OPUS MAGNUM. Cuaderno de notas de José Rodríguez-Guerrero |
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Dicebamus hesterna die... El tiempo pasa volando, y hace ya cuatro meses que no escribo nada en este cuaderno de notas; más aún, hace cuatro meses que no toco la página de Azogue. Mi principal problema es la falta de tiempo. Ahora mismo hay ciertas cuestiones a las que debo prestar más dedicación, de manera que, si tengo que sacrificar algunas cosas, Internet va a ser una de las primeras. La crisis económica, que tanto afecta a toda España, está exigiendo a todo el mundo una especial aplicación en sus puestos de trabajo, y yo no soy una excepción. Son tiempos complicados, con un paro absolutamente descontrolado, que genera casi doscientos mil desempleados por mes. Esta dinámica castastrófica se prolongará durante al menos dos años según dice Michael Reid para The Economist. Aunque la verdad es que su previsión me parece muy optimista, pues no espero ninguna posible solución (si es que llega) en los próximos cinco o seis años. Hablar de dineros aquí no está fuera de contexto porque, como decía ya en la Edad Media el autor del tratado Semita recta (S. XIII2, Inc. Omnis sapientia a domino deo est...), la alquimia es un arte que exige un gasto importante para sus incondicionales, de manera que nadie debería practicarla sin garantizarse con anterioridad su costo material (Véase: Theatrum chemicum, II, 1613, p. 465). El Géber latino hace una recomendación en este sentido dentro de su Summa perfectionis magisterii, en el capítulo titulado Sobre los Inconvenientes en el Ánimo del Artífice. Allí desglosa los vicios a evitar al introducirse en el estudio disciplinado de la alquimia y nos dice que: “..los hay que son esclavos del dinero, que desean esta maravillosa ciencia y la apoyan, pero que tiene reparos en cubrir los gastos necesarios. Por lo tanto, si bien la reconocen e investigan de acuerdo a la razón, no obstante, no afrontan la parte práctica de la obra debido a su avaricia. De ahí que no les lleguen nuestros conocimientos” (Brill, 1991, p. 259). El carmelita catalán Guillem Sedacer (†1382) también se expresa de manera similar en su Sedacina totius artis alkimie: “No dejes de ponerte manos a la obra hasta que obtengas el resultado [...] pues si desde la primera o la segunda tentativa interrumpes tu empresa, fatigado por el trabajo y asustado por el gasto, constatarás que sólo estás expuesto a perder y no a ganar. Así pues, antes de comenzar hace falta reflexionar, y que nadie emprenda nada si no dispone de lo que debe pagar. En este arte es absolutamente necesario conocer esta regla y ser precavido en este aspecto” (Sedacina, S.É.H.A. / Arché, 2002, t. II pp. 30-32). ¡Qué ciertas son las palabras de Sedacer! He conocido a muchísimos aficionados a la alquimia, tan absortos en su estudio, que han terminado arruinados por descuidar sus más elementales obligaciones. La mayoría olvida lo que deberían ser sus principales prioridades: familia, trabajos, amigos, etc. Este comportamiento es tan antiguo como la propia alquimia. Así se ha forjado la imagen típica del “pobre alquimista”, a menudo solitario y desaliñado, que David Teniers hizo popular en sus pinturas del siglo XVII. Una representación muy gráfica, a modo de indigente, aparece en el cuadro El Alquimista de Cornelis Pietersz (1631/2-1664).
El polaco Pieter Symonsz Potter también retrató al amante del arte arruinado por su ciega obsesión. Su mujer le enseña enfadada una bolsa de dinero vacía mientras su hijo, sucio y harapiento, juega con el instrumental del laboratorio.
También debo reconocer que esta falta de actualizaciones en la página de Azogue se debe en buena parte a mi interés por dedicarme a otras cosas dentro de mi estudio de la alquimia. Sinceramente, creo que la gente está sacando poco provecho de los datos he ido metiendo día a día: noticias de nuevos libros, anuncios de conferencias en todo el mundo, publicaciones periódicas, audios y videos disponibles en Internet, información sobre centros académicos, bibliotecas especializadas en alquimia, bibliografías seleccivas, colecciones de enlaces a textos digitalizados, etc. Ahora mismo tengo casi 200 enlaces nuevos a materiales que resultan muy interesantes, bien por ser estudios académicos serios, bien por tratarse de manuscritos o impresos originales completamente digitalizados, que no sé si incluir en las secciones correspondientes de Azogue: biblioteca, artículos, noticias... No sé si incluirlos porque la edición de las páginas electrónicas me quita un tiempo que creo que nadie va a aprovechar. Prefiero emplear esos momentos en cocinar despacio un nuevo número de la revista y a desarrollar a mis aficiones alquímicas particulares. Durante los meses pasados, desde el verano a esta parte, he estado conociendo a gente muy interesante. Asistí a la conferencia de San Lorenzo de El Escorial y la verdad es que saqué una impresión muy positiva. Pude charlar con personas que aprecio pero a las que apenas veo, y conocer a otros investigadores realmente amables en el trato, como a mi me gusta la gente, veáse Marcos Martinón-Torres, Gabriele Ferrario, John Slater, Peter Forshaw, etc. También fue muy agradable comprobar la humildad y sencillez de muchos sabios en estas materias, pienso aquí en William Eamon (al que dí bastante la brasa con mis preguntas), Lawrence Principe, María Portuondo (amabilísima y sencillísima persona) o Didier Kahn (un diccionario enciclopédico de la alquimia con patas). Por supuesto también me encontré con algunos divos y alguna diosa, pero en estos casos es mejor no dar nombres, porque al fin y al cabo no me interesa su personalidad sino sus trabajos. Me quedé con las ganas de conversar con Raimón Arola y Lluisa Vert, aunque espero tener la oportunidad de verlos en otra ocasión. También me hubiera gustado charlar con muchos de los oyentes, como Susana Gómez, David Brafman, Guillermina Martín, Rosa María Stoops, Miguel Álvarez, pero dediqué mis ratos libres a pasear y comer en San Lorenzo de El Escorial con Elena, que vino a visitarme aprovechando las fiestas locales de Madrid. Me alegré mucho al conocer a Adam McLean, porque resultó ser una bellísima persona, y lo animé (en esto me echó una mano Didier Kahn), a ir engordando su excepcional bibliografía de manuscritos alquímicos. Creo que Adam no se daba cuenta del enorme valor que tiene para cualquier investigador su Database of Alchemical Manuscripts. También le comenté lo interesante que sería centrar su colección de impresos titulada Magnum Opus en tratados inéditos, que rescaten de las bibliotecas muchas joyas de la iconografía alquímica sin publicar, al estilo de las The Seven Keys of Honoratus Marinier, las Three Tables of Man o el fascinante Pneumo-Cosmic Manuscript. Toda la conferencia debió su realización al esfuerzo enorme de Miguel López y de Mar Rey, que sacrificaron su tiempo y su dinero particular por amor al arte (nunca mejor dicho). Su ilusión por llevar a cabo un gran evento de este tipo en España no se vió apoyado por ninguna institución nacional, lo que para mí es una verdadera vergüenza. Tampoco es que me extrañe. Sólo el Real Colegio Universitario y la Chemical Heritage Foundation de Philadelphia apostaron por su realización. Al final lograron tener una semana reunida a toda la plana mayor de especialistas en investigación de la alquimia a nivel académico. ¡Qué gozada para los que pudieron aprovechar ese filón! ¡Enhorabuena, Miguel y Mar, por el éxito que habéis tenido! He hecho una pequeña crónica fotográfica para quienes no pudieron asistir. Lo mejor para mí fueron las lecturas de Rafal T. Prinke, Annelies van Gijsen, Didier Kahn y Carlos Gilly, si bien me marché el día 11 a eso de las cuatro de la tarde, con lo que me perdí casi día y medio de exposiciones muy prometedoras a cargo de Hiro Hiari, Lawrence Principe, William Newman y John Slater. * ¿Quieres hacer un comentario a esta noticia? Envía un correo con tu comentario y el nombre de la noticia en el campo de “Asunto”. Comentarios (6)
* Comentario de
Carlos Bartoli
|29.11.08|:
Durante todo este tiempo de silencio, todos los días que he podido
conectarme a Internet he buscado en tu página, por si estaba
actualizada. Me alegro por poder leerte de nuevo. Gracias por continuar.
*
Comentario de
José
Rodríguez-Guerrero
|29.11.08|:
Carlos, gracias por tus amables palabras. Evidentemente
Azogue va a continuar. Esta revista es el reflejo de una de mis
grandes pasiones. Así, si todo va bien, en 2009 habrá nuevo número de la
revista, que es lo que más me interesa cuidar.
No obstante, los proyectos complementarios serán los más afectados por
mi falta de tiempo. No tengo nada claro que interesen mucho y, además,
me toca un poco la moral que últimamente me escriba gente pensando que
yo gano algo con todo esto. La verdad es que es un "embolao" que me
quita mucho tiempo y dinero. Preparar y documentar una página así, sin
apoyo de nadie, cuesta un esfuerzo muy grande que, ahora mismo, no estoy
dispuesto a hacer, más que nada porque no veo que sirva de algo. Mi
estancia en la conferencia del El Escorial fue muy reveladora en este
sentido, porque no encontré a nadie que utilizara estas herramientas.
¿Para qué mantenerlas entonces? No tiene sentido, y más si ando falto de
tiempo. Siempre me ha gustado ser práctico en todo lo que hago y esta no
va a ser una excepción. José Rodríguez
* Comentario de
Iván Elvira
|29.11.08|:
Estimado José, estoy muy contento con que retomes la página. La verdad
es que empezaba a preocuparme, quizás lo consideres exagerado, pero así
es. Por otro lado, con todo el aprecio y la admiración que supongo que
sabes que te tengo, creo que exageras un poco cuando dices que todo el
esfuerzo complementario (números de la revista publicados aparte, me
refiero), no tienen valor para otros investigadores. Ya sabes que
Azogue goza de gran prestigio internacional, y si no es más conocida
y difundida, se debe nada más y nada menos a que está editada en español
y no en inglés. Yo en tu lugar me sentiría muy feliz y satisfecho de
haber emprendido este gran proyecto que es Azogue. No deberías
pensar que es una pérdida de tiempo; todo lo contrario: ayuda a
muchísimos curiosos e investigadores en la materia, y yo mismo cuando
tengo ocasión hago lo propio para promocionarla. De hecho, debido al
enorme y encomiable volumen de información contrastada y fiable que
supone Azogue, considero que si no es la mejor página del mundo en la
materia, al menos ocupa el segundo lugar. Por eso, y no sé si te servirá
de algo viniendo de un simple entusiasta como yo, te animo a continuar
con tu trabajo en la revista, y a no replantearte ni por un momento que
cualquier elemento de la misma carece de valor para la comunidad
investigadora. Es sólo que a veces las cosas van más lentamente de lo
que nos gustaría. Iván.
*
Comentario de
José
Rodríguez-Guerrero
|30.11.08|:
Iván, gracias por el mensaje, pero no te preocupes hombre, que a la
revista le quedan muchos números por delante. Estate bien tranquilo
sobre ese tema. Yo no soy de los que dejen las cosas a medias y sin
avisar a nadie. Simplemente me he visto agobiado por una gran falta de
tiempo. Iré mejorando los proyectos alternativos a la revista de una
forma más lenta, pero siempre segura. Tú puedes estar tranquilo sobre el
hospedaje y demás, que está todo bien cubierto. Te llamaré para que me
cuentes tus proyectos para el nuevo año. José Rodríguez
* Comentario de
Mar Rey Bueno
|9.12.08|:
Querido Jose, te entiendo perfectamente y respeto tu silencio. De vez en
cuando hay que hacer un alto en el camino y mirar el recorrido con
cierta perspectiva. Sé el esfuerzo que representa la ingente tarea que
supone editar Azogue, máxime cuando lo hace una única persona,
tal es tu caso. Pero también sabes que eres internacionalmente conocido.
Todos los asistentes al Congreso Internacional celebrado en El Escorial
habían oido hablar de Azogue y estaban deseosos de conocerte. Eso
debe producirte mucho orgullo y ya sabes que, al menos en mi caso, ese
es uno de los pocos motivos que me mueven a seguir trabajando en la
alquimia: la pasión por la investigación y el orgullo personal ante lo
bien hecho. Mar Rey
*
Comentario de
José
Rodríguez-Guerrero
|11.12.08|:
Mar, seguiremos dando guerra, sin duda, y ya estoy pensando en los
contenidos del nuevo número. Quedan tantas cosas por comentar sobre la
alquimia en España que tengo la impresión de que apenas se ha dicho eso
de "Érase una vez...", y que todo lo demás está por contar.
Azogue seguirá ahí para contribuir en lo que pueda en esa empresa. José Rodríguez
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Acerca de este weblog
Opus magnus es
el nombre que he elegido para encabezar un pequeño cuaderno de notas,
cuyos contenidos están relacionados con el día a día de mi afición a la
alquimia. Incluiré en él una serie de comentarios, redactados todos en un
tono informal, que no tendrían cabida, ni sentido, en un texto
académico. Dicta philosophorum “Antes de llegar a la práctica comprende bien los errores del Arte. El primero lo representa el artista presumido de sí, y atrevido, que da a entender que sabe lo que en efecto no sabe”. Cristoforo Parigino (s. XV2). Archivo 2008 Mis Páginas Favoritas
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Alchemy Web Site Sobre el autor Una de mis grandes aficiones es el estudio de los textos alquímicos. En relación a este asunto, me encargo de editar la revista Azogue, y de formar una pequeña biblioteca que pueda servir a otras personas interesadas en la misma materia.
Datos
del autor (en inglés).
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