan por su valor: una versión del Ripley Scroll ricamente ilustrada; un manuscrito francés del siglo XVII con una versión de la célebre Atalanta Fugiens de Michael Maier; un manuscrito rosacruz escrito durante el siglo XVIII en idioma "alemán de Pensilvania", con diseños cosmológicos y abundante simbología; finalmente dos manuscritos masónicos de forma triangular. El total de manuscritos reunido por Manly P. Hall incluye también dos colecciones menores. La primera es la Colección Cagliostro, reunida por Giuseppe Balsamo (1743-1795), más concido como “Conde Alessandro di Cagliostro”. Está compuesta por treinta manuscritos encuadernados en un mismo volumen para facilitar su manejo. La segunda es la Colección Bacstrom, reunida entre 1790 y 1810 por el cirujano Sigismund Bacstrom y formada por docenas de manuscritos encuadernados en 19 volúmenes. La Manly Palmer Hall Collection fue adquirida por el Getty Research Institute de Santa Mónica (California) en junio 1995 e inventariada tres años después. Hoy está a disposición de cualquier investigador que quiera consultarla. Espero que la disfrutéis. Coloco aquí algunas imágenes que he escogido al azar de varios de sus manuscritos.
Aprovecho ya este lluvioso miércoles para felicitar la Navidad a todos los lectores de Azogue. ¡Felices Fiestas a todos! * ¿Quieres hacer un comentario a esta noticia? Envía un correo con tu comentario y el nombre de la noticia en el campo de “Asunto”. Comentarios (0)
Sociedad Española de Historia de la Alquimia. La idea de una sociedad independiente, constituida por individuos libres, amantes de la sabiduría al estilo de los verdaderos filósofos (φιλόσοφος), y reunidos sin otro objetivo que el disfrutar con la adquisición y divulgación de nuevos conocimientos, ha estado en el imaginario de los alquimistas durante siglos. El médico, astrónomo y matemático Daniel Mögling (1596-1635), como muchos otros hombres de su tiempo, se dejó llevar en su Speculum sophicum Rhodostauroticum (1618) por los rumores que hablaban de la existencia de una sociedad de este tipo y la proclamó con euforia desde el prólogo de su tratado: “Tampoco puedo evitar revelar el muy deseado Colegio, Albergue o Morada de la célebre Hermandad Rodostaurótica y de su verdadera filosofía, la fidelibus pansophiae studiosis, con el fin de que la Humanidad despierte de su sueño de pecado”. Según nos dice el mismo autor en el capítulo primero: “No pasa un sólo día en Frankfurt, Leipzig y otros lugares bien conocidos, y particularmente en la ciudad de Praga, donde diez, doce o hasta veinte diferentes tipos de personas busquen información interrogando a tratantes de arte, a libreros, impresores, etc., sin mencionar a otras personas de autoridad, que van al encuentro del mencionado Colegio con celo y ansias. Sin embargo, las sociedades falsas los timan y los pierden; hubiera sido mejor callar, antes que verse sometidos a la burla y desventaja en sus tratos públicos. Con el fin de alejar este mal y el infortunio que resulta de él, me he decidido a exponer públicamente, el tan mencionado Colegio y sus estatutos, frente a todo el mundo y a la vista de todos, en varios idiomas, con la intención de prevenir estos terribles errores”.
No llegaré yo a tanto como Mögling, pues ni soy médico, ni matemático; ni astrónomo, ni alquimista; ni pretendo hacer una proclamación políglota, o una gran noticia; porque pocos son mis visitantes, y menos mis lectores. No obstante, me parece oportuno subrayar que contamos ya con una Sociedad Española de Historia de la Alquimia (SEHA), oficialmente inscrita en el Registro General del Ministerio del Interior. Su constitución se debe a la iniciativa de Miguel López Pérez, animada por Mar Rey Bueno, y rubricada por Manuel Castillo Martos, María Luz López Terrada y un servidor. Yo hace tiempo que aprovecho mi cercanía local para conversar siempre que puedo con la parte madrileña de este corro, a la que bombardeo con dudas y copias de material que encuentro y no entiendo. Haced caso pues, ahora, del alquimista Francisco Antonio de Texeda, en su Tratado para la Analysis del Arte de la Alchimia (1727), y no dudéis en: “...conferenciar con personas expertas y que tengan alguna noticia y práctica fundamental de los Dogmas y principios de este Arte, aunque no sean consumados o perfectos Maestros en él”. * ¿Quieres hacer un comentario a esta noticia? Envía un correo con tu comentario y el nombre de la noticia en el campo de “Asunto”. Comentarios (0)
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Acerca de este weblog
Opus magnus es
el nombre que he elegido para encabezar un pequeño cuaderno de notas,
cuyos contenidos están relacionados con el día a día de mi afición a la
alquimia. Incluiré en él una serie de comentarios, redactados todos en
un tono informal, que no tendrían cabida, ni sentido, en un texto
académico. “Reflexionar sobre las palabras de la Sabiduría es un acto perfectamente natural, un acto sutil que la lleva a la perfección. Aquel que le consagre sus vigilias se encontrará bajo su protección”. Anon. (s. XV1) Archivo 2009 2008 Mis Páginas Favoritas
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Alchemy Web Site Sobre el autor Una de mis grandes aficiones es el estudio de los textos alquímicos. En relación a este asunto, me encargo de editar la revista Azogue, y de formar una pequeña biblioteca que pueda servir a otras personas interesadas en la misma materia. Datos del autor (en inglés).
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