- JOSÉ RODRÍGUEZ GUERRERO & PEDRO ROJAS GARCÍA, "La Chymica de Richard Stanihurst en la Corte de Felipe II", «Azogue», nº 4, 2001, URL: http://www.revistaazogue.com

 

José Rodríguez Guerrero
Pedro Rojas García

LA CHYMICA DE RICHARD STANIHURST
EN LA CORTE DE FELIPE
II

 

 

I - Aproximación Biográfica.

 

Richard Stanihurst (1547-1618), apodado "The Dubliner", fue hijo de James Stanihurst (?-1573), destacado vocal de la Irish House of Commons. Aunque su familia es de origen inglés se estableció en Dublín en el siglo XIV alcanzando una posición influyente. Su arraigo en la ciudad queda atestiguado por el grado de "Mayor" o "Lord Mayor" ejercido por algunos de sus antepasados, como Richard Stanyhurst (entre 1489-1490) o Nicholas Stanyhurst (1542-1543). En los tiempos de su formación su familia se mueve entre las tendencias protestantes y la católica (1) .
Se formó en el University College, en Oxford. Obtuvo en 1568 una Licenciatura en Filosofía y Letras
(2) . Completó su amplia educación en la ciudad de Londres, concretamente perfeccionó su formación en Derecho en Furnivall’s Inn y Lincoln’s Inn. 1570 es el año de publicación de su primera obra, un comentario latino sobre Porfirio, bastante alabado por sus contemporáneos que destacaron su importante grado de erudición. El contenido manifiesta abundantes ideas sobre la filosofía neo-platónica (3) .
Como estudiante en Oxford coincidió con Edmund Campion (1540-1581) al que ayudó activamente durante largos viajes en la recopilación de datos sobre la historia de Irlanda
(4) . Contribuyó de manera significativa en la "Description of Ireland" y en la "History of Ireland under Henry VIII" (5) . La afinidad de ambos era total (6). Tras la etapa de preparación académica, y durante su retorno a tierras irlandesas, trabajó para Gerald Fitzgerald, Conde de Kildare (1515-1585), especialmente como tutor de su hijo Garret con el que entabló una profunda amistad (7). Este Garret, muerto infortunadamente en 1580, lo acompañó en su regreso a Londres en 1575 y permaneció siempre cerca de él (8).
Stanihurst estuvo casado en dos ocasiones. Su primera mujer, Janet, era hija de Sir Christopher Barnewall. En Agosto de 1579 esta joven muchacha, de apenas 19 años, falleció durante el parto de su primer hijo. El suceso afectó profundamente a Richard y le hizo entrar en unos meses de fuerte crisis anímica.
En 1581 la violenta muerte de Campion, ejemplo evidente de la creciente presión contra los católicos, le invita a abandonar Inglaterra para establecerse en los Países Bajos, decidiéndose además por la defensa activa de la autoridad Papal. Allí entró en contacto con otros relevantes personajes de origen inglés e irlandés, como el promotor de los "Irish Colleges" holandeses Christopher Cusack, el jesuíta Nicolás Comerford (1544?-1599), el teólogo Peter Lombard (1554-1625), el fundador de los "Irish Colleges" de Douai y Lille Ralph Cusack, o los oficiales Sir Garret Moore y Sir William Stanley.
En 1582 publicó en Leiden una popular traducción en versos ingleses de la "Eneida" y dos años después un comentario sobre las gestas irlandesas, su obra más conocida
(9) . Se trata de un tratado histórico cuyo análisis está comenzando a realizarse de forma profunda y sistemática por parte de los especialistas (10) . En aquel tiempo resultó un texto polémico por su fuerte carga ideológica. El punto de vista desarrollado fue criticado por Barnaby Rich en la "New Description of Ireland" (1610), por Geoffrey Keating en su "General History of Ireland" (1723) y por Sir James Ware. El motivo fue su defensa de la identidad católica irlandesa, de un gobierno local y de una administración autónoma. La base de tal reclamo radicaba en las crecientes diferencias generadas en Irlanda con motivo de la problemática asimilación de las nuevas ideas religiosas anunciadas por los Protestantes. Stanihurst se identifica con los numerosos irlandeses de tradición Católica Romana, a los que denomina "Old English" (11). Frente a ellos contrapone un proceder transgresor por parte de los reformadores o "New English" (12). Nos encontramos en muchos párrafos reclamos evidentes de autonomía para su región, cuyo eco se ampliará a lo largo del siglo XVII con motivo de la progresiva manipulación política fomentada por los movimientos del reformismo religioso protegido por la corona de Inglaterra, culminados con la legislación anti-católica de 1613-1616 (13) .
Stanihurst se instala en Lieja y en el entorno de Bruselas, Antwerp
(14), Charleroi, Lovaina, Maastricht (tomada por los españoles entre 1579 y 1632). Se encuentra justamente en el área de Flandes más vinculado al Catolicismo y a la Corona católica por excelencia en aquel momento, la española (15). En este período conoce a su segunda mujer, Helen Copley de Surrey, una inglesa católica exiliada con varios familiares a la ciudad de Dunkerque. De su matrimonio nacieron dos hijos: Peter y William (16).
La convencida devoción de nuestro autor resulta evidente en sus "Psalmi, Litaniae et Orationes" de 1597
(17), así como en la inédita "Margarita Mariana" fechada en 1600 (18).
Su segunda mujer muere en 1602 y Stanihurst, a sus 55 años, decide tomar los hábitos de la Orden de San Benito. Se estableció en un convento benedictino de Bruselas, oficiando como capellán del Archiduque Alberto de Austria (1559-1621) e Isabel Clara Eugenia (1566-1633), soberanos de los Países Bajos
(19). Durante este tiempo publicó varios tratados sobre teología (20). Falleció en Bruselas en 1618.

 

II - Stanihurst alquimista.

 

La figura de Richard Stanihurst está todavía por examinar en profundidad. Sus textos como historiador de Irlanda y como traductor de Virgilio han sido los que mayor interés han despertado hasta el momento entre los investigadores. El "University College Cork" irlandés viene promoviendo desde su "Centre for Neo-Latin Studies" un extenso proyecto dirigido por la profesora Margaret Lantry para el análisis detallado de cinco aspectos poco apreciados de su producción literaria:

  1. Obra neo-platónica.
  2. Obra hagiográfica.
  3. Obra contra-reformista.
  4. Controversias con James Usher y Justus Lipsius.
  5. Obra alquímica.

Dentro de todos estos puntos la faceta de alquimista es posiblemente la menos conocida. El motivo de esta inadvertencia radica en la escasa documentación que se ha descubierto hasta el momento. A día de hoy el principal referente es un corto tratado suyo dedicado al monarca español Felipe II (1527-1598), redactado en castellano y titulado "El Toque de Alquimia" (21) . Está planteado como un breve manual en el que se exponen al Rey los detalles que deben examinase antes favorecer la obra de cualquier alquimista. Viene a ser un código normativo pensado para orientar la labor del inversionista, o socio financiero, en materia de alquimia.
En este corto escrito Richard Stanihurst nos señala la fecha en la que comenzó su interés por este tema. Según comenta, su recelo se vio tornado en vivo interés en el año 1578 cuando, en la ciudad de Londres, un individuo llamado "Garnet" realizó en su presencia catorce transmutaciones de cobre en plata
(22) . El dato coincide con su estancia en la capital inglesa entre 1575 y 1581. Las referencias posteriores son escasas.
En su "De rebus in Hibernia Gestis" de 1584, al hablar del aguardiente destilado en tierras irlandesas, lo denomina "aqua vitae", expresión latina que puede ser una variación del gaélico "uisce beatha". Según explica, en algunas partes de Irlanda este tipo de licor recibía el nombre jocoso de "hijo del rey de España", sin que quede claro el sentido de la ironía. Es posible que las propiedades atribuidas a esta substancia guarden también algún tipo de relación con las descripciones de los tratados medievales sobre el "aqua vitae", donde aparece bajo la condición de una potente medicina obtenida por la destilación del vino: "Potus ex vino ignito: Utuntur, pro panchresto medicamine, ignito quodam vino, nullo alio liquore permixto, quod communiter Aqua vitæ dicitur, cuius ardore cibus facilior ad concoquendum redditur. Hoc potionis genus intimo artificio dinstillant: adeò ut, flammula admota, totum, quasi bellicus pulvis, raptim ignescat. Ingentem vini vim emunt in vicinis opidis, Hispani præsertim: quod regis Hispaniarum filium, per risum ac iocum, solent nominare. utroque temeto, epotis plenis œnophoris, se obruunt"
(23) . En un folleto titulado "The Commodities of Aqua vitae" sus especificaciones sobre las cualidades de estos destilados con bastante más exageradas: "Being moderatlie taken, saith he, it sloweth age, it strengneth youth, it helpeth digestion, it cutteth flegme, it abandoneth melancholie, it relisheth the heart, it lighteneth the mind, it quickeneth the spirit...it keepeth and preserveth the head from whirling, the eies from dazeling, the toong from lisping, the mouth from maffling, the teeth from chattering, and the throat from rattling; ...it keepeth the stomach from from wambling, and the heart from swelling, the bellie from wirtching, the guts from rumbling, the hands from shivering and the sinews from shrinking, the veines from crumpling, the bones from aking, and the marrow from soaking" (24).
Que sus lecturas alquímicas eran habituales lo confirma una alusión a Teofrasto Paracelso introducida en una larga disquisición sobre el fuego en el "De Rebus in Hibernia Gestis": "Quin etiam ipse Paracelsus, medicorum, ut eius fautores gloriantur, deus, ne per transennam quidem, hanc nostram deam adspexit: dumque D. Thomæ sententiam lucifugus Andabata reprehendit, suam inscientiam manifestò prodit. [Insertado en el margen: Doctorum acutissimus Thomas defensus]. Nam & inibi, ut sæpius alibi, veritatem mendaciis Paracelsus contaminat; & qui sit de hoc igne, prorsus in media Philosophia retruso atque abdito, D. Thomæ sensus, in eius mentem & sensum non intravit. præposterè verò adversarium refellis, cuius mentem perperam intelligis"
(25). Concretamente introduce una observación al capítulo XIX ("Sobre el Fuego Secreto de los Sabios") del tratado "Aurora Philosophorum" (26) .
Su habilidad e interés por la experimentación parece alcanzar con el tiempo un cierto grado de relevancia entre otros aficionados a la alquimia de su entorno social. De esta manera se explica una segunda anécdota que encontramos en el "Toque de Alquimia" según la cual un hombre afincado en Lyon, llamado Francisco Vanguel, acudió ex profeso a su casa para que ensayara personalmente: "...un cierto polvo roxo que echandole sobre una onça de azogue [...] convirtio todo en oro purissimo..."
(27) .

 

III - Viaje al Monasterio Escurialense.

 

Para comprender los motivos de la estancia de Richard Stanihurst en España es preciso adentrarse en el ambiente que precedió a su viaje, especialmente en los aspectos más significativos de la asistencia sanitaria que rodeaba a Felipe II.

 

 

Retrato de Felipe II en su declive físico, por Juan de Pantoja
© Biblioteca del Monasterio de El Escorial (Madrid).
Detalle : El rostro refleja su deterioro general, muy patente desde 1585.

 

 

III. 1 - Detalles sobre la aproximación del "modus chymicus" al sector sanitario de la corte filipina.

Partimos de la base, ampliamente documentada, de que la mayor parte de los tratamientos aplicados al monarca y a su familia estaban prescritos por Médicos de Cámara o de la Real Casa del tipo de Valles de Covarrubias, Lázaro Soto, Villalobos, Gutiérrez de Santander, Cristóbal de Mena, claros exponentes del galenismo humanista. Sus terapias se basaban en la aplicación sistemática de purgas y sangrías conforme a la teoría humoral del momento (28) . La conveniencia de estos procedimientos resulta hoy muy cuestionable y nos hace comprender la fama de poco eficaces que tenían popularmente los galenos en la España del siglo XVI (29) . Los grandes beneficiados del bajo índice de efectividad eran los representantes de una terapéutica marginal, apartada de los estamentos sanitarios oficiales.
Sabemos que para la cura del príncipe Carlos de un grave traumatismo craneal, sufrido al caer por la escalera de su palacio en Alcalá de Henares, se recurrió a cierto curandero morisco, apodado "Pinterete", y se trajo en procesión hasta su habitación el cuerpo del Santo Fray Diego. Abundando en los presuntos valores milagrosos de los santos católicos el propio Felipe II, ya un tanto desesperado en los últimos años de su vida por sus padecimientos físicos, se hizo rodear de cientos de reliquias. Pedía verlas junto a su lecho o que fueran colocadas en las partes mas doloridas de su cuerpo
(30) .
Un caso especial dentro de estas expresiones heterodoxas era el de la alquimia, precisamente el que aquí nos interesa. Decimos que era especial porque no podemos hablar de un movimiento puramente extraacadémico. A lo largo del siglo XVI las prácticas médicas y farmacéuticas oficiales van incorporando lentamente toda una serie de procedimientos alquímicos concretos a partir de cuatro fuentes básicas:

  1. Las obras alquímicas medievales sobre la extracción de quintaesencias, especialmente las pseudo-Lulianas y pseudo-Arnaldianas, rescatadas de los manuscritos por los tipógrafos para ser ampliamente distribuidas en toda Europa de forma impresa (31) .
  2. Los libros técnicos sobre destilación, como los de Hieronymus Brunschwig (1450-1512?), Philipp Ulstad (¿-?), Jean Winther (1487-1574), Pietro Andrea Mattioli (1501-1577) y Giovani Battista della Porta (1545-1615) (32).
  3. Los "Libros de Secretos Medicinales", volúmenes de gran éxito editorial entre 1500 y 1650 (33).
  4. Las obras de Paracelso y de los primeros paracelsistas, en las que surge la idea de "spagyria" (34).

La repercusión de estos diferentes compendios en la centuria del XVI se asienta tanto en la vulgarización como en la difusión que tuvieron gracias a la imprenta (35). La asimilación general en medicina de las nuevas prácticas será con el tiempo un tema plagado de polémicas y agrios debates.
Tal y como vamos a argumentar la llegada del dublinés Stanihurst se comprende gracias a una inclinación del Rey por reforzar el sistema terapéutico que lo arropaba en caso de enfermedad, un interés que iría en progresión constante en los últimos veinte años de su reinado y que lo llevó a tocar todo tipo de campos. En este sentido, dedicaremos nuestras observaciones al entorno del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, refugio favorito del monarca en su última etapa
(36). Allí se instalaría Stanihurst para desarrollar la tarea que le fue encomendada.

 

III. 2 - Equipamiento inicial del monasterio escurialense: La primera botica monacal.

Durante el período que comprende la construcción del gran monasterio las prestaciones farmacéuticas demuestran una finalidad local acompañada de un sentido de la asistencia general y abierto. Desde el año 1573 contaba el edificio en obras con una botica emplazada en los bajos de la enfermería. Estaba dirigida por el fraile Francisco de Bonilla (?-1614) (37). Era un recinto con un almacén espacioso para guardar las materias primas vegetales bien clasificadas, una rebotica y seis salas independientes de diverso uso. Sus características y el personal implicado en ella responden a las necesidades de la enfermería, la Hospedería de la Compañía y del servicio regio (38). De igual modo prestaba atención a las solicitudes de los habitantes de la zona, conforme a lo que venía sucediendo en otros locales similares (39). Es más, se sabe que el P. Francisco de Bonilla entendía su oficio como una ayuda general, nunca privada, según su opinión su práctica era: "...un nuevo sacramento de socorro a los pobres" (40).
Es importante recalcar que Francisco de Bonilla no es el típico monje de botica de corte netamente autodidacta sino que, según las "Memorias Sepulcrales", se trata de un "...boticario examinado y que sabía suficientemente lo que bastaba de este menester"
(41). El "Examen apothecarium", de inspiración galénica, implicaba un buen conocimiento de los vegetales, su identificación precisa, su correcta recogida y la adecuada elección de sus partes. Junto a las descripciones botánicas de los simples debía estar ejercitado en las preparaciones farmacéuticas más comunes (píldoras, polvos, jarabes, ungüentos, colirios, cocimientos, etc.), así como advertir su período de conservación. En definitiva, partimos de la base de que se trata un técnico experto, de hecho sabemos que al monasterio escurialense se trajo lo más selecto de la Orden Jerónima en todos sus puestos claves. Es evidente que su elección no fue azarosa pues Bonilla era, además, un hombre entregado a sus menesteres, vivía intensamente su profesión, reconcentrado, en contacto permanente con los medicamentos simples (42).

 

III. 3 - Recopilación de "libros de secretos medicinales".

Un primer apoyo regio vino con la reunión de manuales novedosos sobre terapéutica. En este sentido la Biblioteca Escurialense era un recinto privilegiado, ya que por orden especial del inquisidor general Don Gaspar de Quiroga se podían conservar en ella libros prohibidos por los catálogos del Santo Oficio sobre materia médica, farmacología, cirugía y alquimia (43). Entre las adquisiciones más interesantes para el tema de nuestro artículo se cuentan los "libros de secretos medicinales". Dentro de este género podemos citar autores del tipo de Girolamo Ruscelli (seudónimo: Alessio Piamontese), Isabella Cortese, Pietro Vario, Giovanni Marinello, Giovanni Battista Zapata, Benedetto Vittori, Angelico Vespasiano, Vintentio Laureo, Francesco Ricci, etc (44). Alcanzaron gran fama en el siglo XVI por toda Italia y en el entorno mediterráneo. Eran llamados "profesores de secretos" (it: professori de'secreti). Se mostraban ante el público como renovadores y empiristas. La etiología de su obra radicaba en la afirmación de la superioridad de la experiencia respecto a la teoría abstracta. En lo referente a su base epistemológica, concebían la búsqueda del conocimiento como una "caza" (lat. Venatio) de procedimientos secretos (45). Los "secretos" podían ser desde fármacos o recetas propuestas como originales (en realidad muchas eran refritos de antiguos formularios medievales) hasta nuevas técnicas experimentales que pretendían renovar procedimientos clásicos. Su originalidad y su éxito en la terapéutica renacentista radicaba en que no estaban limitados por las normas del galenismo o de autoridades clásicas, sino que se mostraban abiertos a recoger aportaciones de todo tipo de fuentes. El concepto de búsqueda agresiva o Venatio dirigida en todas direcciones tuvo como principal inconveniente el maridaje de algunos autores con materias poco transparentes, por ejemplo, la "Magia Naturalis" o el curanderismo popular. Este hecho, junto con la falta de criterios homogéneos entre los autores, de definición corporativa y de formas fluidas de institucionalización en su enseñanza hicieron que la mayor parte de los "libros de secretos" fuesen rodeados de cierta atmósfera de charlatanismo, considerados por la medicina oficial como una especie de subgénero (46). Sin embargo el aire funcional con el que eran presentadas las conclusiones en este tipo de compendios resultó muy atrayente para el hombre de los siglos XVI y XVII. Su transcendencia en el ejercicio sanitario de la época es innegable, pues sirvieron de centones prácticos a ciertos médicos de tendencia empirista, cirujanos y boticarios. Son obras que se beneficiaron, sin duda, del creciente interés por avanzar en la búsqueda de nuevos remedios para el tratamiento de patologías tradicionales que la medicina establecida no solucionaba de manera sistemática. Como ya indicara Gesner, estos autores, a diferencia de los médicos oficiales, eran mucho más receptivos al uso generalizado de las destilaciones para la producción de fármacos más potentes y, de igual modo, incluían sin reparo abundantes materias minerales en sus preparados (47). En no pocos casos nos encontramos con verdaderos éxitos editoriales que conocieron numerosas reimpresiones y traducciones a varios idiomas. Son libros de patente vocación populista, vendidos en las plazas de las ciudades italianas por los "montibanchi" y los "ciarlatani" con gran farándula. Bien diseñados como instrumentos de negocio, muchos incluian la dirección del autor, o de algún local concertado, para que se acudiera allí a comprar los medicamentos descritos. Animaban a sus lectores deslizando los nombres de aquellas personas que ya habían sido sanadas. Algunos redactores añadían un grabado con su rostro para poder ser identificados (Domenico Legati, Saccardino, Lorenzo Leandro, Fioravanti, Francesco Ricci, Benedetto Persiano, etc.). Tal y como ha demostrado William Eamon el foco de venta más conocido era la ciudad de Venecia, concretamente la Plaza de San Marcos (48). En los años setenta el propio Felipe II ordenó traer de allí algunas de estas obras (49).

 

 

Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo, El Escorial (Madrid)
Fotografía del autor (año 2000)

 

 

III. 4 - El "professori de` secreti" Leonardo Fioravanti.

Un paso más en la búsqueda de medicamentos novedosos viene significado por la invitación a la corte madrileña del más célebre de los "profesores de secretos" en las posesiones españolas de Italia, nos referimos al boloñés Leonardo Fioravanti (1517-1588) (50) . Su llegada tuvo lugar en 1576 y, según declaración propia, se trató de una iniciativa personal del Rey para que instruyera a la asistencia de la corte en la preparación de aquellos medicamentos cuyo proceso de elaboración era desconocido: "... y haviendo venido de Italia para hacer la experiencia y haviéndome el consejo de estado [...] por su magestad mandado que hiciesse la experiencia con los dichos medicamentos y no hallandolos aquí ny sabiéndolos hacer necesariamente..." (51). Trajo una parte de sus libros con el fin de explicar personalmente todos los procedimientos que contenían y, al mismo tiempo, se dedicó a ejercer por su cuenta con aquellas personas que solicitaban sus remedios. Sin embargo, apenas tres meses después los médicos reales se echaron encima. Su actitud era considerada escandalosa y le imputaron los siguientes cargos:

  1. Haber falsificado su historial y sus títulos académicos con el fin de obtener los documentos que autorizaban a la práctica de la medicina en Madrid, poniéndose así en duda su preparación oficial.
  2. Ignorar el latín, lengua representativa de la comunidad científica.
  3. Innovar con drogas y fármacos que provocaban la muerte de los enfermos que atendía.

Los argumentos esgrimidos por Fioravanti fueron escasos. Reconoció el óbito de uno de sus pacientes, aunque siempre discutiendo que fuese por acción de los preparados ingeridos. Confesó no dominar el latín alegando que los "grandes maestros de la medicina", Galeno, Hipócrates o Avicena, escribían en sus propias lenguas, como él mismo (52) . Aunque su defensa no era demasiado consistente consiguió salir airoso gracias sobre todo a su condición de invitado del Rey (53). Su trato en los ambientes cortesanos parece que no fue el mismo desde entonces. Evitó permanecer mucho tiempo en Madrid viajando en busca de "experiencias" hasta Barcelona, Pamplona, Sevilla y Salamanca. Se centró sobre todo en estudiar las propiedades de los productos venidos del Nuevo Mundo, especialmente del tabaco. En 1577, escasos meses después de su llegada, regresa a tierras de Italia (54).

 

 

"The Medical Alchemist", óleo de Franz Christoph Janneck, (1703-1761).
© Fisher Collection, Chemical Heritage Foundation.
Apoyado en un voluminoso libro el alquimista muestra una de sus
medicinas a su anciana paciente mientras un joven aprendiz aviva el fuego del destilatorio.

 

 

III. 5 - La ampliación de la botica escurialense: El nuevo laboratorio de destilados y los profesionales del "Arte Separatoria".

A finales del siglo XVI, más concretamente desde la década de los ochenta, se inicia una grave sucesión de acontecimientos en la familia de Felipe II. Su esposa, Ana de Austria, fallece en 1580. Era su cuarta mujer, precisamente aquella que, tras la prematura desaparición de Margarita de Valois y del príncipe Carlos, debía darle el varón que continuara la dinastía. Sin embargo los cuatro infantes que tuvo con ella parecían haber heredado la fragilidad materna (55) . Fernando, el primogénito, murió en 1578. Diego en 1582, con siete años de edad. Solamente unos meses después, ya en 1583, la fatalidad se cebó en la pequeña María de apenas tres años. Los niños enfermaban, morían, y aparentemente nada podía remediarlo. Todas las miradas se centraron entonces en el niño Felipe (1578-1621), futuro Felipe III, marcado por el mal agüero debido al cúmulo de desgracias que habían rodeado la presencia en la corte de su madre y hermanos. Es lógico pensar que se trataba de sucesos que debieron afectar intensamente al Rey ya que, según sus biógrafos, él mismo era: "...padre de familia amantísimo que recuerda las menores cosas de sus hijas, las muy amadas, y en menor grado de los tres pequeños..." (56). Al natural sufrimiento paterno se unía una cuestión de necesidad no desdeñable, a saber, la exigencia de un heredero que asumiera el poder con una salud que le garantizase cierta estabilidad y continuidad (57). Como resultado, a mediados de los ochenta las dudas debieron acosar al Rey en el sentido de asistir la naturaleza débil de su único hijo varón en aquel momento. Un nuevo fracaso en este objetivo, similar al sucedido previamente con el príncipe Carlos, le enfrentaba a la posible urgencia de un quinto matrimonio y de nueva descendencia. Todo a una edad ya considerable.
Por otra parte el propio Felipe II debía cuidar su propio estado personal si quería participar directamente en la formación de su heredero, ya que desde su convalecencia de 1580 los síntomas de sus enfermedades se iban agravando. Sin embargo la situación no le debía resultar muy tranquilizadora, pues presentaba un cuadro clínico ciertamente preocupante. Su vitalidad estaba deteriorada y los achaques se iban complicando sin solución aparente. Las patologías que nos encontramos resultan desalentadoras para aquella época
(58) . Ciertamente cuenta con reputados galenos en la corte, algunos de los cuales llegan a idear terapias paliativas para afecciones concretas, pero ninguno ofrecía un remedio estable a sus problemas crónicos, entre los que destacaban terribles ataques de gota. Esta dolencia le causó un tortuoso viaje en 1585 cuando marchó a Cataluña para despedir a su hija Catalina Micaela. En apenas unos años el Rey permanecerá en cama hasta bien entrado el mediodía. Solamente es trasladado a una silla de ruedas algunas horas de la tarde. Los documentos reflejan que cualquier tipo de movimiento brusco, por supuesto cualquier golpe, e incluso el roce de las sábanas de su cama le producían un intenso dolor. Se llegó a idear un sistema de anillos metálicos con el fin de que las mantas lo cubrieran sin dejar caer el peso sobre su cuerpo (59) .
No puede extrañarnos que el Rey opte en aquellos años por incrementar sus recursos terapéuticos, focalizando su acción en su residencia más querida, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Así, una vez terminadas las obras generales del Monasterio en septiembre de 1584, Felipe II decide, con fecha del 6 de mayo de 1585, una substancial mejora de la botica monacal con la construcción de un gran laboratorio adyacente para destilaciones, incluyendo un sótano y dos plantas divididas en varios departamentos. La parte arquitectónica se termina en 1587. Para dotar adecuadamente el nuevo proyecto se solicita la presencia del destilador napolitano Juan Vincenzo Forte que empieza a encargar, recopilar y organizar todo el utillaje: hornos, trébedes, calderas, centenares de alambiques, vasijas, redomas, hornillos, matraces...
(60) . Junto a esta profusión de herramientas comunes se incluyó un conjunto de aparatos más sofisticados, principalmente basados en los apuntes difundidos en los libros de Pietro Andrea Mattioli. Entre los artilugios más destacados hay un horno de destilación por baño de vapor con el que se podían obtener grandes rendimientos gracias a su disposición en gradas (hasta 95 litros diarios); una "mesa" de importante capacidad (32 vasos) pensada para optimizar los resultados en las separaciones más generales; un circuito extendido para librar de impurezas y sutilizar los aceites esenciales, este tipo de ingenio trabajaba con temperaturas bajas y sin duda estaba ideado para procesos largos, del orden de varios días o semanas; finalmente un sistema de cajones para alambicar vegetales u obtener aguardientes, trabajaba con un sencillo baño de vapor (61). Para diseñar los dos últimos se trajo al mejor técnico en la materia de toda España, el maestro destilador Diego de Santiago (62).
Este período de equipación y acondicionamiento, así como el adiestramiento del boticario Bonilla en el manejo de todos los nuevos aparatos, su control, y en la optimización de los diferentes procesos de destilación, se prolonga algo más de tres años
(63). Termina hacia finales de 1591, fecha en la que Forte solicita un regreso a Nápoles por una temporada (64). Es muy probable que Diego de Santiago también abandonase El Escorial entonces, pues en aquella fecha reclamó una compensación por todos sus servicios (65) . El resultado fue un recinto dotado con un instrumental de avanzada tecnología en lo concerniente a los procesos de destilación. Tal y como ha señalado Juan López Gajate a partir de los documentos rescatados por él la función de la nueva estancia estaba desde sus comienzos: "...íntimamente relacionada con el sistema sanitario que buscaba [Felipe II] para su Monasterio" (66). El tratamiento de cualquier enfermedad sería más efectivo si se contaba con lo considerado mejor en fabricación de potentes medicamentos y productos quimioterápicos. La disposición del Rey en dotar este laboratorio con tanta cantidad de medios queda reflejada de forma explícita en las memorias sepulcrales del monasterio escurialense, concretamente en la referida al boticario Francisco Bonilla, donde podemos leer: "...Su Magestad mandóle diesen lo que pidiere; no fue en esto escaso que, a su instançia y petiçión se hicieron el quarto, piezas y aposentos que sirven para la Botica y destilaciones, y quantos alambiques, instrumentos, herramientas y xarçias que ay en esta oficina, que son muchas. Era tan cuydadoso de su ofiçio que lo tuuieron los demás por importuno y molesto, sólo Su Magestad no se cansaba: antes gustaba pidiese lo que era neçesario y particularmente en orden a las destilaciones y quintas esencias, que por esto hizo venir aquí algunos oficiales estrangeros que las sauían" (67).

 

III. 6 - La "Chymia" (68) de Richard Stanihurst.

En enero de 1592, con el nuevo laboratorio completo, llega uno de estos "oficiales extranjeros", Richard Stanihurst, dublinés afincado en Lieja (69).
La razón por la cual era conocido en la corte madrileña no está clara. Sabemos que había personajes originarios de Flandes trabajando para el monarca español en muy variados oficios, incluso algunos de ellos se habían incorporado previamente a labores relacionadas con la terapéutica en el Monasterio de San Lorenzo. Tales fueron Frank Holbek (en los documentos españoles: Françisco Holbeque), Joost Fraye (Juste de Fraye o Juste Frayeye) y Antoine Kannegieter (Antonio Canegieter o Canexieter)
(70). De entre el personal de la corte solamente Henri Cock, compañero del cronista Jehan L'Hermite, lo cita brevemente en una carta personal definiéndolo como: "...católico de vida recta que no resfría la devoción, sabe muchas maneras de proceder según los libros del arte chimica que él tiene..." (71).
No obstante, la reputación médica de Stanihurst ya era conocida por la Corte española desde algunos años antes. En 1587 Felipe II recibió un informe sobre veintidós curaciones obradas por el irlandés entre miembros del ejercito español destinados en la ciudad de Dunkerque. He aquí algunas de las descripciones: "Don Antonio de Luna, sobrino de Carlos de Luna, padeciendo de un cólico mortal y fiebres altas durante treinta días. Tomó la poción y curó en una noche [...] El Capitán Pedro Pardo de Aguiar, esperando recibir la extrema unción por estar en peligro de muerte a causa de un ataque al corazón y unas fiebres, tomó la poción y en menos de veinticuatro horas pudo salir de la cama [...] Duarte Núnez, Teniente de Don Carlos de Luna, padecía de graves mareos, no habiendo podido dormir en muchos días, fue curado de todos sus achaques por la poción"
(72).
Según la propia declaración de Stanihurst, conservada en el tratado "El Toque de Alquimia", su presencia se debe a: "...el mandato de V[uestra] Ma[gesta]d en haçer ciertas curiosidades que se contienen en aquella parte de la philosophia natural que se dice chimica..." (f. 248v) . Reconoce una dualidad de objetivos para los alquimistas, a saber, preparación de medicamentos para el hombre y transmutación de los metales, aunque privilegia la condición terapéutica, a la que coloca en primer lugar y sobre la que confiesa haber enviado varios memoriales al Rey
(73). Estos objetivos encajan perfectamente con la finalidad sanitaria del laboratorio de destilados.
Sus primeras ocupaciones se reflejan en su correspondencia con el filósofo, teólogo y filólogo Justus Lipsius (1547-1606)
(74). En una de sus cartas, enviada el 1 de febrero, aclara que está en España en calidad de invitado de Felipe II, debiéndose su presencia a "...asuntos de su Servicio Real, que desea emplearme aquí...", lo que parece sugerir una recomendación por parte de alguna persona cercana al servicio sanitario del monarca (75). Los documentos conservados son muy escasos y todo indica a que su estancia fue mantenida con cierta discreción (acaso como contraste a otros invitados del tipo de Fioravanti), ajustada en un principio al adiestramiento del monje Bonilla, y a sus entrevistas con el Rey, enfermo de gravedad e interesado en conocer los medicamentos obtenidos. En este sentido parece haberse escogido la antítesis del boloñés populista, facundo y enfrentado en buena medida a los estamentos oficiales. En dos cartas enviadas los días 2 y 16 de Agosto de 1593, actualmente conservadas en el archivo del Colegio de Ingleses de Valladolid (Royal College of St. Alban), el propio Stanihurst nos confirma nuestras sospechas sobre la naturaleza de sus experimentos. Indica que está instalado en el laboratorio de destilados del monasterio. Hace notar el vivo interés de Felipe II quien, al parecer, le había pedido que instruyese a su servicio cortesano en la preparación de algunos medicamentos químicos, especialmente sobre su "pócima" de tan exitoso resultado en Dunkerque. Según declaración propia su labor era considerada "alto secreto". Hasta que no se completase totalmente no estaba autorizado a revelar los pormenores de su proyecto a nadie ajeno al trabajo de laboratorio. Este detalle parece estar en relación con la grima que despertaba su actividad entre buena parte de los Médicos de Cámara. Aunque no da nombres sí apunta que, por aquellas fechas, los galenistas estaban intentando persuadir al Rey de que no visitase el lugar de trabajo de los destiladores, algo que hacía de vez en cuando para observar el desarrollo de su inversión. Al parecer argumentaban que el trecho que iba de las habitaciones reales hasta el laboratorio era muy largo y lo consideraban un esfuerzo grande para él. Viendo que no se echaba atrás le indicaron el peligro de permanecer en una estancia llena de fuegos y "aguas fuertes" . El dublinés opina que se trataba de motivos irrisorios, le sorprendía esta actitud hostil. En su segunda misiva apunta que las visitas de Felipe habían cesado debido a una fuerte recaida en su enfermedad aunque, según aclara, lo vío participar en las procesiones los dias de San Lorenzo y de la Ascensión (76) .
Desde 1594 su función en la corte parece ir además por derroteros algo diferentes de los del laboratorio. La completa preparación académica de Stanihurst no pasó desapercibida. Su extensa cultura queda reflejada en su dominio de varios idiomas, latín, griego, inglés, francés, castellano; era conocedor de la literatura clásica, de la filosofía aristotélica, platónica y neoplatónica. A todo ello unía su valía en disciplinas relacionadas con el terreno político-religioso, pues era competente en las leyes del Derecho y estaba versado en las disputas teológicas relacionadas con el contrareformismo. Se le solicitó asesoramiento sobre los personajes que poblaban la Corte isabelina, las posiciones anglosajonas contra en catolicismo en Irlanda y en los Países Bajos, etc. Vemos que va ganando peso específico dentro del entorno regio como consejero. Se nota que sus relaciones en El Escorial fueron buenas, no sólo con Felipe II, sino también con su hija predilecta Isabel Clara Eugenia quien, años después y ya tomados los hábitos clericales haría de él su capellán en tierras flamencas
(77). El aprecio del Rey por la labor de Stanihurst queda reflejada en una carta fechada el 4 de Abril de 1595 conservada en Valladolid, Archivo General de Simancas, Seccion de Estado, legajo 174. Va dirigida a Ernesto de Wittelsbach (ca. Ernst von Bayern), Arzobispo Elector de Colonia (1554-1612), personaje sobre el que comentaremos algunos detalles más adelante. Felipe II se dirige a Ernesto mostrando su complacencia por los años que Stanihurst había permanecido entre su servicio. Destaca de él tanto su preparación en ciencias teóricas y prácticas como su alto conocimiento de los "secretos chymicos". Como dato final sabemos que le fue concedida una pensión vitalicia gracias a un escrito de reclamación enviado el 3 de Febrero de 1601. Se refiere a atrasos impagados y puede consultarse en Valladolid, Archivo General de Simancas, Seccion de Estado, legajo 1743.

 

IV- El "Toque de Alquimia" de Richard Stanihurst.

 

IV. 1 - Estudios precedentes.

Este pequeño memorial, al igual que su autor, ha tenido escasa fortuna entre los historiadores españoles. La primera noticia sobre su contenido corre a cargo de José Ramón de Luanco. En sus pasatiempos (así los define él) transcribe brevemente el índice de capítulos. Considera que se trata de un crítico de los alquimistas, y añade la opinión de que: "No niega este autor la posibilidad de la alquimia, más como arte para depurar y purificar los metales que para transmutar unos en otros..." (78) . A partir sus imprecisiones podemos deducir que posiblemente no consultase el manuscrito original y que el índice, con algún tipo de resumen, le fuese proporcionado por una tercera persona, como ya sucede en algunos de sus otros artículos.

Después de Luanco el tratado permanecerá muchos años olvidado. Las escasas referencias que encontramos se basan totalmente de las facilitadas por el químico asturiano (79). Una novedad parte de Juan García Font al realizar una inspección directa del original glosando con largueza las frases que considera más reveladoras. Estos comentarios son su aporte más significativo. Sin embargo se aprecia en él una total falta de interés por identificar al autor y un tratamiento anecdótico del manuscrito. Más que un análisis histórico-crítico nos aventura una serie de apostillas libres de evidente trasfondo sociológico acerca de la picaresca en las transmutaciones metálicas. Puede considerarse una conclusión ciertamente poco atinada el haberlo incluido en un apartado dedicado a "los escépticos" de la corte filipina (80).

El modo circunstancial y anecdótico de abordar el manuscrito es asimilado por Juan Eslava Galán, con el añadido, siempre loable, de incluir una primera transcripción íntegra del original (81) . Ha de advertirse que no se puede hablar, ni mucho menos, de una edición crítica. La aproximación histórica es muy superficial, escasamente documentada, sin profundizar en la génesis y en las fuentes del texto. Tampoco existe cuidado alguno en identificar históricamente al autor, ni por situarlo en el contexto escurialense. En la traslación moderniza las grafías y retoca determinadas estructuras sintácticas sin informar sobre las pautas seguidas con algún tipo de informe codicológico y paleográfico previo.

Siguiendo con el orden cronológico en la aparición de los estudios que citan el "Toque de Alquimia" debemos referirnos ahora al norteamericano René Taylor y a su controvertido libro "Arquitectura y Magia" (82). A pesar del reducido trato (catorce líneas glosadas por medio de dos notas) encontramos dos observaciones interesantes. Por una parte decide privilegiar la relación de Stanihurst con las prácticas alquímicas dedicadas a la elaboración de medicamentos y, por otra, se sospecha la vinculación del personaje con Inglaterra (83).

El insuficiente aporte de datos históricos en todos los ensayos mencionados genera con el tiempo indefinición y hace brotar la fantasía entre los comentaristas de criterio laxo. De esta forma se publican libros en los que el buen dublinés se convierte, para nuestro asombro, en un alemán, miembro de un mítico círculo de alquimistas colegiado por Juan de Herrera (84).

El año 1993 conoció el primer simposium dedicado a "La Ciencia en el Monasterio de El Escorial" del que se esperaban ponencias sustanciosas (85) . Aquí nos interesan especialmente las comunicaciones presentadas por Juan Esteva de Sagrera y María Tausiet Carles. El primero comienza por asimilar un conjunto de presupuestos junguianos con el fin de establecer una premisa generalista según la cual: "...la alquimia tiene una doble vertiente: por una parte es una técnica de laboratorio, con un utillaje concreto y unas determinadas operaciones químicas [...] por otra, es una elaboración simbólica, una serie de contenidos que forman parte de la historia espiritual de la humanidad, un proyecto de trascender la materia, perfeccionarla, espiritualizarla para conducirla a un quimérico estado de percepción [sic] ideal..." (86). Por medio de referencias al psiquiatra Carl Jung desliza la idea de una alquimia a modo de "proyecto espiritual", más aún, sugiere que se trata de "...un movimiento pagano superviviente de la cristianización, que ejercía un papel compensatorio y corrector del cristianismo" (87). Seguidamente intenta organizar su análisis proyectando esta condición sui géneris sobre una serie de parámetros sociales, políticos y religiosos que rodearon el gobierno de los Austrias Mayores. Insiste sobre todo en recordar la fuerte identidad católica del reino español. Partiendo de esta analogía descriptiva Stanihurst es, desde su particular punto de vista, una pluma que "...cristianiza la alquimia..." con el objetivo de que el alquimista se convierta a ojos del Rey en la imagen del buen católico. Esteva nos propone así una gnoseología general sintética en la que lo alquímico constituye un sistema de proposiciones derivables de principios absolutos de base religiosa o numinosa, para los que la Psicología Analítica crea una terminología peculiar a modo de recurso taxonómico. En este contexto el pragmatismo palmario que se aprecia en todo el "Toque de Alquimia" le resulta chocante, de manera que no nos extraña la dureza de sus calificativos. En su opinión "...el libro no tiene otro interés que su planteamiento práctico..." y le parece "...intrascendente desde el punto de vista de la historia de la alquimia..." (88).
Llegamos ya al último estudio, se trata del realizado por María Tausiet Carles. Lo hemos dejado para el final porque nos parece el que más aporta a la historiografía alquímica española de entre los que han caído en nuestras manos
(89) . La autora busca dar a su trabajo una perspectiva variada focalizando sus observaciones en aspectos históricos, sociológicos y psicológicos. Entre los primeros encontramos varias novedades. Determina la identidad del autor, al que denomina "...el irlandés Richard Stanyhurst..." , y aunque no nos aclare el origen de sus datos es evidente que son correctos, pues también matiza que era un "...católico exiliado de la Inglaterra isabelina...", e incluso precisa que su estancia en El Escorial va del año 1592 a 1595 (90). Sin embargo la contribución más significativa para el historiador, y la que nosotros más celebramos, es una nueva transcripción del original en la que se advierten unos criterios de edición mucho más fieles que los seguidos por Eslava Galán unos años antes.
Los conceptos sociológicos relacionados con la fiabilidad de las personas dedicadas a la fabricación de metales nobles, tema central del "Toque de Alquimia", es llevado por Tausiet al terreno de la distinción entre lo lícito y lo ilícito en las ciencias ocultas de los siglos XVI y XVII: "...de ahí que se hablara -comenta ella- de dos tipos de magia (natural y negra o diavólica), y de dos tipos de astrología (verdadera y falsa), y también, claro está de dos tipos de alquimia. El problema no concluía con el hecho de que la falsa alquimia fuera un invento destinado al engaño y a trampa, se trataba también de discernir si estaba además amparada por el diablo..."
(91). La autora nos conduce de esta forma al debate sobre las supersticiones en la sociedad española del quinientos, tema del que ya conocemos varias de sus diferentes incursiones (92).
De un modo más confuso el artículo se adentra en los ambientes de la psicología para determinar el "...carácter ecléctico del autor..." basándose en la variedad de autoridades aludidas en el tratado: Paracelso, Galeno, Avicena, Mattioli, Ramón Llull, Alcuino de York...
(93) . Por métodos similares ve en él una persona que aborda con gran moderación el problema, básico para Tausiet, de la credulidad en la alquimia (94). Ya en un proceso argumentativo mucho más desdibujado reflexiona acerca de un supuesto trasfondo oculto en la relación entre el Rey y Stanihurst, una hipotética iniciación mística sobre la que dice: "Para quienes, como Felipe II y el sabio irlandés, admiraban las obras de filósofos como Llull, la alquimia estaba absolutamente ligada a la espiritualidad cristiana [...] así, por ejemplo, cuando se habla de los cuatro grados por los que ha de pasar la materia hasta llegar a su estado más perfecto [...] cada uno de ellos correspondía para el alquimista cristiano a una etapa en la unión mística con Dios..." (95).

 

IV. 2 - Estudio crítico de la obra.

a.) Descripción codicológica.

Hasta hoy se conoce una sola copia conservada en la Biblioteca Nacional de Madrid (96) . Se trata de la versión original redactada por el autor, dirigida a Felipe II en el año 1593 y compulsada con las firmas del Rey. Se encuentra en un manuscrito misceláneo junto a documentos de finalidad política y administrativa relacionados con la estancia del monarca en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (97).

b.) La autenticidad del texto.

Este punto resulta indudable. Las firmas reales son evidencias paleográficas incuestionables. La existencia histórica de Stanihurst, también la de los españoles que cita, véase el boticario Francisco Bonilla, está perfectamente atestiguada tal y como hemos visto en la primera parte de este artículo. De igual forma su presencia en El Escorial está documentada entre 1592 y 1595, lo que encaja con el año aportado en la copia. El resto de fechas y descripciones no entran en conflicto con los datos históricos que conocemos de su vida. La transmutación presenciada en Londres en 1578 concuerda con su estancia en esta ciudad entre 1575 y 1581, de igual modo la llegada a Lieja en 1590 del mercader Francisco Vanguel parece conforme con la residencia de Stanihurst en dicha localidad (salvo algunos viajes ocasionales) entre 1581 y 1592.

c.) Etiología de la obra.

En el prefacio dedicado a la "...Catholica Magestad..." explica las causas que motivan la redacción del tratado. Sabemos que Stanihurst fue requerido para formalizar prácticas "chymicas" relacionadas con la confección de medicamentos. Su trabajo, ya lo hemos aclarado, se llevó a cabo en el laboratorio de destilados del monasterio escurialense, básicamente aleccionando al boticario fray Francisco de Bonilla (98). Sus audiencias periódicas con Felipe II, y los diversos memoriales que le envió, son consecuencia de la necesidad que tenía el Rey de estar advertido sobre el estado de sus inversiones (99) . Debe entenderse que no es una exigencia particular de este caso. Felipe II se caracterizaba por solicitar informes constantes a sus colaboradores, en todas las materias, ya fueran administrativas, políticas o gubernamentales, incluso en cuestiones muy secundarias. En el terreno científico le gustaba estar al tanto del provecho sacado a los recursos que ponía a disposición de los especialistas llegados hasta la Corte. Cabrera de Córdoba declara sobre este asunto: "Creáronse y habilitaron con su amparo, y perfeccionaron y florecieron los artífices en gran número con su comunicación, porque de poner una cosa de sí propios a como él la acomodaba, iba el parecer bien o mal. Favoreció los artistas, y premió los eminentes; entraba en sus obradores, y hablaba en lo que les tocaba con ellos..." (100). Los textos remitidos por Stanihurst no implican necesariamente un interés del monarca por la alquimia en sí, sino más bien por estar al corriente de su inversión y por recibir noticias sobre los medicamentos obtenidos. Aclarado este punto previo debe ahora observarse la temática del "Toque de Alquimia", pues a primera vista puede resultar chocante en el contexto descrito debido a que pasa por los aspectos médicos de puntillas. El argumento principal del tratado se centra en definir la alquimia en su conjunto, deteniéndose sobre todo en detalles relacionados con la transmutación de los metales y la fiabilidad de los alquimistas que intentaban ese tipo de acciones. Si el dublinés fue llamado para reforzar el sistema terapéutico del entorno escurialense es obligado preguntase el por qué de este cambio de tema. Para comprenderlo es necesario fijarse en la fecha de redacción del memorial, el 25 de Septiembre de 1593. Cumplía por aquel entonces veintiún meses en El Escorial, casi dos años trabajando en el laboratorio de destilados. El tiempo parece más que suficiente para que hubiera desarrollado con amplitud su tarea aleccionando a los técnicos de la botica. Justamente un mes antes dejaba notar en sus cartas personales la impresión de tener prácticamente terminada la misión que le había sido encomendada (101) . Este conjunto de detalles muestran a un Stanihurst con casi todo hecho en la parcela terapéutica y que, siempre por iniciativa propia, decide enviar a Felipe II un texto sobre un aspecto diferente de la alquimia, el de la crisopeya y la argiopeya. Él mismo describe esta situación cuando dice a modo de presentación: "Haviendo cumplido con el mandato de V[uestra] Ma[gesta]d en haçer ciertas curiosidades que se contienen en aquella parte de la philosophia natural que se dice chimica, me pareció expediente hazer mas amplia demostracion del zelo y afiçion que devo a la persona real de V[uestra] Ma[gesta]d presentando aqueste breve tratado, en el cual se tocan los verdaderos efectos deste arte..." (102) .

d.) Estructura Interna.

Sabiendo que el tratado no le había sido solicitado se entiende que lo plantee como una exigencia personal, interpretando: "...que era parte de la obligacion q[ue] devo a V[uestra] Ma[gesta]d..." (f. 249v). Anuncia una rápida lectura aclarando que ha escrito: "...huyendo de toda prolixidad, a causa de los graves y continuos negocios de V[uestra] Ma[gesta]d usando de tal brevedad que antes de luz que cause oscuridad al lector" (f. 249v). Su propósito parece conseguido. Intenta explicar qué es la chymia y determinar sus variados objetivos. Lo hace siendo consciente de que va dirigido a una persona muy ocupada y no especializada en la materia, por lo que decide sintetizar, dar definiciones breves y descripciones concretas. De igual modo, basta una vistazo general para constatar el ordenado modo de exposición. La obra se organiza a partir de un índice temático repartido en seis capítulos.

El primero es un pequeño prefacio dedicado a "...su Mag[esta]d Catholica" en el que la "chymia" aparece incluida en el conjunto "...de la philosophia natural" (fol. 248v).

Los tres siguientes corresponden a los tres tipos de prácticas "chymicas" diferenciadas por Stanihurst. Los apartados dedicados a aplicaciones terapéuticas son los de menor extensión y remiten a memoriales redactados con anterioridad.

Así, el segundo capítulo, muy corto, trata: "Del nombre de alchimia y de su primer efecto, haciendo medicinas que solam[ent]e curan las enfermedades humanas".

El tercero, algo más prolongado, se dedica al "...efecto que consiste en una medicina que cura solam[ent]e las enfermedades de los metales, y de la posibilidad suya".

El cuarto aborda con suma brevedad la "...medicina que cura las enfermedades humanas y las metalicas".

Esta clasificación establecida por el dublinés está basada en enciclopedistas de los siglos XVI y XVII. Según este patrón el "arte [al-]chymico" forma parte de la filosofía natural (más concretamente del estudio de los fenómenos naturales, también conocido como "Physica"), pero además es una disciplina compuesta, que incluye dos variantes diferenciadas por sus objetivos: una se concentra en la preparación de medicamentos específicos para el sanar el cuerpo humano y la otra en la confección de compuestos que logren la transmutación de los metales. Es un punto de vista parejo al del célebre clasificador de las ciencias Johan-Heinrich Alsted (1588-1638) cuando afirma en su "Systema physicae harmonicae": "Ciertamente la ciencia chymica es ya general, ya particular. La chymica general responde al nombre de physica. La chymica particular es, o crisopoetica, tratando de la transmutación; o iátrica, tratando de la medicina, de ahí su apelativo «chemiatria»" (103). Esta distinción entre "chymica iatrica" y "chymica chysopoetica" se corresponde con los dos primeros "efectos" reconocidos por Stanihurst. Ahora bien, el dublinés añade un tercero cuya labor se centra en la obtención de cierta substancia de virtud doble, terapéutica y transmutatoria a la vez, es lo que él define como: "...una medicina que cure las enfermedades humanas y metalicas el cual efecto assi como es el mejor en provecho, lo es tambien el mayor en dignida" (ff. 252v-253r). Se puede decir que con esta tercera opción integra la obra descrita en populares tratados medievales de amplia difusión en la Edad Moderna, tales como el "Testamentum" seudo-Luliano o el "Rosarium Philosophorum" seudo-Arnaldiano, en los que se defiende la obtención del "Lapis Philosophorum", un prodigioso agente universal de transmutación de los metales que también podía ser adaptado en para la cura de enfermedades (104) .

Tras esta explicación sistemática de los objetivos de su práctica reservará el resto del tratado para desarrollar las propuestas anunciadas en el capítulo tercero sobre la problemática en la fabricación de metales nobles. Sin embargo lo hace de un modo especial. No intenta instruir al Rey directamente en las operaciones necesarias para tales fines, bien al contrario asume que la posición de su lector se limita a una labor inversionista y por ello intenta regular una serie de pautas a seguir a la hora de financiar este tipo de procedimientos. Para todo ello dispone los capítulos quinto y sexto.

e.) Estilo de la obra, los temas y su distribución.

Los términos en los que expone su trabajo corresponden a los de un "noble arte" favorecido por diversos antepasados de Felipe II. Se centra en dos nombres: el duque de Borgoña Felipe III (1396-1467), llamado "El Bueno", y el rey de Nápoles Roberto de Anjou (1275-1343). Del primero dice que fue alquimista experto, incluso que: "...haviendo alcançado la perfecçion della, fue tan rico, y de tanto dinero y joyas que, con su prudençia, valor y riqueça en su tiempo fue tenido estimado por el terror de todos los Reyes de Europa..." (105) . Continúa haciéndose eco de una leyenda según la cual: "...instituyo la Orden del Tuson por el bien afortunado succeso que tuvo en alcançar la perfecçion deste arte, y ay autores graves, de opinión que la fabula poetica del vellocino dorado no fue otra cosa sino que esta secreta sciençia estava escripta muy a clara, y sin alguna figura oscura en un libro que estava encuadernado con un cuero de carnero, y que Jason, curioso del arte, trato amores con Medea, la qual hurto el libro a su padre y lo dio a su enamorado, con que Jason alcanzo gran riqueça" (106). El detalle es muy interesante, pues es el primer tratado del que tenemos noticia en el que se vincula explícitamente la Orden del Toisón de Oro con la alquimia (107). En principio Felipe el Bueno, Duque de Borgoña y Conde de Flandes, creó el 10 de Enero de 1430, en la iglesia de San Beltrán de la ciudad de Brujas, la Orden del Toisón de Oro, determinando que fuera "...la más ilustre de las órdenes de la caballería cristiana". En medio de una gran tensión política con el Reino de Francia la hermandad pretendía reagrupar en torno a Felipe a las principales personalidades flamencas y borgoñonas; buscaba fortalecer y afianzar su unión en un momento histórico en el que, gracias a Juana de Arco, la imagen del gobernante francés Carlos VII se revestía de un hálito sagrado que amenazaba las aspiraciones independentistas de la corte borgoñona. De igual modo le servía para evitar un juramento de fidelidad hacia Enrique VI de Inglaterra quien, apenas unos meses antes, le había invitado a incorporarse a la prestigiosa Orden de la Jarretera. Felipe rechazó el ofrecimiento, alegando que planeaba fundar su propia orden cortesana (108). Las crónicas de los primeros capítulos reunidos en Lille (1431, 1436), Brujas (1432, 1468, 1478), Dijón (1433), Bruselas (1435), Saint-Omer (1440, 1461), Gante (1445), Mons (1451), La Haya (1456), Valenciennes (1473), Hertogenbosch (1481) y Malinas (1491) evidencian los propósitos de la asamblea: divulgar la soberanía de la casa borgoñona y afianzar sus alianzas internacionales. Junto a esta función implícita, eminentemente política, la misión públicamente reconocida estaba muy bien delimitada, consistía en hacer revivir la antigua caballería cristiana. Los estatutos originales de 1430 fijaron 24 miembros de noble cuna. Se ampliaron a 31 en 1433. Se reunían en torno a la autoridad de un Gran Maestro, título que solamente podía ostentar un miembro de la familia de Borgoña. Junto a él se instituyó la figura del "Canciller", asociada a un alto cargo eclesiástico, cuyo primer titular fue el obispo de Nevers, Jean Germain. Los juramentos consistían en la defensa de la Fe Cristiana y una fidelidad indefectible a la Iglesia de Roma. Entre los motivos de expulsión se encontraban referencias a la "falta de valor en el campo de batalla" o la "afiliación a otras órdenes contrarias", no obstante la mayoría alude a irregularidades correspondientes al terreno de la religión: caer en la herejía, favorecer o auspiciar a herejes, traicionar la autoridad del Papa, etc. Con estas connotaciones religiosas no es extraño que el monarca español Felipe II, rey católico por antonomasia, mostrase gran respeto hacia esta colectividad de la que era titular y que había recibido del propio Felipe III de Borgoña a través de Carlos el Temerario (1433-1477), Maximiliano I de Habsburgo (1459-1519) y Carlos V de Alemania (1500-1558). Se puede apreciar que el trasfondo de la orden no tiene nada de alquímico sino que es claramente político-religioso. Según los documentos inaugurales el toisón de oro, sustraído por Jasón al dragón en tierras lejanas, representaba la ciudad de Jerusalén arrebatada por los cruzados europeos a los árabes en Tierra Santa. En registros tempranos se establece también una analogía entre el "Toisón Inmaculado de Gedeón" y la imagen de la Virgen María, patrona, junto a San Andrés, de la orden. Al margen de esta realidad histórica vemos que más de un siglo después de su institución circulaban rumores sobre un objetivo fundacional de carácter alquímico. El motivo de esta tardía interpretación radica en la difusión durante toda la centuria del XVI de una antigua leyenda contenida en el "Lexicon" de Suidas (siglo X) según la cual en la piel obtenida por Jasón estaba grabado el modo de fabricar oro por medio de artes "chimicas" (109) . En tiempos de Stanihurst se hacen eco de esta interpretación Lodovico Ricchieri (1460?-1525) (110), Theodor Zwinger (1533-1588) (111), Favorino Guarino (1450?-1537) (112), Iaccopo Mazzoni (1548-1598) (113), Antonio Ricciardi (1520?-1610) (114) y Johann Lange (1485-1565) (115). La "alquimización" del mito del toisón de oro parece acarrear una interpretación obscura de la orden del mismo nombre en los términos descritos por Richard Stanihurst. Para intentar dar alguna veracidad a esta suposición hace al Duque autor de un tratado de alquimia: "...escribió un sabio y sustancial tratado, en el qual confiesa haver obtenido el señorio della, no esta impreso dicho libro, mas hallase en París, mano escrito, en la Libreria de los Reyes, del qual he visto una copia, entre los notables libros que tiene Ernesto, Principe Elector de Colonia...." (116). No hemos encontrado en ninguna otra fuente, impresa o manuscrita, la menor referencia a un tratado de alquimia redactado por Felipe III de Borgoña. Tampoco hay datos históricos determinantes que indiquen la implicación directa de este personaje en prácticas alquímicas. En su defecto debemos considerar mecanismos seudoepigráficos por los cuales algún escrito sobre esta materia pueda haberle sido atribuido. Uno de los más corrientes consiste en hacer autor original a la persona a la que va dedicada una obra. En este sentido sí podemos contar con algún indicio (117).
El otro monarca al que alude es Roberto de Anjou. Lo hace en estos términos: "Roberto, Rey de Napoles, fue enseñado en esta misma sciençia del muy famoso philosopho Raymundo Lulio, natural de Mallorca, como paresce por diversos tratados que Raymundo dedico al mismo Rey"
(118) . Las obras a las que puede referirse son cuatro: "Ars operativa medica", "Apertorium", "Compendium animae transmutationis metallorum" y la "Epistola accurtationis". Según las investigaciones realizadas por Michela Pereira no son obras auténticas Ramón Llull, ni tampoco existió ningún tipo de apostolado alquímico por parte del célebre filósofo mallorquín hacia este rey Roberto (119).
Es muy significativa la forma en la que insiste en la riqueza de estos gobernantes, especialmente del primero, en las joyas y en el dinero que supuestamente obtuvo al dominar este arte. Con sus ejemplos Stanihurst invita a su lector a no despreciar el beneficio tangible de la disciplina que va a describir. Interpreta su utilidad en sentido material, algo que, si atendemos a los datos históricos, es lo que realmente interesaba a Felipe II de las transmutaciones alquímicas
(120). Buen conocedor de la sensibilidad real invita a: "...con todo su poder y riqueça, mantener la [crist]iandad, oprimir la infidelidad, defender la religión Catholica, destruir a los abominables lutheranos, y calvenistas, pelear por Dios, y contra el diablo..." (121).
El capítulo primero lo inicia con una aproximación etimológica de la disciplina a tratar: "Entre diversas opiniones de diversos autores, hallo ser mas verosimil que esta palabra griega, «chimia», de deribe del berbo griego «cheo» q[ue] significa fundir, por cuanto los chimistas son forçados muchas vezes a trabajar en fundir los metales y minerales para su mejor preparacion, y de aqui paresçe que este arte chimica tomo el nom[br]e, a la cual los arabes añadieron su articulo «al», y asi de «chimia» hicieron «alchimia»..." (f. 249v). Esta hipótesis está muy documentada en el siglo XVI. Sería muy extenso, y por otra parte innecesario, citar todas las referencias similares resultado de la querencia etimologista de esta época y que, en lo referente a la alquimia, tiene como compendio más variado el "De arte metallicae metamophorseos" de Faniano, editado en Basilea en 1560. La reivindicación del vocablo "chimia", entendido de modo diverso e infrecuente en los escritos medievales, se puede considerar un cultismo difundido por el humanismo helenista, resultado de la recuperación desde la centuria del XV de variadas obras sobre la
chmeia de antiguos autores greco-romanos y bizantinos (122) .
En las líneas siguientes del tratado, junto con algunas frases del prefacio, encontraremos manifestaciones fundamentales para acercarnos al concepto general de la "chymica" que tenía Stanihurst. Para entender su punto de vista debemos comenzar sopesando la situación turbulenta de la alquimia en el siglo XVI.
Desde su introducción en Europa la mayoría de los escolásticos abordaron este tema desde la estructura conceptual de las categorías aristotélicas y la identificaron con un "ars" o "sciencia minor" capaz de realizar de manera práctica la "conversión de las especies naturales", principalmente de las especies metálicas.
Desde su rango de arte mecánico su dimensión teórica estaba supeditada a la "physica", la ciencia general encargada del estudio de los fenómenos naturales, de la que tomaba abundantes ideas y disposiciones tanto particulares como generales
(123) . Ahora bien, la base epistemológica se complica desde finales del siglo XIII, y sobre todo en el XIV y XV, cuando numerosos autores hacen llegar su discurso hasta el terreno del prodigio sobrenatural (124).
La impotencia a la hora de justificar sus continuos fracasos en la transmutación metálica los conduce a arrogarse un grado especial pretendiendo ser una ciencia revelada y divina. Se apoyan en la arbitrariedad de una supuesta revelación misteriosa tratando de justificar la imposibilidad de garantizar un éxito sistemático en los resultados de sus operaciones transmutatorias. Se integra de esta manera el tema hermético del alquimista como manipulador de extraordinarias fuerzas ocultas de orden sobrenatural
(125).
La alquimia a modo de "industria milagrosa", de arte liberal, superior a la filosofía aristotélica, independiente, cuyos prodigios y operaciones sobrepasan la capacidad de la razón, siendo inspirados directamente por Dios, se perpetúa en bastantes plumas de la centuria del cuatrocientos y llega con abundancia de ejemplos a la del quinientos
(126). Este discurso gana terreno desde comienzos del siglo XVI entre el gran número de aficionados que prolifera en Europa gracias a la vulgarización de los tratados producida con la aparición de la imprenta. En muchos casos surgen autores con ciertos conocimientos teóricos y bibliográficos pero cuyo ejercicio práctico era escaso. Las doctrinas de insuficiente peso argumental se multiplican complicando sus móviles, sobre todo en lo relacionado con la misteriosa preparación de un agente de transmutación universal, generalmente denominado "Lapis philosophorum" (127) . Se desarrollan unos sistemas especulativos libremente basados en ciencias obscuras u ocultas (la cábala, la magia y la astrología) en perjuicio de los márgenes del razonamiento delimitados por la "physica" y la "Philosophia Naturalis" (128). Theodor Zwinger y otros enciclopedistas recogen este legado dejando constancia de un punto de vista según el cual el: "...chymicus vero bifariam consideratur. Est enim una pars chymiae naturalis, altera vero supernaturalis" (129). El reconocimiento de una "chymia" natural junto a otra sobrenatural marca las relaciones de la alquimia con los estamentos oficiales, tanto académicos como eclesiásticos, en el siglo XVI (130). En este contexto las destilaciones y la extracción de esencias iban alcanzado cierto reconocimiento a causa de su provecho en medicina, sobre todo entre boticarios y cirujanos (131). Es obvio que la tecnología desarrollada por los alquimistas y muchos de sus procedimientos tenían una utilidad cierta, pero durante toda la centuria del quinientos es de igual forma innegable que fue tratada como una práctica marginal por la mayoría de los representantes de la ciencia institucional. En este aspecto Paracelso y algunos de sus seguidores lograron dar a la "chymia" un impulso que no se detendría al centrarse en la investigación experimental y no en una mera justificación teórica. Defendieron la revisión de las autoridades clásicas, mostrándose partidarios de la experimentación directa y de la observación de la naturaleza como procedimiento seguro. Empero, para las instituciones académicas era sin duda complicado asimilar una disciplina con discursos cargados de fenómenos prodigiosos, sometidos además a modos de transmisión secretos o codificados.
En el tratado de Stanihurst, por ejemplo, no encontramos una disertación sometida al prodigio sobrenatural, ni a las maravillas del "milagro químico". Es interesante observar la carencia de epítetos del tipo de "ciencia revelada", "ciencia divina", "arte sagrado" u "obra bendita", habituales en otras plumas del siglo XVI que nos trasladan a un delicado terreno epistemológico relacionado con la revelación y la sacralidad
(132) . Es más, las intervenciones extraordinarias las cataloga dentro de las malas artes practicadas por falsos alquimistas al sostener que: "...tales burladores usan algunas veces supersticiones y palabras magicas, y con esto, no se siguiendo la fuerça de naturaleza..." (fol. 256r). No intenta franquear el terreno de la "physica" para ahondar en la metafísica o plantear una teoría general y abstracta sobre las causas primeras de las cosas. Nuestro autor no traspasa la esfera natural, recupera la idea de que su "chymia" es simplemente una "...parte de la philosophia natural" (fol. 248v). No reclama intervenciones numinosas sino un estudio disciplinado de la parte de la ciencia que se encargaba de dar explicación a los fenómenos naturales y dice reconocer al buen alquimista verificando si: "...entiende la philosophia [natural], y cierto q[ue] si no la sabe y entiende muy bien que es dinero perdido lo que con el se gastare, considerando que estas mediçinas, digo las del segundo y terçero genero, son los mas profundos misterios que ay en toda la philosophia natural..." (ff. 254r-254v). La advertencia de Stanihurst es comprensible en esta época en la que algunos representantes de las ciencias oficiales, como él mismo, estaban asimilando las posibles utilidades de la alquimia mientras hacían notar la escasa formación académica de muchos de los que pretendían dominarla siendo en realidad desconocedores de la filosofía, la física, la lógica... Con este panorama hombres de ciencia del tipo de Conrad Gesner admitían el buen provecho de variadas operaciones y técnicas particulares mientras que, al mismo tiempo, alertaban a sus contemporáneos sobre el bajo nivel cultural del género de los alquimistas, la mayoría de ellos "iletrados" según sus palabras (133) . Richard Stanihurst se expresa a renglón seguido en términos similares a los de Gesner, planteando la imposibilidad de que un hombre sin una completa preparación pueda abundar en la teoría alquímica solamente con su "discurso natural", esto es, innato, llano y si formar: "...y, por tanto, como podra ser que un ignorante con solo discurso natural y su propia industria venga a alcanzar tanta perfection. Y assi considero bien este punto el mismo Ripleo, respondiendo a los ignorantes lectores que culpavan los philosophos por escribir tan obscuramente, dize estas palabras: los ignorantes culpan a los philosophos, mas ellos deven ser culpados que, no siendo letrados, tratan de philosophia" (ff. 254r-254v).
También es apreciable el modo en el que el dublinés intenta enaltecer su práctica, algo lógico si tenemos en cuenta, según acabamos de explicar, el vilipendio habitual de los "experimentos chymicos" entre no pocos representantes de las instituciones oficiales. Su "chymia" es para él un "arte noble" (fol. 248v) y las experiencias más habituales en las que se ve implicado, como las destilaciones, son igualmente dignificadas al hablar sobre la: "...muy noble sciençia de la destilaçion" (fol. 250v). En esta dinámica no puede dejar de aludir a: "...los medicos que no solamente ygnoran la destilacion [...] mas son contrarios y repugnan a la extraction de los metales..." (fol. 250v) lo que nos traslada al enfrentamiento entre clínicos galenistas e iatroquímicos.
Otro detalle significativo en el procedimiento argumentativo del autor se puede apreciar a lo largo de todo el capítulo tercero. Mientras explica las hipótesis sobre la transmutación metálica comprobamos que no lo hace de un modo dogmático sino apoyado en el discurso racional, abriéndose a diversas opiniones de los "philosophos chimicos" (f. 251v) y reconociendo la necesidad de dejar este debate "...para las escuelas" (f. 251v).
Siguiendo el método científico del hombre del Renacimiento no limita sus explicaciones al campo teórico sino que abunda en los ejemplos prácticos. En el capítulo tercero establece la necesidad de un apoyo experimental que confirme los presupuestos especulativos, rasgo que diferencia gran parte de la ciencia renacentista de la desarrollada durante la Edad Media. El dublinés nos habla de lo que "...la experiençia assi mismo verifica..." (f. 251v) y expone a su lector diversos casos intentando demostrar experimentalmente la efectividad de la transmutación.

Estos detalles nos muestran que la asimilación de la actividad alquímica por parte de ciertas figuras salidas de ambientes académicos, como el propio Stanihurst, venía compañada de un proceso de integración con las exigencias propias de una disciplina oficial que estudia fenómenos naturales y lo hace basándose en el discurso confirmado por la experiencia. No obstante se trata de un proceso generalmente incompleto en el que no existe una norma unificada, quedando a juicio particular del autor. En el caso del dublinés se conservan elementos que defienden partes de la alquimia a modo de "obra secreta" tal y como podemos apreciar si nos centramos en el análisis del lenguaje utilizado en el "Toque de Alquimia". Dentro de este aspecto, y antes de establecer una opinión válida, debemos comprobar si el autor prefiere una norma de designación indirecta, mediante metáforas, prosopopeyas o metonimias, tan del gusto hermetista, o bien se inclina hacia una claridad referencial expresada en un significado léxico directo. Aportaremos a modo de introducción unas breves observaciones de carácter contextual que nos permitan comprender la redacción de una escrito con las características del que aquí afrontamos.

Comenzaremos por advertir que, siempre situados en la época de Stanihurst, junto a las consideraciones de orden sobrenatural ya mencionadas es obligatorio reparar en un segundo elemento que no favorecía en nada la aproximación de lo alquímico a las instituciones académicas oficiales, a saber: el lenguaje cifrado y obscuro de sus tratados. Las abundantes obras que narran los procesos involucrados en la confección del "Lapis philosophorum" se redactan siguiendo un estilo figurativo complejo, paradójico en muchos casos, codificado y de difícil acceso. Los procedimientos de ocultación proliferan, jeroglíficos, alegorías, enigmas, metáforas, parábolas, toda una estética literaria cuajada de métodos oclusivos. Tal y como dice Frank Greiner: "A pesar de su pesimismo lingüístico asimilando el signo verbal a un simulacro del concepto o de la cosa, los filósofos no se resignan, sin embargo, al silencio. La necesidad de establecer un dominio teórico sobre lo verdadero, o de expresarse para fijar sus ideas o transmitirlas, los conduce a adoptar una actitud ambigua constituyendo el libro en epifanía, pero también en ocultación de la verdad" (134) . Se pergeñan entonces toda una larga serie de manuales, muchos de ellos famosos seudoepigráficos, en los que la elaboración del "Lapis philosophorum" implica un conocimiento limitado por el secreto (135). Al mismo tiempo, por medio de narraciones ejemplares se recrea un método de enseñanza no institucionalizado, donde el autor aprende a lo largo de sus viajes de modo autárquico, a todas luces autodidacta, tal y como vemos en el popular "Livre de la philosophie naturelle des métaux" de Denis Zecaire o en el "Livre de vénérable docteur allemant messire Bernard, comte de la Marche Trevisan" (136). Son relatos que introducen al lector en una historia dramática en la que se desenvuelve una búsqueda procelosa, dilatada durante decenios a través de diferentes regiones y ciudades. El "Discours d'Autheur incertain sur la pierre des philosophes", anónimo terminado en 1590, da un paso más en este estilo abogando por la naturaleza iniciática del aprendizaje (137) . El protagonista se arrastra durante años entre "sofistas" y "sopladores", gastando miles de ducados en una demanda infructuosa hasta su iniciación en los "misterios" de la "ciencia divina" por medio de un "filósofo español" que le señala los "buenos libros" a consultar. Tiempo después su preparación se afianza gracias a la intervención de un "filósofo inglés" que le insta a "tener fe" en la obra que pretende realizar y le testimonia la efectividad de su arte transmutando en oro distintas onzas de mercurio y estaño. La historia llega a su culmen cuando el narrador recibe dos revelaciones sucesivas en forma de sueños alegóricos (138). Como síntesis de este estilo narrativo aparece el famoso "Livre des Figures Hiéroglyphiques" del pseudo-Flamel, estampado en 1612. Su composición denota todas las influencias citadas. Vemos en él perfectamente trazados los procesos de transmisión de secretos sobre el "Lapis philosophorum" (que el ficticio Flamel recibe en las enigmáticas láminas de un mítico libro de origen judío y transmite posteriormente desde los relieves de una arcada), las alusiones al estudio autodidacta, la fe ciega en un objetivo dudoso desde el punto de vista empírico y, finalmente, la iniciación misteriosa acontecida durante el deambular del alquimista errante, esta vez por tierras del norte de España (139).
Este tipo de relatos iniciáticos constituyen el grado más intenso dentro de la exhibición de la alquimia como una obra reservada, deliberadamente ocultada y, aunque la idea de la necesidad de un encubrimiento es expresada de modo diverso, está muy arraigada entre una mayoría de plumas en la Edad Moderna
(140) . En el período que más nos interesa aquí, y que nos sitúa entre los contemporáneos de Richard Stanihurst, se hace notar una corriente moderadora que tiende a tratar con cierto detalle el estilo literario de los textos. Un modelo paradigmático en este sentido es el "De alchemiæ difficultatibus" de Theobald van Hoghelande (1560?-1608), publicado en 1594 (141) . Se reconoce aquí una reflexión en la que no existe un rechazo radical al abundante secretismo, sino más bien un repaso de las estrategias de ocultación más frecuentes acompañada de una incitación a tratar los temas con mayor habilidad verbal, todo ello asumiendo el secreto como una característica inherente a la propia alquimia, e incluso necesaria.
Este talante encuentra su adverso en ciertos manuales desde los que se transmiten modos de exposición más claros y abiertos sobre las aplicaciones metalúrgicas o terapéuticas de la "chimia-alchimia". Renunciando a una transmisión del saber por medio de un proceso mistérico de iniciación se desliza la necesidad de sustituir el método iniciático por otro pedagógico según vemos en la "Alchemia" de Andreas Libavius (1540-1616) y en la "Basilica Chymica" de Oswald Croll (1560-1609)
(142) .
En el "Toque de Alquimia" Stanihurst denota una postura intermedia. Cuando habla del "primer efecto" de la chymia, dedicado a confeccionar "...medicinas que solam[ent]e curan las enfermedades humanas...", lo hace en los términos de unos procedimientos, basados en su mayoría en la destilación, que circulan de un modo público por el continente europeo: "...Los que siguen la primera parte ponen todo su cuydado y trabajo en distilaciones [insertado entre líneas: y extractiones] de yerbas, de gomas, de piedras preciossas, de minerales como vitriol, como açufre, antomonio o semejantes, y aun la extraccion de metales como oro, plata y los demas cinco metales. Los efectos notables questas distilaciones y extractiones hazen en sanar las enfermedades del cuerpo humano, y en conservarlos en salud, no solamente se trata en los libros de los philosophos, mas en este nuestro tiempo es notablemente notorio en las partes de Europa donde de ordinario se usan, como en Italia, Françia y especialmente en Alemania, y la experiencia muestra que con esta medicina sanan muchas enfermedades que por la via ordinaria son incurables, o casi imposible de curar, como la gota, la piedra, colicapassión, consumpcion, quartanas, la ydropesia, la lepra y el mal françes..." (f. 240r). Hemos comprobado con anterioridad que el cometido del dublinés en El Escorial consistía en instruir a los técnicos del laboratorio de destilados en la preparación de este tipo de medicamentos, y es obvio que realizaba la tarea encomendada siguiendo una didáctica abierta, al menos tanto de cara al Rey como a su boticario principal Francisco de Bonilla. Su comportamiento no puede ser considerado un caso excepcional. La pública declaración de este género de operaciones se había generalizado a lo largo de toda la centuria, e incluso en fechas cercanas a la redacción del "Toque de Alquimia" cristalizaron los primeros focos de enseñanza oficial. En 1591 la Universidad de Valencia creó una cátedra, pionera en el viejo continente, para el estudio de los medicamentos chymicos titulada "De remediis morborum secretis" y dirigida por el médico paracelsista Lorenzo Cózar
(143) . En el resto de Europa Andreas Libavius escribía contra aquellos médicos que guardaban sus más efectivas prácticas terapéuticas (lat. artificia) como si se tratara de secretos (lat. arcanum), e instaba a los iatroquímicos a establecer una enseñanza de dominio público basada en una disposición metódica (lat. dispositione methodica) del "arte chymico" (144) . Siendo la de Libavius la posición particular más progresista, el proceso divulgativo, hablando en términos generales, está cargado de abundantes y significativos matices. Así, por ejemplo, en la alemana Universidad de Marburgo se reconoció el estudio de la "chymica iatrica" desde 1609, siendo incluida con el nombre de "chymiatria" como una asignatura más dentro del currículum médico, sin embargo a pesar del establecimiento de un método pedagógico institucionalizado la asignatura tenía la consideración de "materia reservada" y su enseñanza venía regulada por una relación contractual en la que el alumno se comprometía a no difundir lo aprendido sin el permiso expreso del profesor (145).
En el caso de Stanihurst el "secreto" hace siempre referencia al ejercicio de las transmutaciones metálicas o, como él mismo dice, al proceso de confección de medicinas para "curar las enfermedades de los metales"
(146). De igual forma, aunque para él la elaboración de estas substancias productoras de metales preciosos demanda esfuerzo en el estudio y un gran conocimiento de la "Philosophia natural" las técnicas aplicadas no requieren un material costoso, lo que hace que puedan ser adquiridas por un individuo sin fuerte apoyo económico (147). En los dos últimos capítulos de su tratado intenta regular ciertas normas preceptivas para los inversores a la hora de contratar a estas personas, indicando las pautas a seguir a la hora de examinar sus posibles garantías (148).

Si se pretende que la persona trabaje en la obtención de estos productos aconseja fijarse en cuatro detalles:

  1. En su opinión: "...la primera cosa que se debe considerar es la vida del philosopho, porque si es dado a viçios poca esperança se puede tener del buen suceso de sus obras. Pongo esta señal no como infalible o necessaria, sino como una conjetura provable..." (f. 254r).
  2. En segundo lugar comenta "...que consideremos si el philosopho entiende la philosophia..." (f. 254r). Se trata de un aspecto ya aludido por nosotros que hace referencia a la necesidad de un estudio amplio de los fenómenos naturales y la negación por parte del irlandés de un conocimiento innato o espontáneo.
  3. "La tercera es que, si el philosopho pide, para obrar las dichas medicinas del segundo y terçero genero materiales q[ue] valgan mucho dinero, se puede asegurar o que su intencion es de engañar o su sciençia es muy poca" (f. 254v). En su opinión la obtención de metales preciosos por medio de artes chymicas "...consiste en mucho saver y poco dinero..." (f. 254v).
  4. "La quarta es que se observe y tenga quenta si el philosopho, en la operacion de la segunda y terçera medicina (que destas dos trato principalmente en este lugar), obra con yerbas o con vino vulgar, o aguardiente o tales vegetales, o si pide materiales que con gran dificultad, y en pocos lugares del mundo se pueden hallar..." (ff. 254v-255r). Vemos que elimina de estas dos medicinas los constituyentes vegetales y considera que las materias primas no son raras sino accesibles a todo el mundo.

Si al inversionista se le presenta un sujeto con un producto ya preparado para la transmutación "...deve examinar y procurar de saber si sabe el mismo [sic est: el presunto alquimista] de hacer la tal medicina realmente..." (f. 255v). En cualquier caso recomienda la máxima alerta a la hora de probar la efectividad de lo ofrecido, ya que los artificios engañosos son muy abundantes. Nos apunta un caso concreto: "Otros toman carbones, y haciéndoles agujeros echan dentro polvos de oro tapandolos con çera, y quando el crisol esta al fuego con el azogue ponen enzima los dichos carbones, derritese la çera, los polvos caen y se funden, y el azogue se desvaneçe en humo. Con este engaño, un bragadin hara tres años burlo a unos ciudadanos venecianos, y despues, pensando engañar al Duque de Baviera de la misma manera, descubrio el Duque su trampa y le mando por ello cortar la cabeza, que se executo" (f. 256r). El "Bragadín" mencionado fue un farsante que se hacía llamar Marco Antonio Bragadino. Al menos con ese nombre se dio a conocer en la ciudad de Venecia, donde quiso pasar por pariente del general Bragadino, muerto heroicamente en Chipre a manos de los turcos. El impostor se promocionó durante meses la imagen de prodigioso hacedor de oro. El renombrado teólogo y naturalista Paolo Sarpi (1552-1623) organizó en 1589, con la colaboración de varios amigos, una mascarada, mezcla de carnaval y burla, ridiculizando públicamente la figura de este alquimista charlatán. En 1590 marchó a tierras germanas para entrar al servicio del duque Guillermo V de Baviera (1548-1626) al que prometió fabricar grandes cantidades de oro (149) . Comprobada su mentira se le acusó de invocar al diablo para intentar llevar a cabo sus estériles transmutaciones. Fue ejecutado en 1591 por ejercer estas "...falsas mudanzas basadas en la nigromancia" (150). El hecho de que Stanihurst mencione este caso en particular no parece ser casual. En importantes manuales redactados por teólogos y moralistas católicos la pena capital administrada a Bragadino recibe el tratamiento de una acción ejemplarizante. Al menos así lo apreciamos en plumas vinculadas a la Orden Jesuita (151). Gregorio de Valencia (1551-1603), eminente teólogo jesuita que no niega la posibilidad de la transmutación metálica, es el primero en recomendar la alerta ante estos timadores. La mención que hace del caso sucedido en Baviera el mismo año de publicación de su "Commentariorum theologicorum tomi IIII" (1591) pone de relieve el rápido eco de este suceso entre los miembros de su Compañía (152). De forma similar se pronuncia el Padre Martín Antonio del Río (1551-1608). Este famoso teólogo jesuita se movió mucho tiempo en un entorno cercano al de Stanihurst en las ciudades de Lieja, Lovaina y Antwerp. De hecho ambos compartieron la amistad del obispo de Lieja y mantuvieron estrechas relaciones con Justus Lipsius. En sus famosos "Disquisitionum magicarum libri sex", redactados en 1596 y editados por primera vez en 1599 acepta la posibilidad de la crisopeya, pero advierte sobre el peligro de creer en fraudes y engaños como los perpetrados por Marco Bragadino (153). Otros miembros de la Compañía de Jesús que mencionan el ajusticiamiento son Lelio Bisciola (1539-1629) y Paulo Comitoli (1544-1626) (154).

En el siguiente párrafo se aborda la problemática de las invocaciones al demonio que tanto parecen interesar a los prelados católicos: "...y estos tales burladores usan algunas veces supersticiones y palabras magicas, y con esto, no se siguiendo la fuerça de naturaleza, sino el ayuda del diablo, burlan a los que estan presentes con fantasias magicas, y assi las mas vezes estos magicos no quieren que esten presentes cuando hacen alguna prueva personas devotas..." (ff. 256r-156v). Este supuesto ya fue planteado a finales del siglo XIV por el inquisidor Nicolás Eymerich en su "Epistola contra alchimistas". Según su opinión, la doctrina cristiana concede al demonio cierto poder sobre las sustancias materiales. Entre estas facultades estaría la de localizar metales nobles y piedras preciosas de tal forma que, aunque no fuera capaz de crear oro sí podría trasladarlo de un lugar a otro mediante artes mágicas y entregarlo a aquellos alquimistas obsesionados con la obtención de riquezas que le rindiera culto (155) . Contemporáneos de Richard Stanihurst ya aludidos, del tipo de Gregorio de Valencia o Martín del Río, reflejan en términos similares a los del dublinés la posibilidad de caer en estos pactos con el demonio (156) .

Con todo, Stanihurst es un hombre que defiende la posibilidad de elaborar metales nobles por procedimientos alquímicos. Recomienda, eso sí, mucha prudencia en la inversión debido al elevado número de timadores, pero considera que la labor es realizable: "...no es assimismo cordura menospreciar todas las cosas que de primera faz no podemos alcanzar ni concebir. Porque si Colon no fuera creydo, o puesta en effecto su offerta por algun principe, sino menospreciado de todos, claro esta que hasta ahora las Indias estuvieran por descubrir.." (f. 253v). Al margen de las operaciones que dice haber presenciado en Londres menciona un caso demostrativo particular: "...que un metal se pueda convertir en otro Paracelso lo prueva manifiestamente, porque dice que cierta agua mineral de caparrosa que ay en Alemania que los moradores cerca della están acostumbrados a echar dentro de dicha agua planchas delgadas de hierro, y dexandolas alli algunos messes las hallan despues convertidas en cobre, esto cuenta como cosa muy notoria y savida en Alemania" (f. 252r). Aunque no lo cita literalmente, la fuente del relato es un apócrifo del Corpus Paracélsico titulado "Libellus de tinctura physicorum", redactado alrededor de 1568, ampliamente difundido desde 1570 junto a algunas de las polémicas "Archidoxas" estampadas entre 1569 y 1582 (157) . Concretamente el capítulo sexto describe un suceso, muy frecuente en las localidades de Zifferbrunnen y Kuttenberg, en el que el hierro parece convertirse en cobre tras sumergirlo largo tiempo en unas aguas vitriólicas propias de aquellas tierras (158) . La anécdota merece un pequeño comentario, puesto que no ha sido elegida al azar, de hecho es uno de los ejemplos fundamentales sobre los que se estaba desarrollando un debate a nivel académico sobre la posibilidad de la transmutación metálica .
El anónimo redactor del "Libellus de tinctura physicorum" no es el primero en atestiguar este fenómeno, conocido desde la Antigüedad. En el siglo de Stanihurst fue Georg Bauer, latinizado "Georgius Agricola" (1494-1555), el responsable de popularizarlo al mencionarlo en su obra "De natura eorum quae effluunt ex terra"
(159). En Inglaterra está documentado el ensayo realizado en 1579 por William Medley, responsable de las "Reales Minas", con el fin de transmutar grandes cantidades de hierro en cobre intentando reproducir el proceso a gran escala, así lo afirma Sir John Wyn of Gwydir (1553-1626) en su cartas: "A great project had been carrying on now for two or three years, of Alchymy, William Medley, being the great undertaker, to turn iron into copper. Sir Thomas Smith Lord Burghley Secretary of State, had by some Experiments made before him, a great Opinion of it...". El médico y naturalista Andrea Cesalpino (1519-1603) también da credibilidad a este tipo de operación en sus "De metallici libri tres" de 1596 (160). Georg Engelhard von Löhneyss (1552-1622), inspector general y superintendente de minas del Duque de Brunswick-Wolfenbüttel, insiste también en que se trata de un hecho comprobado (161). La posibilidad de este supuesto fenómeno natural atizaba la polémica discusión sobre la evidencia de la transmutación metálica en las instituciones académicas donde la "filosofía química", difundida sobre todo por el movimiento paracelsista, se introducía con cierta pujanza. En medio de esta controversia el "chymicus" Nicolas Guibert (1547?-1620?), graduado en medicina por la Universidad de Perugia, redactó en 1603 un tratado dedicado a negar categóricamente la transmutación, y lo hizo refutando los ejemplos prácticos más conocidos. Alegaba que el cobre obtenido era una imitación y no el auténtico metal (162) . El texto provocó una repuesta de Andreas Libavius que tuvo su correspondiente contraréplica unos años más tarde (163).
Angelo Sala (1576-1637) entró en la polémica elaborando una primera respuesta, no del todo correcta pero sí bien orientada, al resolver que debía tratarse de una permuta de las partes debida a la precipitación del cobre presente en las "aguas vitriólicas"
(164). Un caso especialmente significativo dentro de esta controversia es el del médico alemán Daniel Sennert (1572-1637), uno de los más prestigiosos chymicos de su tiempo. En la primera edición de su "De Chymicorum cum Aristotelicis et Galenicis consensu ac dissensu" se mofa de Guibert, al que tilda de necio por negar que se produzca la transmutación del hierro en cobre y comenta que entre los técnicos metalúrgicos de Alemania se alababa la pureza del metal obtenido. En su opinión: "...homine imperito nihil est ineptius" (165) . Sin embargo durante la publicación póstuma de sus obras uno de sus editores introdujo nuevos comentarios localizados en una primera edición glosada en forma manuscrita por el propio Sennert (166) . En esta relectura vuelve a incidir en que el cobre obtenido es verídico, pero ya no afirma que sea producto de una transmutación, sino de una separación en la solución vitriólica que se fija en el hierro a la vez que lo va "disolviendo" para ocupar su lugar. Alrededor del año 1630 Joaquim Jungius (1587-1657) formulaba una opinión sustentada en su propia teoría atomista. Desde su punto vista había que observar la solución en la que era introducido el metal, ya que cambiaba paulatinamente de color, del azul propio del vitriolo de cobre al verdoso del vitriolo de hierro. Para Jungius esto significaba un intercambio entre átomos de hierro y cobre (167).
A finales del XVII similares reacciones redox merecieron la atención de todos los químicos. Lemery (1645-1715) describe con total naturalidad el proceso de substitución entre cobre y plata
(168). En España la polémica llega muy tarde. Es atizada varias veces por Francisco Antonio de Tejeda (llamado "Teófilo") y siempre replicada por Benito Feijoo (169).
Todo el episodio tiene una explicación ajena a las pretensiones transmutatorias.
Como hemos comentado se trata de una simple reacción redox. Este tipo de operaciones implican un proceso simultáneo en el que un reactivo pierde electrones (Oxidación) para que otro los gane (Reducción). En el caso que nos ocupa, al introducir una lámina de hierro (Fe) en una disolución de Sulfato de Cobre (CuSo4) obtendremos cobre (Cu) y Sulfato Ferroso (FeSO4). La ecuación química del proceso, muy sencilla de representar, sería la siguiente:

Fe + CuSO4 à FeSO4 + Cu++

Cuando el hierro es colocado dentro de la disolución acuosa de Sulfato de Cobre puede observarse a simple vista la pérdida paulatina del color azul intenso de la disolución, propio de los iones Cu++, al tiempo que el cobre aparece por toda la superficie de la lámina sustituyendo al material original. Esto significa que el hierro se oxida liberando electrones (170) que toma el cobre (171) para formar átomos y depositarse en el lugar que ocupaba el hierro (172). Para comprobar que estamos en lo cierto podemos calentar la muestra (estaríamos usando un catalizador) hasta destruir la reacción, desprendiéndose de esta forma la parte cuprosa. Vemos entonces que el tamaño de la lámina disminuyó en la cantidad correspondiente al hierro oxidado. Si utilizamos zinc en lugar del hierro apreciaremos que la reacción se realiza más rápidamente, habrá una mayor dispersión de las moléculas de zinc a causa del mayor potencial de oxidación de esta sustancia.

 

f.) Fuentes del texto.

Algunas de las fuentes ya han sido mencionadas. Tal es el caso del "Libellus de tinctura physicorum" del pseudo-Paracelso. Su cita indica una lectura de las "Archidoxas" de 1570 (173) . Ahora que estamos con las obras atribuidas a Teofrasto que Stanihurst manejó, conviene recordar su conocimiento de la "Aurora philosophorum", ya tratado líneas arribas cuando hablamos de su "De Rebus in Hibernia Gestis". Lo mencionamos porque hay dos ideas del "Toque de Alquimia" que guardan relación directa con sendos capítulos de este tratado. Concretamente el contenido del capítulo XIX, "Sobre el Fuego Secreto de los Sabios", parece estimular la idea del dublinés acerca del fuego como factor determinante del tipo de obra que se pretende realizar: "La razon destos differentes effectos procede de la diversidad de los fuegos con que los philosophos hazen sus medicinas, los quales quatro fuegos dividen en quatro suertes: la primera, elemental, que consiste de leña carbon, y de semejante materia combustible; la segunda llaman fuego natural, por el qual cualquier cosa se conserva en su ser; el tercero se dice fuego contra natura, el cual es violento porque destruye toda naturaleza; el quarto es el fuego compuesto que consiste en una mixtura hecha del fuego natural y contra natura" (f. 253r). Del mismo modo el capítulo VI, "Sobre los Diferentes y Múltiples Errores que Concierenen a la Materia, su Conocimiento y su Auténtico Descubrimiento", insiste sobre el error de utilizar plantas o sabias vegetales por medio de nociones muy similares a las que transmite Stanihurst al recomendar: "...que se observe y tenga quenta si el philosopho, en la operacion de la segunda y terçera medicina (que destas dos trato principalmente en este lugar), obra con yerbas o con vino vulgar, o aguardiente o tales vegetales..." (ff.254v-255r). Podemos preguntarnos si fue Richard Stanihurst un paracelsista. Desafortunadamente el pequeño tratado apenas define cuestiones teóricas, tampoco proporciona información suficiente para permitirnos resolver el grado de implicación que tenía la doctrina de Paracelso en su terapéutica chymica. Las citas de obras atribuidas al médico alemán, unas auténticas, otras seudepigráficas, no resultan en absoluto concluyentes por sí mismas. No obstante aparecen siempre como auctoritas, lo que enlaza con un segundo dato. Nos referimos a la relación del dublinés con Ernesto de Wittelsbach, Arzobispo Elector de Colonia. En el "Toque de Alquimia" se nombra la biblioteca privada de este personaje (f. 249r), cuyos fondos fueron aprovechados por bastantes ilustrados católicos del entorno de Flandes, entre los que se encuentran Justus Lipsius o el mismo Stanihurst. Ahora bien, sabemos que Ernesto estuvo interesado en la transmutación metálica y la preparación de medicamentos (al)químicos. Robert Halleux ha sacado a la luz una serie de documentos que testimonian cierta atención por las ideas paracelsistas hacia finales del siglo XVI (entre 1580 y 1612), siempre en relación con la ciudad de Lieja, lugar de trabajo de Richard Stanihurst. Además, sabemos que, cuando nuestro protagonista irlandés abandonó El Escorial, Felipe II envió una carta de reconocimiento a Ernesto distinguiendo con agrado las experiencias realizadas por el dublinés en las dependencias del Real Monasterio. Esto parece indicar una intervención del Elector de Colonia en el viaje de Stanihurst a la Corte española. (174) .

Volviendo a las fuentes del "Toque de Alquimia", hay también dos alusiones al inglés George Ripley (1415?-1490), pertenecientes al tratado "The Compound of Alchemy". La primera nos lleva hasta la "puerta" dedicada a la putrefacción: "...Jorge Ripleo, philosopho ingles y sancto monje, dixo muy bien: si un philosopho vive virtuosamente, fíjate mejor en su philosophia" (f. 254r) (175) . La otra está tomada del prefacio al lector: "Y assi consideró bien este punto el mismo Ripleo, respondiendo a los ignorantes lectores que culpavan los philosophos por escribir tan obscuramente, dize estas palabras: los ignorantes culpan a los philosophos, mas ellos deven ser culpados que, no siendo letrados, tratan de philosophia" (ff.154r-254v) (176) .

Un caso especial dentro del pequeño conjunto de citas es el de Pietro Andrea Mattioli, porque es para el único que matiza autor, título de la obra, capítulo, así como lugar y año de edición: "...Math[iolo] Libr[i] Epistol[arum] Medicinalium, pag[ina] sig[nata] in edit[io] Lugdunum, anno1564. In nobilissima distilandi sciencia..." (f. 250v). Manifestar con semejante detalle una noticia de un libro en un escrito como el "Toque de Alquimia" dirigido a un solo lector, el rey Felipe II, no puede pasar desapercibido para nosotros. Explicitar tanto es una invitación a confirmar la fuente, e indica que la obra aludida debía ser de fácil acceso para el monarca en el Real Monasterio de El Escorial. Este punto parece probado por el hecho de que todavía se conserva allí el ejemplar exacto (177) . El dato es relevante pues nos sugiere que el dublinés debía tener acceso a los fondos de la biblioteca escurialense.

Hasta aquí llega el corto número de fuentes que implican un apoyo doctrinal en su utilización. El resto de autores recogidos en el texto se emplean con otro sentido. Mientras recurre a Mattiolo advierte: "...este autor ha sido uno de los mas famossos medicos que ha avido en nuestros tiempos, digo en la misma escuela que Galeno, Hipocrates y Avicena, y siendo medico desta profesion no se puede pensar que aya escrito las palabras que alego con passion..." (ff. 250r-250v). Encuadrando al italiano en la escuela de Galeno intenta demostrar a Felipe II que el empleo en medicina de técnicas "chymicas" también tenía sus defensores desde la ortodoxia galenista, mayoritaria dentro de la élite médica española y opuesta de manera bastante habitual a la utilización de este tipo de procedimientos relacionados con las destilaciones o las quintaesencias.
Finalmente Stanihurst menciona un filósofo llamado Alcuino para proponer una etimología desarrollada desde su particular sistema de definiciones. En un primer paso lo instala como inventor de un potente agente transmutatorio aplicable a todos los metales. Según opina, el oro que se obtenía con él era denominado en un principio "aurum alcuinicum" y, posteriormente, se deformó hasta dar la expresión "aurum alchimicum"
(178) . El argumento es completamente falaz. Ya desde la Baja Edad Media las substancias doradas que pretendían ser oro, fabricadas con procedimientos alquímicos, eran definidas generalmente con la expresión latina aurum alchimicum (sic est: oro de alquimia) e identificaba un producto sintético, artificial, diferenciado con este epíteto del oro natural extraído directamente de las minas. Lo encontramos significado así en escritos de importante divulgación como el decreto Papal "Spondent quas non exhibent" (179), o en la "Summa theologica" de Tomás de Aquino (180). La versión propuesta por Stanihurst, si bien es falsa, resulta desde luego muy original. Como ya indicara María Tausiet Carles es probable que el "...philosopho antiguo llamado Alcuinus..." al que se refiere no sea otro que Alcuino de York (735?-804) (181) . Los estudios que hemos consultado acerca de este autor no lo conectan de ninguna manera con la práctica de la alquimia (182). De igual modo, dos recientes conferencias monográficas dedicadas a analizar su influencia en la cultura de su tiempo no mencionan en ningún momento cualquier interés por la fabricación de substancias similares a las mencionadas por Stanihurst (183). Tampoco en su amplia producción epistolar aparece ninguna alusión parecida (184). Ha de recordarse que la alquimia no comienza a ser integrada en la cultura medieval europea hasta las primeras traducciones sistemáticas del siglo XII, muy lejos del siglo VIII del filósofo Alcuino. Lo más probable es que la etimología propuesta por el dublinés sea una interpretación personal de las leyendas medievales que hablan de un mítico personaje llamado "Alquimo" o "alchimo" como inventor de la "alchimia", definiendo bajo este último término tanto a una disciplina concreta como a las substancias que pretende fabricar (185).

g.) Fortuna de la obra.

La difusión del "Toque de Alquimia" es mínima. La única copia conservada indica que su distribución se limitó al rey Felipe II o, como mucho, al reducido entorno escurialense.
No conocemos ninguna obra española de la Edad Moderna que tenga entre sus fuentes a Richard Stanihurst. En todo caso sí podemos decir que las enseñanzas del dublinés, junto con la del resto de especialistas en operaciones chymicas enviados a El Escorial, parecen haberse conservado durante el siglo XVII en el pequeño ámbito de la botica del monasterio. Indicadores de esta situación son el destilador Juan del Castillo y el protomédico Andrés de Villacastín. El primero habla en su "Pharmacopea" del "...trabajo que tomé en la botica del Escorial de las quintas esencias, que es lo que mas, y con mayor efecto he aprendido en España", y sobre las destilaciones dice: "...es mejor que el curioso que lo quiziere saber lo vea hacer a un alquimista, y viéndolo lo aprenda mas presto que por dicho escrito, y para las quintas esencias al Escurial en la botica de San Jerónimo..."
(186). Por su parte el fraile jerónimo Andrés de Villacastín, boticario, médico y protomédico, redactó hacia 1684 una de las más encendidas defensas de la "chymia" aplicada a la medicina (187). Encontramos en esta obra algunos paralelismos con la de Stanihurst.

  1. Nobleza de la chymica y el apoyo recibido por antiguos reyes.
  2. Diferenciación entre una chymica transmutatoria y otra terapéutica.
  3. Referencia a su amplia divulgación en otras zonas de Europa en contraste con la carestía española.
  4. Mención de la defensa de la destilación que aparece en el "Epistolarum medicinalium..." de Pietro Andrea Mattiolo.
  5. Defensa del lenguaje enigmático de los alquimistas planteando la necesidad de estar instruido en él para no catalogarlo de increíble o "fabuloso".

Sin embargo estos puntos parejos no creemos que indiquen una filiación directa entre ambos textos, sino una utilización de fuentes comunes ya que se trata de elementos muy extendidos entre los iatroquímicos de los siglos XVI y XVII, incluída la cita de Mattiolo.

 

V. - Conclusión.

 

La presencia en España de Richard Stanihurst se muestra estrechamente relacionada con el interés de Felipe II en su asistencia médica. Es evidente que la figura del "monarca enfermo", trazada con nitidez durante gran parte de su largo reinado, solicitó el auxilio del galenismo académico, pero no es menos cierto que las afecciones crónicas y las crisis agudas obligaron a una búsqueda de tratamientos que diesen soluciones definitivas a sus patologías, lo que condujo a la prueba de todo tipo de tendencias terapéuticas. El medicamento químico es recurrido en varios momentos y por medio de representantes dispares. La invitación del professori de' secreti Leonardo Fioravanti y la contratación de técnicos en destilación de quintaesencias como Vincenzo Forte o Diego de Santiago son dos ejemplos evidentes. Stanihurst sería una tercera opción, representante esta vez de la chimica iatrica cuyo valor estaba cobrando fuerza en toda Europa en manos de los paracelsistas. Durante los dos primeros años la estancia del dublinés en El Escorial parece estar sometida a esta pauta. El tratado titulado "Toque de Alquimia" marca en su visita un punto de inflexión en el que, una vez bien desarrollada su función aleccionadora entre los técnicos del laboratorio de destilados, decide plantear al Rey la otra gran aplicación de la chimica cuyos fines estarían puestos en la obtención de metales preciosos. La respuesta de Felipe II nos es desconocida, aunque si atendemos a los pocos datos que nos han llegado la función básica de Stanihurst en el año y medio restante hasta su regreso a Lieja se reduce a la asistencia médica y a la asesoría en cuestiones de política exterior.


José Rodríguez Guerrero
Pedro Rojas García

 

 

 


 

- Enlaces de Interés.

Visita Virtual al Real Monasterio de El Escorial:
http://www.arsvirtual.com/monum/escorial.htm  

Centre For Neo-Latin Studies:
http://www.ucc.ie/acad/classics/CNLS/index.html

 


 

NOTAS

 

1. - Su padre, James, era protestante. Puede consultarse: - JAMES STANIHURST, (2000), "The Oration of James Stanihurst the Speaker of Parliament", en Tony Crowley (ed.), «The Politics of Language in Ireland 1366-1922», Routledge Publishers, Londres. - Este dato ha hecho pensar que Richard pudiera haber sido protestante en su juventud. A tal deducción ha contribuido una crítica a los "Gaellic Irish" incluida en una de sus primeras obras. Creemos que tales análisis no son correctos. Su comentario negativo parece reflejar una disputa entre católicos de diferentes ideas. - Vid. infra n. 12. - Hay más datos importantes a considerar. Si rastreamos las amistades y los entornos religisos de Richard Stanihurst en estos primeros años veremos su proximidad al catolicismo. Además, su hermana Margaret Stanihurst evidencia una educación católica en sus intentos (siempre estériles) de aproximar la doctrina Romana a su propio hijo James Usher (1580-1646), un importante reformista. Puede consultarse: - JAMES STANIHURST, (2000), "The Oration of James Stanihurst the Speaker of Parliament", en Tony Crowley (ed.), «The Politics of Language in Ireland 1366-1922», Routledge Publishers, Londres. (Para abandonar las notas y regresar al texto utilice la aplicación "atrás" o "anterior" disponible en la barra de herramientas de su navegador).

2. - A. WOOD, (1813-1820), "Athenae Oxonienses. A history of writers and bishops who attended Oxford between 1500-1695. A new edition, with additions by P. Bliss", 4 vols., Londres. - Previamente, en Irlanda, estudió en la Facultad de Pedagogía dirigida por Peter White, vivo detractor de la política isabelina en cuestiones religiosas. Esta institución fue en su tiempo un centro fundamental para la formación católica de la nobleza y la burgesía irlandesa. Allí coincidió con algunas de las más fervorosas personalidades del activismo católico irlandés de finales del siglo XVI y principios del XVII como: Patrick Comerford (1586-1652), Obispo de Waterford entre 1628 y 1652; Peter Lombard (1554-1625), Arzobispo de Armagh y Primado de Irlanda; y Luke Wadding (1588-1657), teólogo e historiador franciscano. - M. RONAN, (1950), "Waterford in Reformation Times", en: «Waterford News», 29th December, p. 2, col. 3: "I [sic. est. Luke Wadding] feel myself back again in the old schoolroom where, in company with Richard Stanihurst, Peter Lombard, and Patrick Comerford, I listen to the charming utterances of the Munster scholar. I can now see him as of old, with pointer in hand and map spread before him, cleaving the waters of the Piraeus – holding with a master-hand, to our young feasting eyes, the ruined but unrivalled beauties of the city with the violet crown". - Para todo este tema, véase: - PATRICK POWER, (1920), "Waterford Saints and Scholars (17th Century)", Waterford News, Waterford. - W. NOLAN & T. POWER, (1992), "Waterford : History and Society", Geography Publications, Dublín.

3. - R. STANIHURST, (1570), "Harmonia seu catena dialectica in Porphyrianos institutiones: summam difficiliorum quæstionum & solutionum breuiter & perspicuè complectens, ex optimis autoribus vndecunque conflata", apud Reginaldum Wolfium, Londres.

4. - Campion retornó en 1569 a Dubín, donde recibió la atención de Sir Henry Sidney y el patrocinio de James Stanihurst. Véase: - L. STEPHEN & S. LEE, (eds.), (1921), "Dictionary of National Biography", Oxford, III, p. 851.

5. - JOSEPH MCLAUGHLIN, (en prensa), "Richard Stanihurst", en W.J. MacCormack, (ed.), «Blackwell's Companion to Irish History», Oxford. - WILLY MALEY, (1996), "Spenser's View and Stanyhurst's Description", en «Notes and Queries», nº 241, 2, pp. 140-42.

6. - Edmund Campion fue uno de los mayores defensores de la autoridad religiosa de Roma en cuestiones de fe. Ante la creciente efervescencia del Anglicanismo marchó a Douai para formarse en teología. Tomo los hábitos Jesuítas en 1578 y tras una estancia en Praga regresó a su Inglaterra natal donde fue apresado y matirizado. Fue beatificado en 1886 y canonizado en 1970.

7. - VICENT P. CAREY, (en prensa), "Richard Stanihurst, Humanist Education and the Fitzgeralds of Kildare", en Thomas Finan (ed.), «Thomas More in His Time: Renaissance Humanism & Renaissance Law. International Thomas More Conference, St Patrick's College, Co Kildare, Ireland. 9-16 August, 1998», Maynooth.

8. - J. J. SILKE, (1973), "Irish Scholarship and the Renaissance, 1580-1673", en «Studies in the Renaissance», nº 20, pp. 169-206.

9. - R. STANIHURST, (1584), "De Rebus in Hibernia Gestis", apud Christophorum Plantinum, Antuerpiae/Lugduni Batauorum.

10. - COLM LENNONL, (1981), "Richard Stanihurst: the Dubliner, 1547-1618, a biography with a Stanihurst text On Ireland's Past", Irish Academic Press, Blackrock, [Traduce al inglés la primera parte de la De rebus in Hibernia gestis].

11. - COLM LENNON, (1978), "Richard Stanihurst (1547-1618) and Old English Identity", en «Irish Historical Studies», nº 21, p. 130.

12. - RICHARD STANIHURST, (1586), "A Treatise Conteining a plaine and perfect description of Ireland; with an Introduction to the better understanding of the histories apperteining to that Island", en Raphael Hollinshed & William Harrison (eds.), «Chronicles», Londres, p. 44: "The Irish man . . . termeth anie one of the English sept, and planted in Ireland, Bobdeagh Galteagh, that is, English churle: but if he be an Englishman borne, then he nameth him, Bobdeagh Saxonnegh, that is, a Saxon churle". - También establece una diferencia entre "Old English" y "Gaelic Irish", cf. Ibid. p. 44: "Before I attempt the unfolding of the maners of the meere Irish, I think it expedient, to forware thee reader, not to impute anie barbarous custome that shall here be laid downe, to the citizens, townsmen, and inhabitants of the English pale, in that they differe litle or nothing from the ancient customes and dispositions of their progenitors, the English and Welsh men, being therefore as mortallie behated of the Irish, as those that are born in England". Hoy sabemos que en Irlanda, y en aquellos tiempos, también existían diferencias en los ritos entre los católicos ingleses y los católicos gaélicos, de ahí la separación marcada por Stanihurst. Consultar: - JAMES P. MYERS JR. (ed.), (1988), "A Discovery of the True Causes Why Ireland Was Never Entirely Subdued [And] Brought Under Obedience of the Crown Until the Beginning of His Majesty's Happy Reign", Catholic University of America Press, Washington, pp 3-6.

13. - BRENDAN BRADSHAW, (1979), "The Irish Constitutional Revolution of the Sixteenth Century", Cambridge University Press, Cambridge.

14. - Permaneció varios meses en 1587 y 1589. Allí editó una hagiografía sobre San Patricio. - R. STANIHURST, (1587), "De vita S. Patricii, Hiberniae apostoli libri duo", Ex officina Christophori Plantini, Architypographi Regij, Antverpiae. - Véase: - Londres, British Library, Ms. Cotton Galba, C. X., ff. 294r-295v: "Advertisements, against Stanyhurst of Dunkirk".

15. - En el siglo XVI Flandes implica el conjunto de las diecisiete provincias que Carlos V heredó en 1506 de Felipe I y transmitió a Felipe II en 1555. Abarcaban el actual Benelux y fragmentos de Francia y Alemania. En el lenguaje oficial se decía "Estados (de Flandes)", "Estados bajos", o "Estados de las tierras baxas". Desde 1569 se introdujo el galicismo "país", en la expresión "pays baxo" (que traduce Nederland), o "payses baxos" (que traduce Nederlanden: las 17 provincias históricas). En la actualidad, el término designa a la región neerlandófona del Estado belga.

16. - Ambos entraron en la orden de los Jesuítas. William (1601-1663) es autor de varios trabajos sobre doctrina y moral cristiana. Algunos ejemplos: - WILLIAM STANIHURST, (1836), "Dios Inmortal padeciendo en carne mortal, ó la Pasion de Cristo, ilustrada con doctrinas y reflexiones morales, por el R. P. G. Stanihursto, traducida del latín por el Dr D. F. P. de Berguizas... 4ª edición", Chez Lecointe, París, [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: D-52665]. - WILLIAM STANIHURST, (1674), "[Dei ]Immortalis in corpore mortali patientis historia moralis doctrinoe placitis et commentationibus illustrata. Auctore R. P. Guiliehmo Stanihursto, s. j.", Apud Jo. Wich. Friessem, Colonia, [ejemplar consultado: Ville de Bourg-en-Bresse, Bibliothèque Municipale (fondo antiguo), cota: FA-101718]. - WILLIAM STANIHURST, (1655), "Terribilium omnium terribilissimum sive inferorum ergastulum", typis C. Woons, Antverpia, [ejemplar consultado: Rouen, Bibliothèque Municipale de Rouen (Fonds Cas), cota: p 16915-1]. - WILLIAM STANIHURST, (1661), "Veteris hominis per expensa quatuor novissima metamorphosis, et novi genesis, auctore R. P. Guilielmo Stanihursto,... ", typis C. Woons, Antverpia, [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: D-52666]. - WILLIAM STANIHURST, (1682), "Quotidiana christiani militis tessera...", H. Demen, Colonia, [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: D-86987]. - FRANCISCO LABATA, (1652), "Thesaurus moralis opera et labore Guilielmi Stani hursti", apud H. Verdussium, Antverpiae, [ejemplar consultado: Grenoble, Bibliothèque Municipale de Grenoble (fonds CGA), cota: B.999].

17. - R. STANIHURST, (1598), "Psalmi, litaniae, et orationes, quae coram Augustissima Eucharistia perapposite recitari possunt. Tertia editio, castigatior & auctior", apud Ioannem Moretum, Antuerpiae.

18. - Bruselas, Bibliothèque Royale, Ms 3816 : "Richardi Stanihursti, Hiberni Dublinensis Margarita Mariana: in qua continentur quotidianae exercitationes, ad laudem et honorem beatissimae Virginis Mariae accomodatae ex sacris depromptae scripturis; oecumenicis Conciliis; orthodoxis patribus; tam Latinis, quam Graecis. Opus eiusdem divinissimae Virginis Matris Sodalitati dicatum. Tomus secundus, complectens Iulium ac reliquos quinque menses sequentes".

19. - El 6 de mayo de 1598 el Archiduque Alberto de Austria y la Infanta española Isabel Clara Eugenia contrajeron matrimonio. Heredaron los Países Bajos de Felipe II. La Paz de Vervins firmada solamente cuatro días antes ponía fin a la lucha hispano-francesa y daba tranquilidad momentánea al territorio. Véase: - H. R. HOPPE, (1956), "The period of Richard Stanyhurst's chaplaincy to the Archduke Albert", en «Biographical Studies» vol. 3, nº 2, pp. 115-117

20. - R. STANIHURST, (1609), "Hebdomada Mariana, ex orthodoxis Catholic[a]e Roman[a]e Ecclesiae patribus collecta: in memoriam septem festorum Beatissimae Virginis Mariae, per singulos dies hebdomadae distributa", ex officina Plantiniana apud Ioannem Moretum, Antverpiae, [está dedicado a la Infanta Isabel]. - R. STANIHURST, (1614), "Hebdomada eucharistica, ex sacris litteris atque orthodoxis Catholicae Romanae ecclesiae patribus collecta" ex officina Baltazaris Belleri, Duaci, [dedicado a Nicholas Montmorency]. - R. STANIHURST, (1615), "Brevis praemunitio pro futura concertatione cum Jacobo Usserio ... qui in sua historica explicatione conatur probare, Pontificem Romanum ... verum & germanum esse Antichristum", Ex typographia Baltazaris Belleri, Duaci, [se centra en rebatir algunos ataques de tu sobrino, el reformista James Usher]. - R. STANIHURST, (1624), "Sermo Sancti Patricii Hiberniae Apostoli, ad Hibernos habitus, Anno circiter 430", en T. Messingham (ed)., «Florilegium Insulae Sanctorum», pp.437-441, Ex officina Sebastiani Cramoisy, París, [obra póstuma].

21. - Madrid, Biblioteca Nacional, Manuscrito 2058, tomo 5, ff. 248r-257v, siglo XVI (1593). - Stanihurst dice haber completado otros manuales sobre esta misma temática. - Ibid. f. 250v. - Proporciona el título de uno de ellos cuando menciona: "...un tratado que compuse en latin intitulado Apologia del Arte Chimica". - Ibid. fol. 253r. - Sin embargo hoy no se sabe nada de estos textos y es probable que se hayan perdido. Nuestras investigaciones en bibliotecas y archivos europeos no han dado ningún fruto por el momento. Tampoco en los índices bibliográficos especializados en química o alquimia hemos localizado ninguna "Apologia artis chymicae" atribuible a Stanihurst, tanto en forma impresa como manuscrita.

22. - Ibid. fol. 252r: "Y que el cobre se pueda convertir en plata yo he visto la esperiençia catorce vezes en la ciudad de Londres el año 1578, y con brevedad y verdad contare la historia como passo. Un criado mio llamado Daniel tenia amistad con un mancebo ingles cuyo nombre era Garnet. Este dixo a Daniel que si podria vender seguramente lo que el le daria, que le haria rico, Daniel le aseguro que si podia, y que lo haria, y assi ambos fundian cobre de noche, y tornandolo en plata el Daniel la vendía entre los plateros de Londres. Esto duro çinco o seis dias, y Daniel, con el consentimiento del otro, me conto lo que passava, y a la fin, prometiendo el dicto Garnet grandes planchas de plata, lo recevi en mi servicio. En mi presencia convirtio con cierto polvo blanco catorze differentes vezes cobre en plata finissima. Con esta tan manifiesta experiencia quede convencido habiendo hasta entonces sido de opinion que era imposible lo que el arte prometia, y çierto que esta evidente prueva fue el primer motivo por el cual me movi a poner y aplicar mi entendimiento y de emplear parte del tiempo en el estudio y practica de esta secreta sciençia".

23. - R. STANIHURST, (1584), "De Rebus in Hibernia Gestis", (op. cit.), p. 37.

24.- R. STANIHURST, (1954), "The Commodities of Aqua vitae, described by Richard Stanihurst : edited by Lawrence Ryan, & here delineated by Bridget Swinton", Dolmen Press, Dublín

25. - Recogemos aquí la cita muy ampliada para que se comprenda el contexto en el que aparece: - R. STANIHURST, (1584), "De Rebus in Hibernia Gestis", (op. cit.), pp. 44-47: "...[Insertado en el margen: Id fieri, vi insiti nobis caloris]. Hæc ignea vis à plerique dialectis calor naturalis appellatur. Etenim est in scholis res perrecondita ac multùm & sæpe quæsita, an ille calor vitalis ab homine, vel alia quavis natura, ut ceteræ adventitiæ res, cogitatione seiungi ac divelli possit. Quæ sanè dubitatio nihil ad rem facit. Neque enim homo proximum est huius caloris fundamentum, sed naturalis ignis in homine, ac in qualibet re, per omnem mundum, consistens: siquidem est proprium unius ignis munus calefacere. Absque hoc igne sol calorem impertire nulli rei posset. [Insertado en el margen: In Sole igneum quidam etia[m] esse]. Non enim, ut plebei philosophi affirmant, calor iste ex hoc tantùm manat, quod solis radij reflectantur, sed naturalis flamma (quæ in sole maximè viget) hoc munus præstat; quæ si a sole abesset, nunquam radij percussio ardentem istam qualitatem procrearet. Etenim quî sol elargiri posset, quod non habet? Quod autem in scholis pervagatum ac decantatum habeatur, cotem acuere, cùm sit ipsa hebes: in eo etiam homines non satis scienter philosophantur. Nec enim acumen aliquod ex cote in ferrum transit, sed dum chalybem refricamus, paulatim extenuatur acies, & quò tenuior est, eò acutior efficitur: quod non coti, tanquam proprium est tribuendum; sed etiam arenulæ, umbilicis, pulveri, & aliis rebus, quæ novaculæ aciem exulcerando corrodunt. Ego iam olim, in commentariolis meis, quibus Porphirij institutiones, ad Chrysaoriu[m] scriptas, explanavi, nimis frigidè de hoc calore disputavi, cùm tamen locus ad tractandum aptissimus mihi fuisset oblatus. Sed danda est hæc venia ætatulæ meæ, undeviginti solùm annos fui natus, cum istas lucubrationes scripserim, atque id temporis (dicam enim, quod verum est) de hoc naturali & vitali foco minimè somnavi. [Insertado en el margen: Admiratio & vera elatio huius ignis per omnia didici]. Quod non multùm mirabile videri debet. Etenim nihil est, in locupletissimo præpotentis philosophiæ narthecio, tanta æstimatione dignandum, nihil in venis ac visceribus naturæ tam abitrusum atque reconditum, quàm exacta huius ignis cognitio. Pretiosissimam sanè hanc margaritam, naturæ pala inclusam, velut incorruptam virginem, ab importuna insipientiu[m] procûm solicitatione, eius custos Philosophia solet disiungere; ex eo evênit, quàm minimè multos naturæ venatores, propter angustiatos & interclusos aditus, ad eam, scientiæ pervestigatione, adspirasse. [Insertado en el margen: Ad quem caecutit prorsus Paracelsus. In Aurora philosoph. cap.19]. Quin etiam ipse Paracelsus, medicorum, ut eius fautores gloriantur, deus, ne per transennam quidem, hanc nostram deam adspexit: dumque D. Thomæ sententiam lucifugus Andabata reprehendit, suam inscientiam manifestò prodit. [Insertado en el margen: Doctorum acutissimus Thomas defensus]. Nam & inibi, ut sæpius alibi, veritatem mendaciis Paracelsus contaminat; & qui sit de hoc igne, prorsus in media Philosophia retruso atque abdito, D. Thomæ sensus, in eius mentem & sensum non intravit. præposterè verò adversarium refellis, cuius mentem perperam intelligis. [Insertado en el margen: In curatione corporum, præsentanea vis eius nativi ignis]. Sed ad propositum. Hæc igitur naturæ scintillula, per totum corpus fusa, membra salutari calore fovet; languentem naturam excitat; iacentem extollit; fessam recreat; mansa concoquit; cruda digerit; cibos in sanguinem convertit; denique esculentas reliquias depellit, postremò naturam, omni, qua possit, tuitione tegit. Quod si homo (hoc idem de ceteris animantibus intelligi oportet) in morbum incidat, aut ei vulnus impositum sit; solet hic naturæ focus se colligere, inustum dolorem fomentis mitigare, postremò ægritudine medicinam adhibere. Si artis efficacitas accedat breviori temporis intervallo, ægrotus ex vulnere, aut morbo recreatur".

26. - La "Aurora philosophorum" no es obra de Paracelso sino de un autor anónimo que presenta el tratado como una ampliación de las ideas paracelsistas. La atribución final del texto resulta problemática. Se imprimió por primera vez en latín. Véase: - [pseudo]PARACELSO, (1577), "Aurora thesaurusque philosophorum, Theophrasti Paracelsi, Germani philosophi, & medici præcunctis omnibus accuratissimi, accessit Monarchia physica per Gerardum Dorneum, in defensionem Paracelsicorum principiorum, à suo præceptore positorum, Præterea Anatomia viva Paracelsi, qua docet autor præter sectionem corporum, & ante mortem, patientibus esse succorrendum", [per] Guar[inum], Basilea. - En la "Epistola dedicatoria" que abre el tomo, el traductor, un alquimista procedente de Malinas llamado Gerard Dorn (1530?-1584?), asegura haber trabajado a partir de un documento original compuesto en idioma alemán: - Ibid. p. 3: "Hoc ipsum attestatur, ea in re, Animi tui splendorem eximium, dum etiam Translatione Physicam libroru [sic] Germanicorum Theophrasti Paracelsi Germani Philosophi...". - Es probable que ya por aquellas fechas el texto pasara por ser parte auténtica del Corpus Paracélsico; desde luego Dorn así lo creyó y parece haber estado muy atraído por su contenido. Lo demuestra el largo comentario que redactó bajo el título "Monarchia physica", incluido al final de misma edición latina de 1577 (- Ibid. pp. 65-127). Su contenido fue resumido en apenas ocho folios para una tirada francesa de escasos ejemplares. - GERARD DORN, (1577), "La Monarchie du ternaire en union, contre la monomachie du binaire en confusion, par Gérard Dorn,...", s. n. [?], s. l. [Basilea] [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: 8-YE PIECE-2805]. - En 1581 Dorn reedita la "Aurora" pseudoparacélsica dentro de sus "Congeries..." estampadas por Andreas Wechel: - GERARD DORN, (1581), "Congeries paracelsicae chemiae de transmutationibus metallorum, ex omnibus quae de his ab ipso scripta reperire licuit hactenus. Accessit genealogia mineralium atque metallorum omnium, ejusdem autoris, Gerardo Dorneo interprete", apud A. Wechelum, Frankfurt. - Dos años después remozó su propia traducción latina y la acompañó de nuevos comentarios: - GERARD DORN, (1583), "In Theophrasti Paracelsi Auroram Philosophorum, Thesaurum, et mineralem Oeconomiam, Commentaria, cum quibusdam Argumentis, per Gerardvm Dornevm", s. n. [C. Rab?], Frankfurt. - Nueva edición un año después: - GERARD DORN, (1584), "In Theophrasti Paracelsi Auroram philosophorum, Thesaurum et Mineralem oeconomiam [quorum textus inest] commentaria, cum quibusdam argumentis per Gerardum Dorneum", s. n. [C. Rab], Frankfurt. - El vivo interés demostrado por este alquimista belga, unido al hecho de ser primer traductor y divulgador, hizo que el impresor Johann Huser (1545?-1600?) sugiriera la paternidad Dorniana de la "Aurora": "Etwan von dem Hochgelehrten Herrn Gerardo Dornaeo Lateinisch beschriben, und Theophrasto Paracelso zugeeygnet..." [s. e.: "Pudo haber sido escrita en latín por el sapientísimo Señor Gerardo Dorneo, y atribuida a Teofrasto Paracelso..."]. Véase: - PARACELSO, (1589-1591), "Erster [-zehender] Theil der Bücher und Schrifften des Edlen... Philosophi und Medici Philippi Theophrasti Bombast von Hohenheim, Paracelsi genannt, jetzt... an Tag geben durch Johannem Huserum Brisgoium...", 10 t. en 6 vols., durch Conrad Waldkirch, Basilea. - No hace mucho, el francés Bernard Groceix, basándose en la opinión de Huser, estimó correcta tal atribución: - B. GROCEIX, (1980), "Alchimie: traités allemands du XVIe siècle", Fayard, París, pp. 226-227. - Sin embargo, en fechas más recientes Didier Kahn lo consideró poco probable: - DIDIER KAHN, (1994), "Le debut de Gerard Dorn d'apres le manuscrit autographe de sa Clavis totius Philosophiae Chymisticae (1565)", en J. Telle (ed.), «Analecta Paracelsica», Stuttgart, pp. 59-126, cf. pp. 63-65 y 107-116. - Los factores a considerar son varios. En principio, Karl Sudhoff ya localizó una copia manuscrita en alemán, anterior a la edición Dorniana y de contenido algo diferente. - KARL SUDHOFF, (1894), "Versuch einer Kritik der Echtheit der Paracelsischen Schriften", 3 vols., Georg Reimer, Berlín, cf. t. II, p. 718. - Es una transcripción incompleta, fechable, según Sudhoff, hacia 1570: - Kassel, Landesbibliothek und Murhardsche Bibliothek der Stadt, Ms. 4º chem. 8, ff. 2r-27r : "Aurora Philosophoru[m] Doctoris Philipp[i] Theoph[rasti] Paracelsi". - Didier Kahn ha realizado una inspección de esta versión y la ha comparado con las publicadas en latín. Sus conclusiones son las siguientes: " A) L'«Aurora Philosophorum Doctoris Philippi Theophrasti Paracelsi» est un traité d'alchimie pseudo-paracelsien d'origine allemande, don l'auteur véritable ne nous est pas connu. B) Le texte est postérieur à 1564, date de publication de la Monas hieroglyphica de John Dee dont (entre autres) il s'inspire. C) Le manuscrit de Kassel, datable des environs de 1574, représente selon toute vraisemblance la version originale du texte. D) Gérard Dorn n'est que le traducteur du texte et son éditeur en latin. Sa traduction a été effectuée sur un manuscrit moins complet que celui de Kassel, et Dorn l'a parfois légèrement remainé. Ce modèle ne semble pas nous être parvenu". Véase: - DIDIER KAHN, (1994), "Le debut de Gerard Dorn...", (op. cit.), p. 116.

27. - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 252v : "En el año 1590, en ocho de octubre, un mercader flamenco llamado Fr[ancisc]o Vanguel, que de presente reside en Leon de Françia, vino a Lieja con proposito de conoscerme y tratarme, el qual me dio un grano de peso de un cierto polvo roxo que echandole sobre una onça de azogue que estuviese en fuego grande de carbones encendidos, en espacio de dos oras se convirtio todo en oro purissimo, y tan fino y bueno como podia ser. Este mercader flamenco habia avido este polvo de un su amigo que era el autor, cuyo nombre, nacion, ni vivienda no quiso deçir, ni lo dixera por todo el bien del mundo, siendo conocido esta juramentado a tenerlo secreto".

28. - La obra clave en este sentido sigue siendo: - M. T. OLIVEROS DE CASTRO, (1954), "Felipe II. Estudio Médico-Histórico", Aguilar, Madrid.

29. - L. SÁNCHEZ GRANGEL, (1950), "La Figura del Médico en el Escenario de la Literatura Picaresca", en «Asclepio», nº 2, pp. 493-527.

30. - S. MUÑÓZ CALVO, (1993), "El Medicamento en la Medicina de Cámara", en F. J. Campos y Fernández de Sevilla (ed.), «La Ciencia en el Monasterio de El Escorial. Actas del Simposium», Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísiticas, t. I, pp. 245-256. El auxilio de sanadores sin preparación académica y las sugestiones emocionales relacionadas con las creencias religiosas se perpetúan en la centuria posterior entre los Austrias Menores. Véase: - MAR REY BUENO, (1998), "El Hechizado. Medicina, Alquimia y Superstición en la Corte de Carlos II", Corona Borealis, Madrid, pp. 25-38. La autora aporta bibliografía complementaria.

31. - Los editores que más contribuyen a esta tendencia son Petrus Perna, Balthazar de Gabiano, Johannes y Arnold Bickmann, Conrad Waldkirch, Balthasar Beck, Jacob Foillet, Heynrich Stainer, Gosuinum Cholinum, Antoine Tardif y Petrus Schoeffer.

32. - R. P. MULTHAUF, (1956), "The Significance of Distillation in Renaissance Medical Chemistry", en «Bulletin of the History of Medicine», 30, pp. 329-346.

33. - WILLIAM C. EAMON, (1996), "Science and the Secrets of Nature", Princeton University Prees, Princeton (New York).

34. - La expresión "ars spagyrica" aparece por primera vez entre las notas manuscritas de los estudiantes de la Universidad de Basilea en 1527. Esencialmente alude a la "nueva medicina" propuesta por Paracelso en la que la alquimia aporta la tecnología y la teoría necesarias para la elaboración de fármacos más efectivos que los del galenismo clásico. Esta doctrina se difunde en tierras teutonas durante la década de los treinta en base a la publicación de algunas de las obras de Teofrasto en idioma alemán y a la circulación de otra parte en forma manuscrita. En la segunda mitad del siglo XVI el Paracelsismo se extiende por Francia, Holanda, Inglaterra e Italia gracias a la aparición de las primeras traducciones latinas. - PARACELSO, (2000), "De l'alchimie", Presses Universitaires de Strasbourg, Estrasburgo, pp. 24-25. En España la etapa de los Austrias Mayores viene marcada por una incidencia mínima de estas ideas. Como excepción tenemos a Lorenzo Cózar (?-1592), médico que ocupó la cátedra "De remediis morborum secretis", creada en 1591 por la Universidad de Valencia para el estudio de los medicamentos "chymicos" según las ideas del movimiento paracelsista. Las ideas de Cózar quedaron reflejadas en su "Dialogus veros medicinae fontes..." impreso en 1589. El resto de referencias son anecdóticas e indican asimilaciones extrínsecas. El extremeño Diego de Santiago, sobre el que nos detendremos más adelante, cita a Teofrasto junto a varios alquimistas medievales en un tratado técnico dedicado al oficio de la destilación redactado en 1598 y titulado "Arte Separatoria". De forma similar el médico y cirujano Juan Fragoso (1530-1597) hace una mención puntual en su "Tratado de Cirugía" de 1581. - Queremos aclarar aquí que para nosotros la expresión "Paracelsista" es solamente aplicable a aquellos autores que realizan una asimilación profunda de la compleja doctrina teórico-práctica desarrollada por Teofrasto Paracelso. Que un autor hable sobre la preparación de medicamentos químicos no significa necesariamente que sea seguidor de Paracelso. Sus fuentes pueden partir de tratados medievales, "libros  de secretos", tratados técnicos sobre destilación, etc. Tampoco todo el que cita el nombre de Paracelso debe ser inmediatamente marcado con la etiqueta de "paracelsista". Sería necesario revisar su doctrina terapéutica para verificar hasta qué punto concuerda con la del médico alemán, tanto a nivel especulativo como experimental. Seguimos por tanto las pautas marcadas por Didier Kahn en su excelente tesis doctoral: - DIDIER KAHN, (1998), "Paracelsisme et alchimie en France à la fin de la Renaissance (1567-1625)", 3 vols., Tesis Doctoral inédita, Université Paris-Sorbonne (Paris IV).

35. - El valor divulgativo e informativo de la imprenta frente al exclusivismo que significaba el manuscrito en tiempos medievales es algo capital para comprender esta revolución en la medicina. En la Baja Edad Media ya se aprecian personajes que reunían lo alquímico y lo médico, pero la comunicación de sus procedimientos estaba muy limitada. - BARBARA OBRIST, (1993), "Alchemie und Medizin im 13. Jahrhundert", en: «Archives internationales d'histoires des sciences», 43, pp. 209-246. - M. PEREIRA (1993), "Mater medicinarum : la tradizione dell'elixir nella medicina del XV secolo", en: «Annali del dipartimento di filosofia», nº 9 [manejanos una copia dactilografiada]. - M. PEREIRA, (1994), "Medicina in the Alchemical Writings Attributed to Raimond Lull (14th-17th Centuries)", en Rattansi & A.Clericuzio (ed.), «Alchemy and Chemistry in the 16th and 17th Centuries», Dordrecht, pp. 1-16. - ANTOINE CALVET, (1995), "Mutations de l'alchimie medicale au XVe siecle", en: «Micrologus», 3, pp. 185-209. - CHIARA CRISCIANI (ed.), (en prensa), "Alchimia e medicina nel Medioevo. Pavia, 16-18 marzo 2000", Convegno organizzato dal Dipartimento di Filosofia dell'Università degli Studi di Pavia con la collaborazione del Museo per la Storia dell'Università di Pavia e del Dipartimento di Medicina Esperimentale [manejamos copias dactilografiadas de las ponencias].

36. - MANUEL FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, (1998), "Felipe II y su Tiempo", Espasa Calpe, Madrid, pp. 893-915.

37. - J. LÓPEZ GAJATE, (1992), "La Botica de San Lorenzo de El Escorial", en F. J. Campos y Fernández de Sevilla (ed.), «La Ciencia en el Monasterio de El Escorial. Actas del Simposium», (op. cit.), t. I,, p. 276-379. No entraremos en detalles sobre el mobiliario y su organización por haber sido objeto de numerosos estudios. Aunque nos ceñiremos a los sucesos vinculados al recinto escurialense, por ser los que interesan a nuestro artículo, debemos dejar aquí señalada la existencia de otro sistema de farmacia cortesana en el contexto del Palacio Real desde el traslado definitivo de la Corte a Madrid en 1561. El plan general incluía varios departamentos o "boticas", con funciones específicas y dos laboratorios de destilación en Aranjuez (1564-1602) y en Madrid (1579-1602). - MAR REY BUENO, (1998), "La Ordenación Normativa de la Asistencia Sanitaria en la Corte de los Habsburgo Españoles (1515-1700)", en «Dynamis», 18, pp. 341-375. - MAR REY BUENO, (1999), "Tradición y Modernidad. La Asistencia Farmacéutica en la Corte Española de los Siglos XVI y XVII", tesis doctoral inédita, Universidad Complutense de Madrid, cf. cap. XI, pp. 145-177 [localización: U. Bibl. de Tesis-Inéditas, sig. T-23743].- MAR REY BUENO & Mª ESTHER ALEGRE PÉREZ, (2001), "Los Destiladores de su Majestad. Destilación, Espagiria y Paracelsismo en la Corte de Felipe II", en: «Dynamis», nº 21. - MAR REY BUENO & Mª ESTHER ALEGRE PÉREZ, (2001), "Renovación de la Terapéutica Real: los Destiladores de su Majestad, Maestros Simplicistas y Médicos Herbolarios de Felipe II", en: «Asclepio», nº 53 (1), pp. 27-56.

38. - J. LÓPEZ GAJATE, (1992), "La Botica de San Lorenzo de El Escorial", (op. cit.), p. 320 : "...tenía un sevicio múltiple como hemos apuntado: Rey, Monasterio, Enfermerías, Hospital...". El artículo transcribe en el apéndice final una serie de importantes papeles como apoyo documental.

39. - H. DE SA BRAVO, (1983), "Boticas Monacales y Medicina Naturista en Galicia", Editorial Everest, León, p. 33: "...en cuyos bajos estaba la Botica de los Monjes y el despacho de medicinas abierto al servicio de los vecinos de la villa y comarca". El autor describe la acción comarcal de las apotecas clericales. Se vendían hierbas, preparados medicamentosos, licores. El autor centra su estudio en los claustros gallegos (San Martín Pinario, Santa María de Oya, Santa María de Meira, Samos y Ribas de Gil, Oseira, San Lázaro de Ribadavía) reconociendo que: "...la lista se prolongaría mucho si hiciese alusión a las de otros monasterios como Silos, Poblet, Monserrat, Leyre, etc." (vid., p. 38, nota 1).

40. - J. LÓPEZ GAJATE, (1992), "La Botica de San Lorenzo de El Escorial", (op. cit.), p. 320.

41. - "Memorias Sepulcrales", Sepultura 48 (año 1614), lugar 2, f. 394 del tomo II.

42. - Era todo un amante de su arte. La plena dedicación a la botica hizo que algunos de los mozos auxiliares solicitasen la baja "aburridos" de tanto trabajo. - J. LÓPEZ GAJATE, (1992), "La Botica de San Lorenzo de El Escorial", (op. cit.), pp. 310-312.

43. - Madrid, Archivo Histórico Nacional, Inquisición, leg. 4.4171, núm. 4; leg. 4.5171, núm. 1. En teoría el acceso a estas obras estaba limitado al prior del monasterio, al bibliotecario y a los inquisidores encargados de expurgar los volúmenes, así como al Rey y a las personas que éste autorizase expresamente. Sabemos que el boticario contaba con un permiso extraordinario porque su nombre aparece en la renovación de privilegios realizada por el inquisidor general en 1613: "...damos licencia al religioso que ha hecho la botica del dicho convento, para que sólo él y no otra persona alguna, para las destilaciones de las Quintas esencias y para otros usos de importancia pueda tener y aprovecharse de algunos libros de la facultad de medicina, cuyos autores son de la primera clase...", véase: - VV. AA. "Catálogo de Impresos Científicos de la Real Biblioteca de El Escorial", en F. J. Campos y Fernández de Sevilla (ed.), «La Ciencia en el Monasterio de El Escorial. Actas del Simposium», Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísiticas, t. II [completo]. - J. M. SÁNCHEZ RON, (1994), "Felipe II, El Escorial y al Ciencia Europea", en F. J. Campos y Fernández de Sevilla (ed.), «La Ciencia en el Monasterio de El Escorial. Actas del Simposium», Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísiticas, t. I, pp. 39-72.

44. - ALESSIO PIAMONTESE, (1555), "Secreti del Reverendo Donno Alessio Piemontese", Venecia. - ISABELLA CORTESE, (1561),"I Secreti", Venecia. - PIETRO VARIO, (1561), "Capricci Medicinali", Venecia. - TIMOTEO ROSSELLO, (1561), "Della Summa de Secreti Universali", Venecia. - GIOVANNI MARINELLO, (1563), "Le medicine appartenenti alle Infermità delle Donne", Venecia. - GIROLAMO RUSCELLI, (1566), "Secreti Nuovi", Venecia. - BENEDETTO VITTORI, (1570), "Pratica D'Esperienza", Venecia. - ANGELICO VESPASIANO, (1577), "Massimi Secreti de L'Angelico", Parma. - GIOVANNI BATTISTA ZAPATA, (1577), "Li Maravigliosi Secreti di Medicina e Cirugia", Venecia. - ANDREA FONTANA, (1579), "Fontana dove n'esce Fuori Acqua di Secreti", Génova. - VINTENTIO LAURO, (1580), "Il Tesoro nel Quale si Contiene molti Secreti", Módena. - FRANCESCO RICCI, (1580), "Giardino di Secreti Rarissima, Utili & Piacevoli", Bolonia. - La lista podría extenderse enormemente, de manera que solamente hemos citado los libros que se publican en fechas más tempranas.

45. - Sobre todo este tema existen varios estudios excelentes: - WILLIAM C. EAMON, (1984), "Arcana Disclosed: The Advent of Printing, the Books of Secrets Tradition, and the Development of Experimental Science in the Sixteenth Century", en «History of Science», 22, pp. 111-150. - WILLIAM C. EAMON, (1985), "Books of Secrets in Medieval and Early Modern Science" en «Sudhoffs Archiv», 69 , pp. 26-49. - WILLIAM C. EAMON, (1990), "From the Secrets of Nature to Public Knowledge", en D. C. Lindberg & R. S. Westman (eds.), «Reappraisals of the Scientific Revolution», Cambridge University Press, Cambridge, pp. 333-366. - WILLIAM C. EAMON, (1994), "Science as a Hunt", en «Physis», 31, pp. 393-432. - WILLIAM C. EAMON, (1996), "Science and the Secrets of Nature", (op. cit.). Eamon sienta las primeras bases para el análisis de esta literatura turbulenta, poco tratada por los historiadores de la ciencia, a menudo incluida por error en movimientos diferentes como el Utilitarismo Ramista, el Paracelsismo o el Empirismo Baconiano, y verdaderamente situada a medio camino entre los "secretos" medievales y los primeros esbozos del método experiental moderno. En España es un tema casi inédito. Recientemente Miguel López Pérez ha desvelado la presencia en Madrid de una figura que, desde nuestro punto de vista, tiene todos los visos de pertenecer a la prole de professori de` secreti gestada en el entorno veneciano. Se trata de Alessandro Quintilio, creador de un medicamento cuyas virtudes describe en: - A. QUINTILIO, (1616), "Relacion y memoria de los maravillosos efetos y notables provechos que han hecho y hazen los polvos blancos solutivos de la quinta essencia del oro que compone y haze Alexandro Quintilio", Luis Sánchez, Madrid. Todos los datos sobre esta obra se encuentran en: - MIGUEL LÓPEZ PÉREZ, (2001), "Alquimia, Terapéutica y Sanidad en la España de los Austrias Menores", tesis doctoral inédita, Universidad Complutense, Madrid, pp. 578-628 [localización: U. Bibl. de Tesis-Inéditas, sig. T-24955]. Agradecemos a Miguel López el habernos enviado una copia de este capítulo de su tesis antes de que fuera presentada.

46.- Por citar un caso, el médico suizo Conrad Gesner (1516-1565), animado por las extraordinarias ventas que tenían este tipo de tratados llegó a escribir un libro de corte similar: - EVONIMO FILIATRO, (1552), "Thesaurus Evonymi Philisatri de remediis secretis, liber physicus, medicus, & partim etiam chymicus & oeconomicus in vinorum diversi saporis apparatu, medicis & pharmacopolis omnibus praecipuè necessarius, nunc primum in lucem editus...", per Andream Gessner & Rodolphum Wyssenbachium, Tiguri [ejemplares consultados: Lille, Mediathèque Jean Levi (fondo antiguo), cota 40348; París, Bibliothèque Nationale de France, cota: 8-TE18-8; El Escorial, Biblioteca del Real Monasterio, sig. 11-VI-28 (la copia escurialense es la edición de Lyon de 1557, Apud viduam Balthazaris Arnolleti)]. Lo interesante es comprobar que Gesner utilizase un pseudónimo, algo que no se da en el resto de su obra impresa. En una carta personal a su primo Andrés Gesner, editor del tomo, justifica su acción por considerar los "libros de secretos" como un género de categoría menor. Véase: - L. GLESINGER, (1950), "Conrad Gesner Beziehungen zu einem Kroatischen Gelehrten" en «Gesnerus», nº 7, p. 40 y ss. - Para una biografía consistente: - L. BRAUN, (1990), "Conrad Gesner", Slatkine, Ginebra.

47. - CONRAD GESNER, (1545), "Bibliotheca vniuersalis siue Catalogus omnium scriptorum locupletissimus in tribus linguis latina, graece & hebraica ... / authore Conrado Gesnero ...", apud Christophorum Froschouerum, Tiguri, p. 337, [ejemplar consultado: Madrid, Biblioteca Nacional, sig. 8-42360].

48. - WILLIAM C. EAMON, (1996), "Science and the Secrets of Nature", (op. cit.), pp. 234-266.

49. - Valladolid, Archivo General de Simancas, leg. 1549/44-45 : "Relación de los libros que se han comprado en Venecia por orden de su M[a]j[esta]d y de lo que por ellos pagó el Embaxador Diego de Guzman de Silva de los quales se han enviado a su M[a]j[esta]d , el 12 de Abril de 1576". - Valladolid, Archivo General de Simancas, leg. 1550/403 : "Memorial de los libros de Cristóbal de Salazar, Secretario de la Embaxada de Venecia, embia en ocho caxas a Alicante de Venecia por Abril de 1579". Algunos se consignaron en la Biblioteca Escurialense y la mayoría en la del Alcázar de Madrid, germen de la actual Biblioteca Nacional.

50. - Fioravanti comenzó asistiendo a clases de la facultad de medicina en su ciudad natal, sin embargo no llegó a completar sus estudios (su doctorado data de 1568 y lo obtiene por medio de votación de los facultativos, merced a su fama personal). En 1548 decide marchar en busca de "experiencias" o "técnicas" médicas. Viajó a Palermo para instruirse en el arte de la destilación, mostrando una particular destreza. Desarrolló tratamientos para la peste, la sífilis o las disfunciones oculares y produjo variedad de medicamentos, en especial para la cura de heridas, traumatismos o fuertes contusiones. Se desplazó hasta diferentes localidades para aprender procedimientos concretos que gozaban de cierta fama. Para conseguirlo hacía práticamente de todo. En Calabria, en 1549, se hizo pasar por un noble boloñés para poder asistir a las famosas operaciones de rinoplastia practicadas por los hermanos Pietro y Paolo Vianeo. Les dijo que quería operarse, pero que estaba temeroso y que prefería ver antes cómo era el proceso cuando, en realidad, lo que prentedía era estudiar todos los pasos in situ. Su descaro le sirvió para acumular un buen número de técnicas. Aplicándolas se granjeó fama de hábil empirista en todo el Reino de Nápoles y sus fármacos alcanzaron precios muy elevados. En 1551 el Virrey Pedro de Toledo le concede el título de protomédico y decide que pase al servicio de su hijo Don García, a quien acompañó posteriormente en sus expediciones con la Armada Española. En 1558, animado por el éxito de los "libros de secretos" busca mayor popularidad estableciéndose en Venecia y prepara para la imprenta una serie de tratados sobre secretos medicinales. Su fama se multiplica con la publicación de sus obras: - L. FIORAVANTI, (1561), "Secreti medicinali di M. Leonardo Fieravanti medico bolognese, divisi in tre libri. Nel primo insegna a conoscere varii, & diversi segni naturali, con molti secreti miralibi nella medicina, & cirugia Nel secondo dimostra il modo di far varii, & diversi medicamenti. Nel terzo si tratta dell' alchimia dell' huomo, & dell' alchimia minerale, materia molto utilissima a ciascheduno", appresso Lodovico Avanzo, Venecia. - L. FIORAVANTI, (1561), "De’ Capricci Medicinali libri tre", appresso Lodovico Avanzo, Venecia. - L. FIORAVANTI, (1561), "Compendio di tutta la cirugia... per Pietro et Lodovico Rosetini,... estratto da tutti quelli che di essa n' hanno scritto, di nuovo ristampato et dall' eccellente M. Leonardo Fieravanti [sic]... ampliato, et aggiontovi un nuovo trattato et con bellissimi discorsi adornato...", appresso Lodovico Avanzo, Venecia. - L. FIORAVANTI, (1564), "Del compendio de i secreti rationali, libri cinque…", appresso Vincenzo Valgrisi, Venecia. - L. FIORAVANTI, (1564), "Dello specchio di Scientia Universale, dell’eccellente medico m. Leonardo Fioravanti libri tre", appresso A. Ravenoldo, Venecia. - L. FIORAVANTI, (1565), " Del regimento della peste, dell'eccellente medico et cirvrgico M. Leonardo Fioravanti...", A. Ravenolto, Venecia. - L. FIORAVANTI, (1568), "Scelta di diversi capiloti importantissimi alla cirugia...", A. Ravenolto, Venecia. - L. FIORAVANTI, (1570), "Il Tesoro della vita humana…Diviso in libri quattro…" appresso gli heredi di Melchior Sessa, Venecia. - Para una proximación biográfica del personaje: - L. FIORAVANTI, (1870), "Due novelle di M. Leonardo Fioravanti Bolognese", Tipi di Fr. Vigo (Pubbl. Pe le nozze Passano-Canepa da Giovanni Papanti), Livorno. - D. GIORDANO, (1919), "Leonardo Fioravanti Bolognese", Bolonia. - G. A. GENTILI, (1951), "Leonardo Fioravanti Bolognese alla Luce di Ignorati Documenti", en «Revista di Storia delle Scienze», 42, pp. 16-41. - D. FURFARO, (1963), "La Vita e L'Opera di Leonardo Fioravanti", Bolonia. - WILLIAM C. EAMON, (1996), "Science and the Secrets of Nature", (op. cit.), pp. 168-193. - PIERO CAMPORESI, (1997), "Camminare il mondo. Vita e avventure di Leonardo Fioravanti medico del Cinquecento", Garzanti, Milán. - WILLIAM C. EAMON, (1998), "El Nou Asclepi: Leonardo Fioravanti i les modes mèdiques al Renaixement", en «Afers. Fulls de recerca i pensament», 31, pp. 679-693. Es importante destacar la imagen algo desdibujada que se ha venido proporcionando desde varios estudios recientes, donde la obra de este autor es presentada como substancial introductora del paracelsismo en la medicina española. Puede consultarse al respecto: - J. M. LÓPEZ PIÑERO, (1972), "Química y Medicina en la España de los Siglos XVI y XVII", en «Cuadernos de Historia de la Medicina Española», 11, pp. 17-55. - J. M. LÓPEZ PIÑERO, (1973), "Paracelsus and His Work in 16th and 17th Century Spain", en «Clio Medica», nº 18, pp. 113-141. Las opiniones de López Piñero han calado hondo en los investigadores españoles. Las referencias a Fioravanti como "Paracelsista" son ya un tópico entre las plumas nacionales. Sin embargo, Giancarlo Zanier ya examinó detenidamente los vivos debates difundidos en Italia en torno a la obra de Paracelso desde finales del siglo XVI y principios del XVII. Determinó la escasa implicación de la doctrina paracelsista en la obra de Leonardo Fioravanti, constatando una utilización de conceptos básicos de forma poco definida y con cierta confusión. Así, a la hora de abordar las vías de difusión de las ideas del paracelsismo en Italia el investigador Paolo Galluzi pone de relieve la necesidad de distinguir claramente entre una penetración superficial presente en autores como el mismo Fioravanti o Guirolamo Donzellino, y una utilización específica, consonante, plenamente consciente de su vinculación con Teofrasto Paracelso, no solamente en la esfera médica, sino también en la cosmológica y en las formas de adquisición del conocimiento. Actualmente Alfredo Perifano ha repasado y avalado estas posiciones. También las recientes aportaciones del historiador norteamericano William Eamon sostienen juicios que van en la misma línea: "¿Fue Fioravanti un paracelsista, como frecuentemente es etiquetado?. Como muchos empiristas fue muy entusiasta en lo relativo a las drogas preparadas con procesos químicos. La gran mayoría de sus remedios son «quintaesencias» de substancias animales, vegetales y minerales.Como ávido estudiante y practicante de la alquimia fue un pleno admirador de Paracelso, Arnau de Vilanova, Ramon Llull, Phillip Ulstad, Johanes de Rupescissa, y de los iatroquímicos. Sin embargo sería incorrecto etiquetarlo simplemente de paracelsista. Él no concede un lugar especial a Paracelso en sus enseñanzas, y mientras alaba a Paracelso junto a otros iatroquímicos, sus escritos muestran una escasa evidencia de adherencia a la "filosofía química". A diferencia de los paracelsistas raramente hace referencia a la analogía entre microcosmos y macrocosmos, y los conceptos del «astrum», del «archeus», y la doctrina de las signaturas no juegan ningún rol en su sistema médico". Véase: - P. GALLUZI, (1982), "Motivi Paracelsiani nella Toscana di Cosimo II e Don Antonio dei Medici: Alchimia, medicina, chimia e riforma del sapere", en: «Scienze, Credence Occulte, livelli di cultura», P. Zambelli (ed.), Florencia, pp. 31-62. - G. ZANIER, (1985), "La Medicina Paracelsiana in Italia: Aspetti di un'accoglienza particulare", en: «Rivista di Storia della Filosofia», nº 4, pp. 628-649. - ALFREDO PERIFANO, (1997), "L'Alchimie a la Court de Come Ier de Medicis: Savoirs, Culture et Politique", ed. Honoré Champion, París, pp. 132-133. - A. PERIFANO, (2000), "Considérations autour de la question du paracelsisme en Italie au XVIe siècle: les dédicaces d'Adam de Bodenstein au Doge de Venise et à Côme Ier de Médicis", en «Bibliothèque d'Humanisme et Renaissance», LXII, 1, p. 49. - WILLIAM C. EAMON, (1996), "Science and the Secrets of Nature", (op. cit.), p. 191.

51. - British Library Ms. Add. 28353, siglo XVI (1576), ff. 57-61. El manuscrito es destacado en: - D. GOODMAN, (1988), "Power and Penury. Government, Technology and Science in Philip' II's Court", Cambridge, p. 248. - WILLIAM C. EAMON, (1996), "Science and the Secrets of Nature", (op. cit.), p. 398 (nota 58).

52. - La acusación en sí es ya un tanto magra si la contextualizamos adecuadamente. Evidentemente era una falta en un doctor en medicina, sin embargo el cultivo del latín era escaso incluso en las aulas universitarias españolas pese a su obligación. Los profesores explicaban generalmente "en romance" o a lo sumo en una "jerga macarrónica". Los disparates que se cometían en este campo durante las clases fueron reflejados jocosamente por Nebrija. Véase: - L. GIL FERNÁNDEZ, (1966), "El humanismo español del siglo XVI", en «Actas del III Congreso Español de Estudios Clásicos», Sociedad Española de Estudios Clásicos, C.S.I.C., vol.I, pp. 209-297. - L. E. RODRÍGUEZ, (1986), "La Universidad Salmantina en el Barroco: periodo 1598-1625", Ediciones de la Univ. de Salamanca, Salamanca, vol. II, p. 305.

53. - El proceso legal ha quedado reflejado en: - British Library Ms. Add. 28353, siglo XVI (1576), ff. 57-61. Algo similar le sucedió cuando intentó ser aceptado en la Corte del Papa en 1555. En aquella ocasión no pudo acceder al círculo más exclusivo del Sumo Pontífice, sino a algunos de sus Cardenales y Legados al ser rechazada su propuesta por "...tratarse de un vendedor de secretos y hombre sin escrúpulos". Véase: - A. CORSINI, (1922), "Medici Ciarlatani e Ciarlatani Medici", Zanichelli, Bolonia, pp. 79-80.

54. - Su último libro, titulado "Della Fisica", lleva una dedicatoria a Felipe II. Al margen de ciertos comentarios despectivos dirigidos hacia varios médicos españoles (especialmente Santiago Olivares) no aparecen en él referencias a las críticas que recibió en la Corte. Relata el viaje a España en términos de una aventura en la que conoce y aprende de personajes pintorescos, Giovanni Angelo de Santini, Lorenzo Granita, Juan Cornejo, el Licenciado Agustín Bravo, Juan Fernández, donde el que no es "sabio" es "sapientísimo", "más grande que Ramón Llull" o "sabe más que todos los diablos del infierno". De esta forma abunda en el lenguaje exagerado propio de los "ciarlatani" venecianos. - L. FIORAVANTI, (1582), "Della Fisica…divisa in libri quattro…", per gli heredi di Melchior Sessa, Venecia, pp. 286-372.

55. - La quebradiza salud de la reina Ana era bien conocida en la Corte. Desde 1570 llegó a establecerse para ella un servicio personal de botica al frente del cual estuvo Juan de Espinar. Véase: - Madrid, Archivo General de Palacio, leg 6656. - MAR REY BUENO, (1998), "La Ordenación Normativa de la Asistencia Sanitaria en la Corte de los Habsburgo Españoles (1515-1700)", en «Dynamis», 18, pp. 341-375.

56. - MANUEL FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, (1998), "Felipe II y su Tiempo", Espasa Calpe, Madrid, p. 863.

57. - En el siglo XVI escasamente la mitad de todos los niños nacidos vivos alcanzaba la madurez. Felipe II no se libró de la estadística. De sus once hijos apenas cuatro llegaron a la adolescencia.

58. - Desde joven tuvo un aspecto enfermizo y le diagnosticaron afecciones diversas: hemorroides, asma, problemas estomacales, artritis, cálculos biliares... Sus mayores dolencias, trastornos digestivos y gota, son resultado de su nefasta dieta. El consumo de fruta y verdura era escaso. Hacía dos comidas al día con una selección de platos igual para cada una: pollo asado, perdiz o paloma, venado y un trozo de carne de vaca de alrededor de dos kilos. Llegó incluso a obtener permiso del Papa para tomar carne los viernes y durante la Cuaresma, ya que se pensaba que así fortalecería su débil constitución. - G. PARKER, (1984) "Felipe II", Alianza Editorial, Madrid, pp. 29-30, 73, 196, 199 y 228-229. Era asimismo un hombre muy preocupado por su higiene personal. Entre su mobiliario nos topamos con numerosos instrumentos para el aseo y uno de sus contemporáneos, Jean L'Hermite, llegó a decir que: "...era uno de los hombres más limpios, más ordenados y más pulcros que vio jamás el mundo...". - Ibid., p. 217. - En cuanto a su atención sanitaria, a lo largo de su vida dispuso de más de setenta galenos. Concretamente cuando cambió su residencia de Toledo a Madrid se encargaban de su atención una comitiva de 16 médicos y 12 cirujanos. - A. ALVAR EZQUERRA, (1985), "Felipe II, la Corte y Madrid en 1561", Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, p. 21-23. - C. G. BRATLI, (1912), "Philippe II, roi d'Espagne: étude sur sa vie et son caractére", H. Champion, París, pp. 198-200. Su personalidad melancólica y hasta cierto punto hipocondríaca se refleja también en la amplia estructura farmacéutica bajo la que amparó a toda la familia. Destacaron en este oficio la casa flamenca de los Arigón y los boticarios Sebastián de Arenzano y Antonio de Espinar. - MAR REY BUENO, (1999), "Tradición y Modernidad. La Asistencia Farmacéutica en la Corte Española de los Siglos XVI y XVII", tesis doctoral inédita, Universidad Complutense de Madrid, cf. cap. XI.

59. - Este detalle es recogido en: - F. J. PUERTO SARMIENTO, (2001), "Felipe II (1527-1598) y la Terapéutica", en «Panacea» nº 1, Rev. Elec., URL: http://www.ucm.es/info/folchia/F2.htm

60. - Las informaciones sobre pagos y compras se encuentran en diversos legajos pertenecientes al Archivo del Real Monasterio. Son transcritos en: - J. LÓPEZ GAJATE, (1992), "La Botica de San Lorenzo de El Escorial", (op. cit.), pp. 334-342. - Forte fue contratado originalmente en 1579. Se estableció en Madrid, cerca del Alcázar. - D. GOODMAN, (1988), "Power and Penury. Government, Technology and Science in Philip' II's Court", (op. cit.), p. 14. Su traslado a El Escorial es ya mencionado por el cronista Cabrera de Córdoba. Véase: - L. CABRERA DE CÓRDOBA, (1876), "Felipe Segundo, Rey de España", Madrid, t. II, p. 393: "Fue tan curioso [el Rey], que envejeciéndole más las enfermedades, forzándole al uso de las medicinas simples y compuestas, mandó hacer en San Lorenzo distilatorios de capacidad grandísima y extremada y varias figuras, con tal excelencia que solamente un príncipe tan curioso y poderoso las pudiera hacer, y truxo a Vincencio Forte y otros extranjeros artífices para sacar las quintas esencias...". La actividad general de Forte era la de un técnico en destilación. El encargo de organizar el laboratorio de destilación escurialense es buena prueba de ello. Preparaba aguas destiladas y aceites esenciales, aunque dice haber sido contratado sobre todo: "...per fare una quinta essentia simple, secondo l'ordine de Raymundo Lulio, per la salute de corpi humani, la qual havea io proposto a V[uestra] M[agestad]". - D. GOODMAN, (1988), "Power and Penury. Government, Technology and Science in Philip' II's Court", (op. cit.), p. 265. - Su servicio estuvo reducido al Rey y sus actuaciones se sometían al control de varios protomédicos entre los que destacaba Diego Santiago Olivares. Hacia 1580-1581, apenas un año después de su contratación, Forte intentó distribuir libremente sus aguas medicinales a toda persona que lo solicitase. Sin embargo Olivares se lo impidió y, aunque no se menciona la razón, los desastres de Fioravanti acontencidos apenas tres años antes parecen la causa más probable. En este conflicto Forte vino a solicitar la intercesión de su protector el cardenal de Granvela, Virrey de Nápoles entre 1571 y 1575. Le hizo llegar un memorial dirigido a Felipe II en el que acusa de "envidia" a los Médicos de Cámara. Denuncia que no le dejaban trabajar en sus ratos libres y que se pasaba días y días sin hacer nada. El original se conserva en: - Madrid, Instituto Valencia de Don Juan, envío nº 99, ff. 302-303. - La mayoría de sus reclamaciones son para requerir su salida del Servicio Real. Pide ser independiente, vender sus productos a quien gustase, garantizando siempre un precio y atención especial para el Rey; busca, en fin, quitarse de encima el control de los protomédicos. Sobre esta polémica: - MAR REY BUENO & Mª ESTHER ALEGRE PÉREZ, (2001), "Renovación de la Terapéutica Real: los Destiladores de su Majestad, Maestros Simplicistas y Médicos Herbolarios de Felipe II", en: «Asclepio», nº 53 (1), pp. 27-56, cf. pp. 40-44. - Queremos aclarar que la solicitud de ayuda al cardenal Antonio Perrenot de Granvela (1517-1586) tiene pleno sentido, pues se trata de un gran aficionado a la alquimia y a la preparación de medicamentos químicos. En el año 1565 Gerard Dorn le envió un manuscrito dedicado de su "Clavis totius Philosophae Chymisticae". En 1570 Domenico Pizzimenti de Bivona, maestro del célebre Giambattista Della Porta, le dedicó su traducción latina de dos textos alquímicos griegos: el "De arte magna" del pseudo-Demócrito y una "Epistola ad Xiphilinum patriarcham" de Miguel Pselo, estampados en un mismo volumen en Padua, en 1572. En 1579 es Karl Wittestein, médico de Margarita de Austria, quien le dedica una "Disceptatio Philosophica de Quinta Chymicorum Essentia". François Rossellet, médico de la villa de Vesoul, hizo lo mismo con su tratado "Chrysospagyrie" de 1582 en el que se describen las aplicaciones terapéuticas del oro potable. Vemos que Granvela patrocinó labores alquimicas de finalidad diferente. Pizzimenti se interesó siempre por la obtención del prodigioso "Lapis philosophorum", mientras que Rossellet buscaba remedios medicinales mitificados por los alquimistas. La corte que rodeaba al cardenal fue frecuentada por cantidad de alquimistas, "chymicos", simplicistas y destiladores, entre los que encontramos a: "...Giovan Vincenzo Forte, destillator rarissimo... ". A todos estos intereses Granvela añadió posteriormente el estudio de la obra de Paracelso a través de las traducciones de Jacques Gohory. El paracelsista Nicolás Guibert fue durante algunos años uno de sus protegidos. Véase: - F. SECRET, (1971), "Notes sur quelques alchimistes de la Renaissance", en: «Bibliothèque d'Humanisme et Renaissance», XXXIII, p. 625-640, cf. pp. 636-640. - F. SECRET, (1973), "Littérature et alchimie", en: «Bibliothèque d'Humanisme et Renaissance», XXXV, p. 499-531, cf. pp. 500-501. - F. SECRET, (1973), "Notes sur quelques alchimistes italiens de la Renaissance", en: «Rinascimento», 13, p. 197-217, cf. aptdo. VII. - DIDIER KAHN, (1994), "Le debut de Gerard Dorn d'apres le manuscrit autographe de sa "Clavis totius Philosophiae Chymisticae" (1565) ", en: J. Telle (ed.), «Analecta Paracelsica», Stuttgart, pp. 59-126, cf. 67-77. - DIDIER KAHN, (1995), "Le paracelsisme de Jacques Gohory", en: «Aries», pp. 81-130, cf. pp. 81 y 106, n. 4.

61. - Un análisis de estos cuatro aparatos se encuentra en: - J. M. LORING PALACIOS, (1994), "Aportación de los destiladores de El Escorial en la Fabricación de Quintaesencias...", en F. J. Campos y Fernández de Sevilla (ed.), «La Ciencia en el Monasterio de El Escorial. Actas del Simposium», Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísiticas, I, pp. 585-616, cf., pp. 596-601. Loring Palacios valora las descipciones de tres fuentes: A) Madrid, Biblioteca Nacional, Ms 8458, (año 1592?); B) J. A. DE ALMELA, "Descripción de la Octava Maravilla del Mundo que es la Casa de San Lorenzo el Real", (año 1594); C) JEHAN L'HERMITE, "Le Passetemps de Jehan L'Hermite despuis son voyage d'Espagne, (año 1597). - Las especificaciones en documentos oficiales no aportan nada nuevo sobre este tema: - Madrid, Archivo General del Palacio Real, Sec. Admón., Leg. 772 : Inventario de la Botica de El Escorial (año 1837). - Madrid, Archivo de la Farmacia del Palacio Real de Madrid, Leg/d.1.21 : Inventario de la Botica de El Escorial (año 1839).

62. - Los datos que confirman este punto se explican en: - J. M. LORING PALACIOS, (1994), "Aportación de los destiladores de El Escorial en la Fabricación de Quintaesencias...", (op. cit.), pp. 598 y 602. - El cacereño Diego de Santiago escribiría posteriormente un libro para las gentes de su oficio: - D. DE SANTIAGO, (1598), "Arte separatoria y modo de apartar todos los licores que se sacan por via de destilación para que las medicinas obren con mayor virtud y presteza. Compuesta por Diego de Sanctiago... Con la manera de hazer el instrumento separatorio, que inuento el Autor, que es el mejor y mas facil que hasta oy se a visto", Francisco Pérez & Rodrigo Cabrera, Sevilla [ejemplares consultados: Madrid, Biblioteca Nacional, sig. R-7553; París, Bibliothèque Nationale de France, cota: 8-TE145-25; Rockville Pike, U.S. National Library of Medicine, general id. 2284019R (HMD Collection)]. Existe una edición fasímil basada en la copia madrileña, con un estudio introductorio de 49 páginas realizado por E. Portela Marco y J. M. López Piñero: - D. DE SANTIAGO, (1994), "Arte Separatoria y modo de apartar todos los licores que se sacan por vía de destilación", Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, Alicante. Redactó también un breve folleto de apenas dos folios con instrucciones para la prevención de la peste: - DIEGO DE SANTIAGO, (1599), "Preservativos contra la Peste", Sevilla, [no consultado]. Existe un libro que intenta glosar su figura, aunque resulta muy insuficiente en contenidos: - S. CABALLERO, (1948), "Diego de Santiago. Alquimista, Boticario y Romanista del Siglo XVI. Su Patria. Su Profesión. Sus Obras", Madrid. - José María López Piñero fue el primer investigador en destacar la importancia de su "obra separatoria": - J. M. LÓPEZ PIÑERO, (1972), "Química y Medicina en la España de los Siglos XVI y XVII", en «Cuadernos de Historia de la Medicina Española», 11, pp. 17-55. - J. M. LÓPEZ PIÑERO, (1979), "Ciencia y Técnica en la Sociedad Espanola de los Siglos XVI y XVII", Labor, Barcelona. - El tema es retomado y ampliado por Eugenio Portela Marco: - E. PORTELA MARCO, (1977), "Los Orígenes de la Química Moderna en España", tesis doctoral inédita, Universidad de Valencia. - E. PORTELA MARCO, (1983), "Diego de Santiago", en J. M. López Piñero et al., «Diccionario Histórico de la Ciencia Moderna en España», 2 vols., Ediciones Peninsula, Barcelona, t. II, pp. 307-309. - E. PORTELA MARCO, (1994), "La Química en el Monasterio de El Escorial", en F. J. Campos y Fernández de Sevilla (ed.), «La Ciencia en el Monasterio de El Escorial. Actas del Simposium», Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísiticas, I, pp. 209-241. - Algunas contribuciones significativas son: - D. GOODMAN, (1988), "Power and Penury. Government, Technology and Science in Philip' II's Court", Cambridge, p. 14 y cap. XVII, nota 5. - J. M. LORING PALACIOS, (1994), "Aportación de los destiladores de El Escorial en la Fabricación de Quintaesencias...", (op. cit.), pp. 585-616. - F. J. PUERTO SARMIENTO, (1997), "La Panacea Áurea. Alquimia y Destilación en la Corte de Felipe II (1527-1598)", en «Dynamis», vol. 17. - MAR REY, (1998), "El Hechizado. Medicina, Alquimia y Superstición en la Corte de Carlos II", (op. cit.), pp. 77-81. - F. TEIXIDÓ GÓMEZ, (1998), "Alquimia, Química y Filosofía Química en la Obra del Extremeño Diego de Santiago", en «Asclepio», vol. L, nº 1, pp. 31-47. - F. J. PUERTO SARMIENTO, (1999), "Los Destilatorios del Monasterio de El Escorial: Alquimia y Paracelsismo en la Corte de Felipe II", en Martínez Ruíz, E. (dir.) «Felipe II, la ciencia y la Técnica», pp. 429-446. - F. TEIXIDÓ GÓMEZ, (1999), "Aspectos Médicos del Arte Separatoria de Diego de Santiago", en «Asclepio», vol. LI, nº 1, pp. 227-245.

63. - La base técnica de estos profesionales procede de los libros sobre destilación tan extendidos en su siglo. El respaldo teórico lo buscaban principalmente en los tratados alquímicos relativos a las quintaesencias. De todo ello se trajeron copias a la biblioteca del monasterio, e incluso de los volúmenes más populares encontramos varias ediciones, por ejemplo del "De secretis naturae seu de quinta essentia" pseudo-Luliano, el "Coelum philosophorum" de Ulstad y la "Magiae naturalis" de Giovani Battista della Porta.

64. - J. LÓPEZ GAJATE, (1992), "La Botica de San Lorenzo de El Escorial", (op. cit.), p. 298.

65. - Como pago a su trabajo pide al Rey la patente de un sistema de destilación por baño de vapor que aplicó en el laboratorio escurialense. Véase: - Valladolid, Archivo general de Simancas, Cámara de Castilla, leg. 699, f. 87. No lo hemos consultado personalmente, seguimos las indicaciones de: - MAR REY BUENO, (1998), "El Hechizado. Medicina, Alquimia y Superstición en la Corte de Carlos II", (op. cit.), pp. 77, nota 33.

66. - J. LÓPEZ GAJATE, (1992), "La Botica de San Lorenzo de El Escorial", (op. cit.), p. 279.

67. - "Memorias Sepulcrales", Sepultura 48 (año 1614), lugar 2, f. 394 del tomo II.

68. - En el siglo XVI y en la primera mitad del XVII el término "chymia", también las variaciones "chimia", "chimicia", "chymica", presentan una significación que cambia bastante según el autor que consultemos. Así, por ejemplo, hay quienes lo aplican como sinónimo de "alquimia" y quienes rechazan violentamente tal equiparación. Unos lo limitan a aplicaciones terapéuticas y otros lo amplían hasta el campo de la transmutación metálica... la diversidad es total. William Newman y Lawrence Principe han mostrado la utilización intercambiable de las voces "chymia" y "alchimia" en las plumas de los siglos XVI y XVII. - WILLIAM R. NEWMAN; LAWRENCE M. PRINCIPE, (1998), "Alchemy vs. Chemistry : The Etymological Origines of a Historiographic Mistake", en «Early Science and Medicine», 3, pp. 32-65. El empleo de tales términos en este período histórico no parece estar gobernado por pautas etimológicas precisas y encontramos una gran heterogeneidad semántica. Es un hecho comprensible si tenemos en cuenta la inexistencia en aquellas fechas de una colección metódica reglamentada oficialmente. Ferdinando Abbri ha insistido sobre este asunto en uno de sus últimos artículos: - FERDINANDO ABBRI, (2000), "Alchemy and Chemistry: Chemical Discourses in the Seventeenth Century", en «Early Science and Medicine», 5, pp. 214-226. - Personalmente hemos decidido conservar la palabra "chymia" y no actualizarla como "química" puesto que poco tiene que ver el concepto general transmitido por Stanihurst, y por otros colegas de su tiempo, con la estructura metodológica y conceptual de la química contemporánea.

69. - ALBERT J. LOOMIE, (1963), "The Spanish Elizabethans, the English Exiles at the Court of Philip II", Fordham University, New York.

70. - Kannegieter parece ser uno de los maestro destiladores más apreciados por Felipe II, tal y como demuestra su elevado sueldo y el esmerado trato recibido por su viuda tras su muerte. - J. LÓPEZ GAJATE, (1992), "La Botica de San Lorenzo de El Escorial", (op. cit.), p. 340-343. - Holbek estuvo vinculado al laboratorio de destilación en Aranjuez, aunque también se desplazaba al Monasterio de El Escorial, Alcázar de Madrid, Palacio del Pardo y Alcázar de Toledo entre otros Reales Sitios. Véase: - Ibid., p. 345-346. - Fraye sirvió en El Escorial durante casi toda a década de los noventa hasta que en 1598 pasa a Aranjuez. Ibid., p. 247-349. - Informaciones pormenorizadas se encuentran en - MAR REY BUENO, (1999), "Tradición y Modernidad. La Asistencia Farmacéutica en la Corte Española de los Siglos XVI y XVII", tesis doctoral inédita, Universidad Complutense de Madrid, cf. cap. XI.

71. - Carta a Gerard Martin (9-5-1591) en: - P. TROOST, (1855), "Quelques Lettres inédites dans les Archives Royales de Bruxelles", C. Muquardt, Bruselas, pp. 26-30, cf. p. 29. Henri Cock (1554-?) acompañó al belga Jehan L'Hermite (1560-1622?) en su viaje a España, realizado entre 1587 y 1600. L'Hermite es autor de una obra titulada "Le Passetems" donde se define: "gentilhombre de cámara de Felipe II". El texto incluye una descripción del monasterio escurialense, con curiosos datos, incluso dibujos, sobre la botica y la sala de destilación. Véase: - JEHAN L'HERMITE, (1890-1896), "Le Passetemps de Jehan L'Hermite : Publie d'Apres le Manuscrit Original", 2 vols., Buschmann Antwerpen - Hoste Gent, Amberes - La Haya, [primer tomo a cargo de Charles Louis Ruelens, segundo tomo a cargo de Jules Jean Petit y Emile Ouverleaux]. - JEHAN L'HERMITE; JERÔME PIERRE DEVOS; HENRI COCK (1969), "Description de l'Espagne par Jehan L'hermite et Henri Cock: humanistes belges, archers du corps de la garde royale. Extrait du Passetemps, manuscrit II, 1028 de la Bibliothèque Royale de Bruxelles ", Sevpen, París.- JEHAN L'HERMITE, (1971), "Le Passetemps de Jehan L'Hermite : Publie d'Apres le Manuscrit Original", 2 vols., Slatkine Reprints, Ginebra. - JEHAN L'HERMITE, (1997), "Le Passetemps", Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, Madrid.

72. - Valladolid, Archivo General de Simancas, Seccion de Estado, legajo 593, f. 65: "Curas hechas por el irlandés Richard Stanihurst". - Debemos la noticia de este interesante documento a la profesora Margaret Lantry, investigadora asociada a la "Royal Irish Academy" y al "University College Cork", quien nos proporcionó amablemente todos los detalles sobre su contenido.

73. - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 250r: "Capítulo segundo. Del nombre de alchimia y del primer efecto q[ue] haze de componer medicinas que solam[ent]e curan enfermedades humanas"; - Ibid. ff. 250v-251r: "Y por cuanto he discurrido largo deste primer efecto en otros libros míos que he presentado a V[uestra] Ma[gesta]d no sera necess[ari]o en este breve tratado extenderme en tratar destas medicinas". - De hecho nuestra tesis es que su presencia en El Escorial se debe sobre todo a motivos relacionados con la medicina. En este sentido el investigador Colm Lennon da cuenta de un documento en el que un observador inglés, infiltrado en la Corte española, define su función como "...la de un médico" (in: physician). Véase: - COLM LENNONL, (1981), "Richard Stanihurst: the Dubliner, 1547-1618, a biography with a Stanihurst text On Ireland's Past", (op. cit.), p. 48: "A later reference to Stanihurst as a physician by an English observer at court adds substance to this theory of his activity".

74. - Lipsius, afín en un principio a las ideas religiosas de los Reformistas, fue profesor en la Universidad de Lovaina entre 1576 y 1577. La victoria de Don Juan de Austria forzó su marcha a Leiden donde se incorporó a su recién fundada universidad. Allí permaneció de 1578 a 1591. Durante este período publicó colecciones de sus cartas, varias disertaciones sobre las antiguedades greco-romanas y dos ediciones de Tácito con comentarios históricos. Junto a sus destacadas obras filológicas, compuso tratados sobre política y ética, entre ellos el famoso "De Constantia" (1584) llegó a conocer 32 ediciones solamente en latín. No obstante Leiden no presentaba un clima favorable para su delicada salud y tanto él como su mujer siempre desearon volver a su ciudad natal. Por desgracia sus ideas religiosas se lo impedían. Ya intentó retornar, sin ningún éxito, en 1586. Como resultado sus críticas reformistas se van suavizado paulatinamente, de manera que ya en 1590 responde con evasivas a las controversias religiosas lanzadas por Dirk Coornhert. Finalmente se reconcilia con la religión Católica en la capilla jesuíta de Mainz, en abril de 1591, retornando a las posesiones españolas en los Países Bajos. En 1591 coincide en Lieja con Stanihurst que le presta ayuda para su mejor reintegración en la comunidad católica. Como muestra de su piedad hacia la doctrina romana redacta el "De Cruce" (1593). Comienza aquí una nueva etapa de su vida. Ejerce como profesor de Historia y Latín en el Colegio Trilingüe de Lovaina (1592), más tarde como historiógrafo del Rey de España (1595). Llegó a ser miembro del Consejo de Estado en 1605.

75. - JUSTUS LIPSIUS, (1978- ), "Justi Lipsi Epistolae. Pars V", ed. Koninklijke Academie voor Wetenschappen, Letteren en Schone Kunsten van België, Bruselas, t. (ed. en 1991), pp. 92-95. Hay una respuesta de Lipsius del 27 de febrero en la que expresa su deseo de que su amistad continúe por muchos años a la par que le desea suerte en su empresa española; véase: - Ibid., pp. 160-162.

76. - Los originales se conservan en: - Valladolid, Ms St Alban's College, serie II, leg. 6. - Las dos cartas han sido editadas: - A. J. LOOMIE, (1964-1965), "Richard Stanyhurst in Spain: Two Unknown Letters of August 1593", en «The Huntington Library Quarterly», 28, pp. 145-165.

77. - H. R. HOPPE, (1956), "The Period of Richard Stanyhurst's Chaplaincy to the Archduke Albert", (op. cit.). En 1609 dedicó a Isabel la "Hebdomada Mariana" citada anteriormente.

78. - J. RAMÓN DE LUANCO, (1889), "La Alquimia en España", Tomo I, Imprenta de Redondo y Xumetra, Barcelona, pp. 77-80.

79. - W. DE MIER, (1971), "La Alquimia a través de los Tiempos", en «Historia y Vida», nº 39, pp. 90-93. - J. RUIZ, (1977), "Felipe II y la Alquimia", en «Historia 16», nº 12, 49-55.

80. - J. GARCÍA FONT, (1995), "Historia de la Alquimia en España", Ed. mra, Madrid, pp. 180-186 [edición original: Editora Nacional, 1976].

81. - J. ESLAVA GALÁN, (1987), "Cinco Tratados Españoles de Alquimia", Tecnos, Madrid, pp. 134-148.

82. - RENE TAYLOR, (1992) "Arquitectura y Magia. Consideraciones sobre la Idea de El Escorial", Siruela, Madrid. El germen de este volumen es un artículo de Taylor que tuvo cierta difusión entre hispanistas de Estados Unidos e Inglaterra, publicado por primera vez en 1967. Fue traducido al castellano en el número seis de la revista "Traza y Baza" de la Universidad de Barcelona, provocando recelos entre los especialistas españoles por la forma poco clara de ligar a Felipe II con las ciencias ocultas del Renacimiento. La composición definitiva editada por Siruela en 1992 está más documentada y sus conclusiones se plantean con mayor moderación que en la versión inicial. Aun así sus resoluciones finales nos resultan más que discutibles y no podemos pasar por alto la forma en la que se intenta forzar una imagen de "rey alquimista" apoyándose en factores tan inconsistentes como su "...personalidad introvertida". - ibid., p. 22.

83. - RENE TAYLOR, (1992) "Arquitectura y Magia. Consideraciones sobre la Idea de El Escorial", (op. cit.), pp. 26-27 y nota nº 87.

84. - J. GARCÍA ATIENZA, (1995), "Los Saberes Alquímicos", Temas de Hoy, Madrid, pp. 301-302. - J. GARCÍA ATIENZA, (1998), "La Cara Oculta de Felipe II. Alquimia y Magia en la España del Imperio", Martínez Roca, Barcelona.

85. - "I Simposium sobre La Ciencia en El Escorial", organizado por el Real Colegio Universitario María Cristina. Estuvo dirigido por el Padre Francisco Javier Campos. Las actas se encuentran en: - F. J. CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA (ed.), (1993), "La Ciencia en el Monasterio de El Escorial", 2 vols., Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísiticas, El Escorial.

86. - J. ESTEVA DE SAGRERA, (1993), "La Alquimia y la Política Imperial de los Austrias", en F. J. Campos y Fernández de Sevilla (ed.), «La Ciencia en el Monasterio de El Escorial. Actas del Simposium», (op. cit.), t. I, pp. 189-205, cf. p. 191.

87. - Ibid., pp. 191 y 197.

88. - Ibid., pp. 199 y 200.

89. - M. TAUSIET CARLES, (1993), "El Toque de Alquimia: un método casi infalible dedicado a Felipe II por Richard Stanyhurst", en F. J. Campos y Fernández de Sevilla (ed.), «La Ciencia en el Monasterio de El Escorial. Actas del Simposium», (op. cit.), t. I, pp. 525-558.

90. - Ibid., pp. 527, 529 y 543. Pensamos que se basa en la obra de David Goodman, traducida al castellano tres años antes. Goodman realiza un comentario corto pero muy bien documentado sobre Stanihurst: - DAVID GOODMAN, (1990), "Poder y Penuria. Gobierno, Tecnología y Ciencia en la España de Felipe II", Alianza Editorial, Madrid, p. 45, n. 60.

91. - M. TAUSIET CARLES, (1993), "El Toque de Alquimia: un método casi infalible dedicado a Felipe II por Richard Stanyhurst", (op. cit.), p. 529.

92. - M. TAUSIET CARLES, (1988), "Un Proceso de Brujería Abierto en 1591 por el Arzobispo de Zaragoza contra Catalina García, Vecina de Peñarroya", Institución Fernando el Católico, Zaragoza. - M. TAUSIET CARLES, (1992), "Religión, Ciencia y Superstición en Pedro Ciruelo y Martín de Castañega", «Revista de Historia Jerónimo Zurita», nº 65-66, pp. 139-148. - M. TAUSIET CARLES, (1996), "Comadronas-brujas en Aragón en la Edad Moderna: Mito y Realidad", en «Temas de Antropología Aragonesa», nº 6, [manejamos una copia dactilografiada]. - M. TAUSIET CARLES, (2000), "Ponzoña en los Ojos. Brujería y Superstición en Aragón en el Siglo XVI", Institución Fernando el Católico, Zaragoza. - M. TAUSIET CARLES, (2001), "Witchcraft as Metaphor: Infanticide and its Translations in Aragon in the Sixteenth and Seventeenth Centuries", en «Languages of witchcraft : narrative, ideology, and meaning in early modern culture / edited by Stuart Clark», St. Martin's Press, New York, pp. 179-196.

93. - M. TAUSIET CARLES, (1993), "El Toque de Alquimia: un método casi infalible dedicado a Felipe II por Richard Stanyhurst", (op. cit.), p. 531.

94. - Ibid., pp. 533-534.

95. - Ibid., pp. 537-538. A falta de datos esta suposición es sotenida por medio de referencias a ciertas teorías de Mircea Eliade y Carl Jung, dos autores de marcado carácter anti-histórico en aspectos esenciales de su aproximación a la alquimia. Véase: - BARBARA OBRIST, (1982), "Les débuts de l'imagerie alchimique (XIVe-XVe siècles)", Editions Le Sycomore, París. - BARBARA OBRIST, (1995), "Vers une histoire de l'alchimie medievale", en «Micrologus», 3, pp. 3-43. - WILLIAM R. NEWMAN, (1996), "«Decknamen or Pseudochemical Languaje»?. Eirenaeus Philalethes and Carl Jung", en: «Revue d'histoire des sciences», pp 159-188. - BERNARD JOLY (1996) "Quand l'alchimie était une science. Introduction", en «Revue d'histoire des sciences», t. 49, 2/3, pp. 147-157. - JOSÉ RODRÍGUEZ GUERRERO, (2001), "Examen de una Amalgama Problemática: Psicología Analítica y Alquimia", en «Azogue», nº 4, URL: http://www.revistaazogue.com - PEDRO ROJAS GARCÍA, (2001), "Recensión a La Alquimia en Aragón de Jesús Osácar editada por Ibercaja", en «Azogue», nº 4, URL: http://www.revistaazogue.com

96. - Madrid, Biblioteca Nacional, Manuscrito 2058, tomo 5, ff. 248r-257v, siglo XVI (1593).

97. - VV. AA., (1959), "Inventario General de Manuscritos de la Biblioteca Nacional", Ed. Ministerio de Educación Nacional, Madrid, t. V, cf., Ms 2058, Item nº 95.

98. - Hay un detalle en el tratado que va en este mismo sentido: - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 251v: "La experiençia assi mismo verifica que siendo el oro un cuerpo tan fixo, y solido bastante ha sufrir toda prueba de fuego, esto non obstante, se puede reduçir a un liquor potable del qual jamas se puede tornar a reduçir en oro, como se puede ver en dos suertes de oro potable que he enseñado a V[uestra] Ma[gesta]d y por su orden enseñado a Fr[ay] Fran[cis]co Bonilla". La preparación del oro potable es una de las más destacadas por los posteriores visitantes de la botica. Jean L'Hermite lo sitúa en primer lugar en un listado de productos que le fue proporcionado por uno de los técnicos del lugar. - JEHAN L'HERMITE, (1890-1896), "Le Passetemps de Jehan L'Hermite : Publie d'Apres le Manuscrit Original", (op. cit.), p. 73. Del español Juan Alonso de Almela encontramos un pequeño comentario estando todavía Stanihurst en el Monasterio. Es interesante porque aclara que su elaboración se circunscribía a la "cuarta estancia" del laboratorio, aquella dedicada al "arte cíclica", esto es, a las circulaciones. - J. A. DE ALMELA, (1594), "Descripción de la Octava Maravilla del Mundo que es la Casa de San Lorenzo el Real", (op. cit.), Libro III, cap. XXV: "...y la cuarta donde están los hornos para el arte cíclica donde se sacan quintaesencias y se hace oro potable...".

99. - Envió previamente varios textos de terapéutica y lo declara expresamente: - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), ff. 150v-151r: "Y por cuanto he discurrido largo deste primer efecto en otros libros míos que he presentado a V[uestra] Ma[gesta]d no sera necess[ari]o en este breve tratado extenderme en tratar destas medicinas".

100. - L. CABRERA DE CÓRDOBA, (1876), "Felipe Segundo, Rey de España", (op. cit.), t. II, p. 393

101. - A. J. LOOMIE, (1964-1965), "Richard Stanyhurst in Spain: Two Unknown Letters of August 1593", en «The Huntington Library Quarterly», 28, pp. 145-165.

102. - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 248v. Nótese la afirmación del irlandés cuando advierte en primera persona: "...me pareció expediente...", es decir, el texto es iniciativa suya y no del Rey.

103. - JOHANN H. ALSTED, (1612), "Joan. Henrici Alstedii Systema physicae harmonicae...", typis G. Corvini, Herbornae Nassoviorum, [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: R-10482], lib. II, p. 179: "Etenim chemica scientia est vel generalis, vel specialis. Generalis venit nomine physicae. Specialis est vel chysopoetica, agens de transmutatione; vel iatrica, agens de medicina, unde et chemiatria dicitur".

104. - Sobre el "Testamentum" y su influencia posterior recomendamos la edición crítica de Michela Pereira: - MICHELA PEREIRA; BARBARA SPAGGIARI, (1999), "Il Testamentum Alchemico attributo a Raimondo Lullo: edizione del testo latino e catalano dal manoscritto Oxford, Corpus Christi College, 244", Edizioni del Galluzzo, Tavarnuzze (Florencia). También es importante: - MICHELA PEREIRA, (1992), "L'oro dei filosofi. Saggio sulle idee di un alchimista del '300", CISAM, Spoleto. - En lo concerniente al "Rosario" alquímico atribuido a Arnaldo de Vilanova recomendamos: - GIULIANA CAMILI, (1995), "Il Rosarius philosophorum attribuito ad Arnaldo da Villanova nella Tradizione Alchemica del Trecento", en «Actes de la I Trobada Internacional d’Estudis sobre Arnau de Vilanova», 2 vols., t. 2, pp. 175-208. - ANTOINE CALVET, (1997), "Le Rosier alchimique de Montpellier, Lo Rosari (XIVe siecle), traduction, notes et commentaires", Paris-Sorbonne U. P. , París.

105. - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 248v.

106. - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 249r.

107. - No hay alusiones a esta fuente en los trabajos del tipo de: - A. FAIVRE, (1990), "An Approach to the Theme of the Golden Fleece in Alchemy", en «Alchemy Revisited...», Brill Academic Publishers, Leiden, pp. 250-255. - A. FAIVRE, (1990), "Toison d'Or et Alchimie", Archè, Milán. - A. FAIVRE, (1993), "Golden Fleece and Alchemy", State University of New York Press, Albany (N. Y.), [edición inglesa notablemente aumentada respecto a su precedente en francés].

108. - En el "Diploma de Constitución" de la orden la fecha fundacional figura de este modo: "...el décimo día de mes de enero del año de nuestro señor de 1429, día de la solemnización de nuestra boda con nuestra muy querida y muy amada compañera Isabel... ". Debe tenerse en cuenta que este año es proporcionado considerando el calendario galicano, imperante en Flandes, y no el juliano. El estudio de la cronología histórica relacionada con los preparativos de la boda entre Felipe de Borgoña e Isabel del Portugal confirman que, a partir del calendario gregoriano vigente desde 1582, el año correcto para nosotros es 1430. Sobre la Orden del Toisón recomendamos: - J. J. CHIFFLET, (1632), "Insigna gentilitia equitum Ordinis Velleris Aurei", Anvers. - B. MOLINET, (1689), "La Toison d'Or ou recueil des statuts et ordonnance du noble Ordre", Colonia. - BARON DE REIFFENBERG, (1830), "Histoire de l'Ordre de la Toison d'Or", Bruselas. - H. KERVYN DE LETTENHOVE, (1907), "La Toison d'Or", Brujas. - G. DOUTREPONT, (1908), "Jasón et Gédéon, patrons de la Toison d'Or", en «Mélanges offerts à Godefroid Kurth», pp.191-208. - R. PAYER VON THURN, (1918), "Der Orden vom Goldenen Vlies", Viena. - A. ZUYLEN VAN NYVELT, (1929), "L'Ordre de la Toison d'Or á Bruges", Brujas. - L.HOMMEL, (1947), "L'Histoire du noble Ordre de la Toison d'Or", Bruselas. - MARQUÉS DE CÁRDENAS, (1960), "El Toisón de Oro, Orden Dinástica de los Duques de Borgoña", Madrid. - CH.TERLINDEN, (1962), "La Toison d'Or. Cinq Siècles d'Art et d'Histoire", Brujas. - P. QUARRÉ, (1962), "La Chapelle du Duc de Bourgogne à Dijon, lieu, chapitre et collège de l'Ordre de la Toison d'Or", en «Publication du Centre Européen d'Etudes Burgondo-médianes», pp. 56-64. - R. AQUILINA, (1982), "L'héraldique des chevaliers de l'Ordre de la Toison d'Or de Philippe le Bon, Duc de Bourgogne, à Philippe II, Roi d'Espagne: representation équestre des 284 chavaliers promus de 1430 à 1596", Rosny-sous-Bois. - H. FILLITZ, (1987), "Tresors de la Toison d'Or", Bruselas. - R. DOMÍNGUEZ CASAS, (1993), "Arte y Etiqueta de los Reyes Católicos", Madrid, pp. 655-699. - D. RÉGNIER-BOHLER, (1995), "Splendeurs de la Cour de Bourgogne. Récits et Chroniques", París. - P. COCKSHAW; H.VAN DEN BERGEN-PANTENS, (1996), "L'ordre de la Toison d'or, de Philippe le Bon à Philippe le Beau (1430-1505): Idéal ou reflet d'une société?", Bruselas. - J. L. LIEZ, (1998), "La Toison d'Or. Un mythe européen", París-Metz.

109.- SUIDAS, (1928-1938), "Suda uel Suidas lexicon", 5 vols., Teubner, Leipzig, edición de Ada Adler, cf. voz: DeraV. Esta obra fue conocida por los humanistas europeos del siglo XV, como Pico della Mirandola que lo cita en su "De Auro", no obstante su mayor difusión posterior se debe a la edición realizada en Milán, en 1499, por Demetrio Chalcondile (?-1510).

110. - L. RICCHIERI, (1516), "Lectionum antiquarum libri triginta", Aldus, Venecia, [ejemplar consultado: Niza, Bibliothèque Municipale (fondo antiguo), cota: XVI-1749], cf. libro VII: "Quae pars philosophicae gravitati, ac sacrarum rerum magnitudini congruit sanè, quanquam & in eandem figmentorum rationem veniunt leuiora quoque, veluti est Iasonis, crusómallon deras id es veleris pellis aurei. Quo nomine intelligi librum voluere, veterum more in pelle conscriptum, quo auri conficiendi scientia contineretur, arte quam chmeían vocant..."

111. - THEODOR ZWINGER, (1586), " Theatrum humanae vitae Theodori Zvingeri... tertiatione novem voluminibus locupletatum, interpolatum, renovatum. Cum tergemino elencho, methodi scilicet, titulorum et exemplorum...", Eusebium Episcopium, Basilea, [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: Z-310], cf. tomo IV, libro XX (De mechanicis habitibus), cap. 10: "..Deras tó crusómallon, Aureum vellus, Phryxi Athamantis filij, (quod Iason & Argonautae Pontico mari in Colchidem profecti unà cum Medea regis Aeetae filia rapuerunt) liber fuit in membranis scriptus, qui continebat, quomodo per artem fundendi, quam Chemiam dicunt, aurum esset faciendum...".

112. - F. GUARINO, (1523), Magnum ac perutile Dictionarium, quod quidem Varinus Phavorinus Camers Nucerinus episcopus, ex multis variisque auctoribus in ordinem alphabeti collegit (Carmina graeca J. Lascaris, Angeli Tripolitani)", Zacharias Kallierges, Roma, [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: X-159], f. 135r: "...tó deraV tó crusómalonc vV poihtikvV feretai· alla biblíon hn eu dermasi gegrammenon, periecon öpoV dei gínesqai dia chmeía crisón...". [nota del editor: el formato HTML utilizado no acepta vírgulas ni acentos en las letras griegas:   a e v ]

113. - I. MAZZONI, (1576), "De triplici hominum vita, activa nempe, contemplativa et religiosa, methodi tres, quaestionibus quinque millibus centum et nonaginta septem distinctae, in quibus omnes Platonis et Aristotelis, multae vero aliorum Graecorum, Arabum et Latinorum in universo scientiarum orbe discordiae componuntur, quae omnia publice disputanda Romae proposuit anno salutis 1576", Bartholomaeus excudebat , Caesenae, [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: R-1580], f. 308v: "...post haec ad Alchymiam transeamus, quam etiam & ad Iasonis tempora floruisse asserunt nonnulli, idquè satis probabiliter. Velleris enim aurei nomine intelligi librum voluerunt veterum more in pelle conscriptum, quo auri conficiendi scientia contineretur arte quam chmeía vocant".

114. - A. RICCIARDI, (1591), "Commentaria Symbolica, inquibus explicanture arcana pene infinita", Venecia, [ejemplar consultado: Tours, Bibliothèque Centre d'Études Supérieures de la Renaissance, fondo: Générale-MAC, cota: A7RIC], I, f. 296v: "Iasonis pellis velleris aurei. signif. librum in quo erat scriptum arcanum lapidis philosophici, qui omnia metalla in aurum verteret...".

115. - J. LANGE, (1589), "Epistolarum medicinalium volumen tripartitum...", apud haeredes A. Wecheli, C. Marnium et J. Aubrium, Frankfurt, [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: 8-TD5-21], cf. Epístola LIII: "...non erat sane deraV vellus aureum, sed liber, vt olim fieri solebat, derasi, id est pellibus campactus: in quibus ars conficiendi aurum conscripta fuit". - Para una mayor información sobre estos autores: - SYLVAIN MATTON, (1995), "L'Influence de l'humanisme sur la tradition alchimique", en «Micrologus», 3, pp. 311-314.

116. - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 249r. Ernesto, Elector de Colonia (1554-1612), fue un importante noble perteneciente a la rama sajona de casa de Wittelsbach, en concreto era el quinto hijo del Duque Alberto V de Baviera (1528-1579). Introducido en ambientes sacerdotales, centró su acción en ciudades especialmente sensibles en tiempos de la Reforma. Además de Arzobispo Elector de Colonia, cargo que ostentó entre entre 1583 y 1612, fue obispo de Freising (1566-1573), Hildelsheim (1573-1581) y Muenster (1585-1612). De 1581 a 1612 también fue obispo de Lieja, la ciudad de residencia de Stanihurst, por lo que no resulta extraño que entraran en contacto. Su colocación en los estamentos eclesiásticos fue espoleada desde su entorno familiar. Tuvo un hijo ilegítimo (Guillermo) con Gertrud de Plettenberg y tres hijas más (Fernanda, Maximiliana y Catalina) con Magdalena Possinger. Alternó sus obligaciones eclesiásticas con su afición por las Ciencias Naturales. Prestó una mayor atención a la astronomía y a la alquimia. Mantuvo un intercambio epistolar sobre la obra de Galileo con el matemático Christoph Grienberger (1564-1636), quien le aleccionó sobre el instrumental del astrónomo. - Roma, Archivio della Pontificia Università Gregoriana, Ms. 534, f. 81r: "Carta de Ernst von Wittelsbach a Christoph Grienberger, 1 abril 1611". - Insistiendo sobre este tema, Johannes Kepler (1571-1630) le envió una copia manuscrita de su célebre "Dioptrice..." y le prestó uno de sus telescopios. En lo referente a la alquimia, sabemos que mostró un vivo interés en apoyar los trabajos de Jan Baptista van Helmont (1579-1644), quien declinó la oferta. Sí la aceptó el paracelsista Johannes Grasshoff (1560?-1618), al que llegó a hacer su consejero personal. Ernesto mantuvo contacto con otros gobernantes dedicados a patrocinar las prácticas alquímicas, como su hermano el duque Guillermo V de Baviera (1548-1626) y el emperador Rodolfo II de Habsburgo (1552-1612). También está constatado que fue uno de los promotores del la edición de los textos de Paracelso completada entre 1589 y 1591 por Johann Huser (1545?-1600?).

117. - Leiden, Universiteitsbibliotheek, Ms. Vossianus Chym. Q. 33., Siglo XVI, ff. 45r-58v: "Antoine de Châtillon, Liber Montis speculi ab Philippum ducem Burgundiae". La posibilidad es remota, pues el contenido implica a Felipe I de Borgoña. Podemos leer en la dedicatoria: "...editus ad requisita incliti Ducis Burgundiae Philippi Io. fr. Franciae regis". - En algunas copias manuscritas el duque Felipe I no aparece ya como mero destinatario de este "Liber montis" firmado por Antoine de Châtillon sino como autor original. Véase: - W. J. WILSON, (1936), "An Alchemical Manuscript by Arnaldus de Bruxella", en: «Osiris», 2, p. 371 § 31. - Siguiendo la estela de los gobernantes borgoñones, encontramos en un documento fechado en 1385 la afirmación de que el duque Felipe II tomó cierta medicina basada en el oro metálico, elaborada por el médico italiano Tomás de Bolonia, cirujano de los reyes Carlos V y VI de Francia, y padre de la célebre escritora Cristina de Pizan. Tomás lo comenta en una carta enviada al alquimista alemán Bernard de Trèves (segunda mitad del siglo XIV), señalando el mal efecto ocasionado. En el mismo texto sostiene haber enviado al señor de Borgoña un filtro que le había sido requerido "ab amoris causam". Véase: - FERDINAND HOEFER, (1842), "Histoire de la chimie depuis les temps les plus reculés jusqu'à notre époque", L. Hachette, París, p. 421. - Ya en una época muy tardía, hacia mediados del siglo XVIII, Hermann Fictuld (¿-?) hace a Felipe III de Borgoña nada menos que fundador de la "Orden Rosacruz" en detrimento del protagonista habitual en estos casos, Christian Rosenkreuz. Su peculiar hipótesis se basa en ciertos rumores vertidos por Enrique Cornelio Agripa (1486-1535) en una carta de 1509, en la que dice de Felipe III y de su hijo Carlos lo siguiente: "...yo mismo pude ver en Dijon el laboratorio y los hornos en el castillo ducal, y me mostraron algunos caracterers químicos grabados sobre las paredes que, según cuentan, fueron escritos por los propios duques". - HERMANN FICTULD (1747), "Aureum Vellus oder Goldenes Vlies...", Michael Blochberger, Leipzig, pp. 225-227. - HERMANN FICTULD (1771), "Fürstliche und Monarchische Rosen von Jericho. Das ist: Moses Testament, und Vergabung der Künsten und Wissenschafften, die er am Hof Pharao in Egypten erlernet, und dem Israel zum Guten im Gefilde Moab am Berg Nebo im Thal gegen Peor und Jericho geschrieben hat, auf daß es ferner wie bisher seine Kosten und Ausgaben bestreiten möge. Aus dem Hebräischen in das Deutsche gebracht und zum Druck befördert durch Hermann Fictuld", en «Neue Sammlung von philosophisch und alchymistischen Schriften, als eine neue Fortsetzung des Theatri Chymici», Krauß, Frankfurt-Leipzig, pp. 319-324.

118. - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 249r.

119. - M. PEREIRA, (1989), "The alchemical corpus attributed to Raymond Lull", Warburg Institute, Londres, item I.2, I.6, I.12 y I.20. Pereira confirma punto por punto que Llull era contrario a las teorías de la alquimia.

120. - (2002), "Los Billetes del Secretario Real Pedro de Hoyo y los Comentarios Marginales de Felipe II", texto presentado y editado por Vicente González Ramos, «Azogue», nº 5, URL: http://www.revistaazogue.com - VICENTE GONZÁLEZ RAMOS, (2000), "Cuatro Documentos para el estudio de la Alquimia en la Corte de Felipe II", «Azogue», nº 3, URL: http://www.revistaazogue.com

121. - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 249v. De sobra es sabido que Felipe II invertía grandes sumas de dinero en intentar ahogar el movimiento reformista.

122. - SYLVAIN MATTON, (1995), "L'Influence de l'humanisme sur la tradition alchimique", (op. cit.), pp. 216 y ss. - H. D. SAFFREY, (1995), "Historique et description du manuscript alchimique de Venise Marcianus Graecus 299", en Didier Kahn; Sylvain Matton (eds), «Alchimie, art, histoire et mythes», pp. 1-10. - JEAN LETROUIT, (1995), "Cronologie des alchimistes greques", en Didier Kahn; Sylvain Matton (eds), «Alchimie, art, histoire et mythes», p. 71.

123. - Sobre todo este asunto debe estudiarse despacio un útil artículo: - JEAN MARC MANDOSIO, (1993), "La place de l'alchimie dans les clasifications des sciences et des arts à la Renaissance", en: «Chrysopoeia», 4, pp. 199-209.

124. - CHIARA CRISCIANI (1976), "La quaestio de alchimia tra Duecento e Trecento", en «Medioevo», nº 2, pp. 119-168. - CHIARA CRISCIANI & CLAUDE GAGNON, (1980), "Alchimie et philosophie au Moyen Âge. Perspectives et problèmes", L'Aurore / Univers, Montreal. - BARBARA OBRIST, (1991), "Les Rapports d'Analogie entre Philosophie et Alchimie Médiévales", en J. C. Margolin y Sylvain Matton (ed.), «Alchimie et Philosophie à la Renaissance», J. Vrin, París, pp. 43-64.

125. - WILLIAM R. NEWMAN, (1986), "The Summa perfectionis and Late Medieval Alchemy. A Study of Chemical Traditions, Tecniques, and Theories in the Thirteenth-Century Italy", tesis doctoral inédita, en IV tomos, Harvard University, Department of the History of Science, [especialmente: tomo I].

126. - El francés Robert Duval (1505?-1584?) puede servir de muestra: - JOSÉ RODRÍGUEZ GUERRERO, (2000), "Roberto Vallensis, autor del Gloria mundi sonsten Paradeiss Taffel". «Azogue», nº 3, URL: http://www.revistaazogue.com

127. - LYNN THORNDIKE, (1992), "A History of Magic and Experimental Sciences" Columbia University Press, New York, 8 vols., Reprint., Original published 1923-1958, vol VI, pp. 153 y ss. - LYNN THORNDIKE, (1938), "Alchemy during the first half of the sixteenth century ...", [s. l., s. n.], separata de la revista «Ambix», v. II, n. 1, Junio 1938".

128. - J. TELLE, (1987), "Benedictus Figulus, zu Leben und Werk eines deutschen Paracelsisten", en: «Medizinhistorisches Journal», nº 22, pp. 303-326. - FRANÇOIS SECRET, (1992) "Hermétisme et Kabbale", Bibliopolis, Nápoles, pp. 15-64.

129. - THEODOR ZWINGER, (1586), "Theatrum humanae vitae...", (op. cit.), tomo IV, libro XX (De mechanicis habitibus), p. 3706.

130. - JEAN MARC MANDOSIO, (1993), "La place de l'alchimie dans les clasifications des sciences et des arts à la Renaissance", en: «Chrysopoeia», 4, pp. 210-282. - JEAN MARC MANDOSIO, (1999), "La place de l'alchimie dans les clasifications des sciences et des arts au XVIIe siècle", en: Franck Greiner (dir.), «Aspects de la tradition alchimique au XVIIe siécle», pp. 19-62. - SYLVAIN MATTON, (1999), "Les théologiens de la Compagnie de Jésus et l'alchimie", en: Franck Greiner (dir.), «Aspects de la tradition alchimique au XVIIe siécle», pp. 386-502.

131. - Las fuentes de introducción de estas operaciones en la medicina renacentista ya han sido citadas en este mismo artículo, en el apartado: III. 1 - "Breve aproximación al sector sanitario de la corte filipina".

132. - Se podría considerar contrario a nuestra opinión el hecho de que en el folio 254r se diga que "...este señorío es un don especial de Dios..." lo que viene a introducir el concepto de Donum Dei, es decir, de un don extraordinario y exclusivo concedido por Dios solamente al alquimista virtuoso. Este componente, entendido como un agente numinoso, acarrea una teoría del conocimiento apoyada en la intervención divina. Sin embargo la alusión parece esencialmente retórica, pues debe apreciarse la advertencia introducida unas líneas antes al considerar "...esta señal no como infalible o necessaria, sino como una conjetura provable, porque malos y viciosos hombres pueden bien venir a alcanzar la posesion desta joya philosophica...". Sobre el Donum Dei en la alquimia: - WILLIAM R. NEWMAN, (1994), "Gehennical Fire: The Lives of George Starkey, an American Alchemist in the Scientific Revolution", Harvard University Press, Cambridge, p. 98. - VLADIMIR KARPENKO, (1998), "Alchemy as donum dei" en «Hyle», nº 1, vol. 4, pp. 63-80.

133. - C. GESSNER, (1548-1549), "Pandectarum sive partitionum universalium Conradi Gesneri libri XXI. Ad lectores. Secundus hic bibliothecae nostrae tomus est...", C. Froschoverus, Tiguri [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: FOL-Q-59], XIII, IX ("De chymia, quam aliqui Alchemiam, alij chemiam, chymistaticam, alchymiam, & artem sacram uel magnam appellant"): "De chymia in physicis ubi de metallis est lapidibus agitur, tanquam liberaliore arte dicendum fuisse forsan aliquis existimabit, cui ego non multum contendero: malui tamen operariis eam adnumerare, quod plurimum circa fornaces ut aliae fabriles occupetur, et ab imperitis fere atque illiteratis hominibus male tractetur". Esta crítica de Gesner debe entenderse en el contexto de la fijación de la alquimia en la cultura popular de muchas naciones europeas, Italia, Francia, Alemania, Inglaterra, Países Bajos, un acontecimiento debido en buena medida a la difusión proporcionada por la imprenta. Este fenómeno trajo consigo la proliferación del aficionado "illiterati" o "indocti" de cuyas desventuras queda, sin duda, mucho por saber. Véase: - WILLIAM C. EAMON, (1984), "Arcana Disclosed: The Advent of Printing, the Books of Secrets Tradition, and the Development of Experimental Science in the Sixteenth Century", en «History of Science», 22, pp. 111-150. - WILLIAM C. EAMON, (1996), "Science and the Secrets of Nature", (op. cit.), pp. 93-133. - ELIZABETH EISENSTEIN, (1979), "The Printing Press as an Agent of Change", 2 vols., Cambridge University Press, Cambridge.

134. - FRANK GREINER, (2000), "Les métamorphoses d'Hermès: tradition alchimique et esthétique littéraire dans la France de l'âge baroque (1583-1646)", Honoré Champion, París, p. 357. Es este un libro interesante para aproximarse al status quaestionis sobre los modos de expresión y las tendencias literarias en una época muy fecunda por el elevado volumen de libros impresos.

135. - El veneciano Lorenzo Ventura y el holandés Theobald van Hoghelande se hacen eco de este tipo de exegesis nebulosa: - LORENZO VENTURA, (1602), "Larentii veneti, artium et medicinae D. De ratione conficiendi lapidis philosophici liber", en Lazarus Zetzner (ed.), «Theatrum Chemicum», Vol. 2, cap V, pp. 243-244: "Philosophi accultaverunt hunc preciosum lapidem dupliciter. Primo de eo sub allegoria loquentes: unde Morenius in Castrensi. Sunt libri de hac scientia sub figura compositi quorum pars major obscura multum: ac sententiis connexa, ut non nisi a suis compositoribus possint intelligi: unde ipsum multis nominibus nominaverunt: quae tamen sibi non conveniunt apud vulgares: suum aut propium nomen tacuerunt, quo apud vulgus nominatur. Quod si aliquando eum nominant suo propio nomine, semper tamen aliquid addunt ut scilicet intelligentes abstrahat, ne cognoscatur, ut dicit Lilium. Secundo varias operationes et pondera fingunt. Unde dicitur in Turba: Philosophi multa ponunt, quorum nihil faciunt. Faciunt autem hoc popter duas causas. Primo ut reddant artificem in operando intelligentem, et solicitum et cutum". - THEOBALD DE HOGHELANDE, (1594), "De alchemiæ difficultatibus Theobaldi de Hoghelande Mittelburgensis liber", Henricum Falckenburg, Colonia, cf., libro II, p. 40: "Inquiriamus occultandi modos, et causam difficilis intellectus librorum chemicorum investigemus. Ea magis innotescet, si rationem ob quam ceterae scientiae faciliores sint perpendamus: contraria enim juxta se posita magis elucescunt. Omnis igitur alia ars et scientia Rhetorice ar ordine quodam in scrptis suis procedit per capitula, principia et terminos cum definitione et expositione nominum et instrumentorum quibus pervenitur in cognitionem et notitiam conclusionum ipsius et suis opis, docet et explanat, [sin embargo la alquimia] contrario plane modo absque nulla notitia principiorum artis, terminorm et instrumentorum, tradit opus suum immiscendo falsa veris et vera falsis, nunc diminute nimium, nunc super abundanter, et sine ordine, et saepius prae postero ordine, et nititur omnia obscure tradere, et occultare quantum potest".

136. - Ambas obras se publicaron juntas, en un tomo de destacado éxito entre los aficionados al arte transmutatorio, con numerosas reediciones posteriores: - (1567), "Opuscule tres-excellent, de la vraye philosophie naturelle des metaux. Traictant de l'augmentation & perfection d'iceulx. Avec un advertissement d'euiter les folles despences qui se font ordinairement par faulte de vraye science: par Maistre D. Zacaire Gentilhomme & Philosophe Guiennois. Avec le traicté de venerable Docteur Allemand Messiere Bernard Allemand Conte de la Marche Trevisane sur le mesme subgiect", Guillaume Silvius, Anvers. - Sobre Zecaire puede consultarse la sobresaliente edición crítica de Renan Crouvizier: - D. ZECAIRE, (1999), "Opuscule tres-excellent, de la vraye philosophie naturelle des metaux", SEHA-Archè, París-Milán. - El libro atribuido a Bernard de Trèves (alquimista alemán del siglo XIV) es seudoepigráfico y su redacción original parece ser francesa, posiblemente de mediados del siglo XV. Puede consultarse al respecto: - DIDIER KAHN, (1994), "Le fonds Caprara de manuscrits alchimiques de la Bibliothèque Universitaire de Bologne", en «Scriptorium», 48, pp. 62-110, cf., item 133.

137. - DIDIER KAHN, (1995), "Alchimie et littérature à Paris en des temps de trouble: Le Discours d'Autheur incertain sur la pierre des philosophes (1590)", «Revue de l’Association d’études sur l’Humanisme, la Réforme et la Renaissance», 41, pp. 75-122. Kahn describe siete copias manuscritas, seis en francés y una en italiano. El manuscrito 39 Z de la Biblioteca Nacional de Rusia viene atribuido a un tal "Lecaire", posible deformación de Zecaire, pero Rean Crouvizier ha demostrado la imposibilidad de este supuesto: - D. ZECAIRE, (1999), "Opuscule tres-excellent, de la vraye philosophie naturelle des metaux", (op. cit.), pp. 92-94. El copista del ejemplar conservado en la biblioteca del Arsenal, en París, aventura al final de su transcripción unas siglas para el autor: "...le P. R. B. prieur des Augstins du grand couvet en est l'auteur". Véase: - París, Bibliothèque de l'Arsenal MS. 3031 [180 S.A.F.], siglo XVII, pp. 1-76.

138. - Los detalles de estas narraciones oníricas son comentados en: - DIDIER KAHN, (1995), "Alchimie et littérature à Paris en des temps de trouble: Le Discours d'Autheur incertain sur la pierre des philosophes (1590)", (op. cit.). Otra pequeña alusión se puede encontrar en: - FLORENCE DUMORA, (1998), "Poétique du songe alchimique", en F. Greiner (ed.), «Aspects de la tradition alchimique au XVIIe siecle», Arché, Milán. pp. 233-259, cf., p. 239.

139. - CLAUDE GAGNON, (1977), "Description du Livre des Figures Hiéroglyphiques attribué à Nicolas Flamel", Ed. de l'Aurore, Montréal. - R. HALLEUX, (1983), "Le mythe de Nicolas Flamel ou les mecanismes de la pseudepigraphie alchimique", en «Archives internationales d'histoire des sciences», 33, pp. 234-255. - DIDIER KAHN, (1993), "Postface : Nicolas Flamel alchimiste?", en «Nicolas Flamel, Ecrits alchimiques», Les Belles Lettres, París. pp. 99-116, cf., pp. 111-114. - DIDIER KAHN, (1996), "Le livre de Flamel", en «Chrysopoeia», nº 5, pp. 387-430. - CLAUDE GAGNON, (1994), "Nicolas Flamel sous investigation, suivi de l'édition annotée du «Livre des figures hiéroglyphiques»", Loup de Gouttière, Québec.

140. - Sobre todo el asunto de este párrafo puede consultarse: - FRANK GREINER, (2000), "Les métamorphoses d'Hermès: tradition alchimique et esthétique littéraire dans la France de l'âge baroque (1583-1646)", (op. cit.).

141. - THEOBALD DE HOGHELANDE, (1594), "De alchemiæ difficultatibus Theobaldi de Hoghelande Mittelburgensis liber", Henricum Falckenburg, Colonia. - Sobre esta obra se puede consultar: - JOHN FERGUSON, (1906), "Bibliotheca chemica: a catalogue of the alchemical, chemical and pharmaceutical books in the collection of the late James Young of Kelly and Durris", 2 vols., J. Maclehose and Sons, Glasgow, vol. I, pp. 411-412. - FRANCK GREINER, (1994), "Ecriture et ésotérisme dans un traité alchimique de la fin de la Renaissance: le De alchemiae difficultatibus de Theobald de Hoghelande", en «Revue de l’Association d’études sur l’Humanisme, la Réforme et la Renaissance», nº 38, pp. 45-71. - FRANK GREINER, (1998), "Art du feu, art du secret: obscurité et ésotérisme dans les écrits alchimiques de l'âge baroque", en F. Greiner (ed. ), «Aspects de la tradition alchimique au XVIIe siecle», Arché, Milán. pp. 207-232. - A Hoghelande se le atribuye una obra sobre las preparaciones de la "piedra filosofal" firmada con el seudónimo "Ewaldus Vogelius". Véase: - EWALDO VOGELIO, (1595), "De Lapidis physici conditionibus liber, quo duorum abditissimorum auctorum Gebri et Raimondi Lullii methodica continetur explicatio et chymistarum omnium opera tanquam ad normam examinantur, virum in perfectionis via consistant...", Henricum Falckenburg, Colonia [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: R-53691]. Otra versión del mismo es: - EWALDO VOGELIO, (1602), "Liber de lapidis physici conditionibus (quo Gebri & Raymundi Lullii methodica continetur explicatio)", en «Theatrum Chemicum», Vol. 3, apud L. Zetzner, Ginebra, pp. 515-648. - El gran aprecio que existía por sus textos ha sido transmitido en los comentarios de Daniel Georg Morhof (1639-1691): - D. G. MORHOFII, (1673), "De metallorum transmutatione ad virum nobilissimum & amplissimum Joelem Langelottum, serenissimi Principis Cimbrici archiatrum celeberrimum epistola", ex officina G. Schultzen, Hamburgo [ejemplar consultado: Doubs, Bibliothèque Municipale d'Ètudes et de Conservation de Besancon (fondo antiguo), cota: 271827], cf. p. 141: "Theobaldi ab Hogeland qui se ficto nomine appellat Evvaldum Vogelium tractatus Chemici a peritis ejus artis prae caeteris aestimari solent".

142. - ANDREAS LIBAVIUS, (1597), "Alchemia. Andræ Libavii opera dispersis passim optimorum autorum, veterum & recentium exemplis potissimum, tum etiam praeceptis quibusdam operosè collecta, adhibitisque; ratione & experientia, quanta potuit esse, methodo accurata explicata, & in integrum corpus redacta. Accesserunt tractatus nonnulli physici chymici, item methodice ab eodem autore explicati, quorum titulos versa pagella exhibet. Sunt etiam in chymicis eiusdem D. Libavii epistolis, iam ante impressis, multa, huic operi lucem allatura", excudebat Iohannes Saurius, impensis P. Kopffij, Frankfurt. - OSWALD CROLL, (1622), "Basilica chymica, continens philosophicam propria laborum experientia confirmatam descriptionem et usum remediorum chymicorum selectissimorum e lumine gratiae et naturae desumptorum. In fine libri additus est authoris ejusdem Tractatus novus de signaturis rerum internis", Impensis Godefridi Tampachii, Frankfurt. - Este género de tratados de evidente finalidad didáctica cuajará en los primeros "cursos de química" de la centuria posterior. El "Tyrocinium chymicum" compuesto por Jean Begin sería la primera muestra. - JEAN BEGUIN, (1610), "Tyrocinium chymicum e naturae fonte et manvali experientia deprumptum autore Joanne Beguino... Hac postrema editione ab ipsomet autore quam diligentissime recognitum et auctum", s. ed., París [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: 8-TE131-164].

143. - J. M. LÓPEZ PIÑERO, (1977), "El Dialogus (1589) del Paracelsista Llorenç Coçar y la Cátedra de Medicamentos Químicos de la Universidad de Valencia (1591)", Cátedra e Instituto de Historia de la Medicina, Valencia. Hemos de lamentar que fuera de España los historiadores de la ciencia pasen por lo general sin mencionar este suceso, de notable importancia por sus características, a pesar de que la Cátedra apenas se sostuvo unos meses.

144. - ANDREAS LIBAVIUS, (1613-1615), "Syntagmatis selectorvm vndiqvaqve et perspieve traditorvm alchymi arcanorum, tomvs primvs [secvndvs] ... Studio Andrew Libavii ...", 2 vols., excudebat Nicolaus Hoffmanuus, impensis Petri Kopffii, cf. t. 2 «Syntagmatis arcanorum chymicorum, ex optimis avtoribus scriptis impressis, experientiaque artifice collectorum», tractatvs II «Tractatus secundus de alchymia pharmaceutica», pp. 122-128. Libavius diferencia dos clases de chymia, una metalúrgica y otra farmacéutica. A esta última dedica el discurso que aquí citamos, pero para ambas reivindica un ejercicio abierto e institucionalizado. He aquí la razón de que sea considerado por los especialistas actuales como uno de los padres de la química, pues la saca de la semi-clandestinidad haciéndola enseñable al mismo nivel que otras ciencias de su época. - B. MAHIEU; BR. VAN TIGGELN, (en prensa), "De l'Alchemia de Libavius (1597) au Phlogiston de Stahl (1697). Chimie et chimistes en quête d'identité. Colloque, 21 et 22 novembre 1997", Brepols Publishers, Turnhout. Recomendamos las disertaciones del Doctor Habil. N. Psarros (Philipps-Universität Marburg) titulada "Libavius, the First Chemist" y la del Doctor B. Mahieu (Université catholique de Louvain) sobre "La chimie avant qu'il n'y ait des chimistes".

145. - Su titular fue el iatroquímico Johannes Hartmann (1568-1631). Véase: - BRUCE T. MORAN, (1991), "Johannes Hartman and the Didactic Care of Chimiatria in the Early Seventeenth Century", American Institute of the History of Pharmacy, Madison .

146. - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 248v: "...hallo dos de los anteçesores de V[uestra] Ma[gesta]d muy aficionados a esta secreta sciençia...". - Ibid., f. 249r: "...el vellocino dorado no fue otra cosa sino que esta secreta sciençia estava escripta...". - Ibid., f. 252r: "...emplear parte del tiempo en el estudio y practica de esta secreta sciençia". - Ibid., f. 252v: "Este mercader flamenco habia avido este polvo de un su amigo que era el autor, cuyo nombre, nacion, ni vivienda no quiso deçir, ni lo dixera por todo el bien del mundo, siendo conocido esta juramentado a tenerlo secreto". En todas las citas alude exclusivamente a la fabricación de oro y plata. Nunca emplea la expresión "ciencia secreta" cuando expone la preparación de medicamentos destinados al tratamiento de enfermedades humanas.

147. - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 254v: "...porque sin duda alguna con muy poca costa se puede hazer al segundo y terçer effecto desta parte de natural philosophia...".

148. - Los exámenes preparados para la identificación del verus artifex chymicus tampoco son una característica particular de Richard Stanihurst. En su entorno histórico la muestra más representativa sería, desde nuestro punto de vista, el "Examen fucorum pseudo-chymicorum" de Michael Maier (1569-1622). Véase: - MICHAEL MAIER, (1617), " Examen fucorum pseudo-chymicorum detectorum et in gratiam veritatis amantium succincte refutatorum", typis Nicolai Hoffmanni, sumptibus Theodor de Brij, Frankfurt. - De esta obra existe un excelente estudio crítico, desgraciadamente inédito: - WOLFGANG BECK, (1992), "Michael Maiers Examen Fucorum Pseudo-Chymicorum", tesis doctoral inédita, Zentralinstitut für Geschichte der Technik, Technische Universität München.

149. - Guillermo ostentó el título de Duque de Baviera entre 1579 y 1597. Fue un preponderante defensor del catolicismo, siempre asesorado muy estrechamente por la Orden Jesuíta. Aunque no tenemos pruebas documentales definitivas es posible que Stanihurst tuviese algún tipo de relación con esta familia pues unas líneas antes le hemos visto citar detalles sobre Ernesto, Arzobispo Elector de Colonia, precisamente hermano de Guillermo.

150. - Un estudio pormenorizado de este suceso se encuentra en: - IVO STRIEDINGER, (1928), "Der Goldmacher Marco Bragadino", Ackermann, Munich. - Otras fuentes documentales consultadas: - HARRY E. WEDECKL, (1961), "A Treasury of Witchcraft: A Sourcebook of the Magic Arts", Gramercy Books, New Yersey. - H. KALLFELZ, (1971), "Dizionario Biografico degli Italiani", t. XIII, Roma, pp. 691-694. - MICHAEL KUNZE, (1987); "Highroad to the Stake: A Tale of Witchcraft", The University of Chicago Press, Chicago, pp. 385-386. - FRITZ R. KEIßL & OTTO KRÄTZ, (1999) "Feuer und Flamme, Schall und Rauch. Schauexperimente und Chemiehistorisches", Taschenbuch, s.l. - CLAUS PRIESNER & KARIN FIGALA (eds.), (1998), "Alchemie: Lexikon einer hermetischen Wissenschaft", C.H.Beck, Munich, item: "Bragadino". - La imagen burlesca, y casi ridícula, que Marco Bragadino adquirió dentro de la propia alquimia en aquellos tiempos queda reflejada en una ácida sátira contra los alquimistas redactada por Tomás Sonnet de Courval en 1610. El autor, en un tono irónico que busca caricaturizar las teorías transmutatorias, compara la imagen del "padre de los alquimistas", Hermes Trimegisto, con la de Bragadino. Véase: - T. S. DE COURVAL, (1610), "Satyre contre les charlatans, et pseudomédecins empyriques, en laquelle sont amplement découvertes les ruses et tromperies de tous theriacleurs, alchimistes, chimistes, paracelsistes, distillateurs, extracteurs de quintescences, fondeurs d'or potable,... et telle pernicieuse engeance d'imposteurs. En laquelle d'ailleurs sont réfutées les erreurs, abus et impiétez des Iatromages, ou médecins magiciens, par Thomas Sonnet Sr de Courval", Chez Jean Millot, París, p. 198: "Que si pour contrecarrer, et contrepointer mes raisons, on m'objette pour deffence l'experience, et qu'un Hermes Trimegiste est parvenu à la parfaicte cognoissance de cet art, et penetré le secret de la pierre Philosophale, comme de nostre temps un certain Gentilhomme natif du Roiyaume de Chypre, nommé Antonio Bragardino [sic] demeurant à Venise, lequel estoit presque adoré comme un petit Dieu par la seigneure...".

151. - La denuncia de los fraudes cometidos por este personaje y el asesoramiento recibido por el Duque de Baviera para su posterior ejecución partió de miembros de la Compañía de Jesús. Véase al respecto: - J. JUVENCIUS, (1710), "Historiae societatis Jesu pars quinta tomus posterior ab anno christi MDXCI ad MDCXVI auctore Josepho Juvencio", G. Plachus, Roma, p. 388. - I. AGRICOLA et al., "Historiae provinciae Societatis Jesu Germaniae superioris, a P. Ignatio Agricola,... olim coeptae, nunc continuatae, pars tertia, ab anno 1601 ad 1610, authore Adamo Flotto... Pars quarta, ab anno 1611 ad annum 1630, authore Francisco Xaverio Kropf...", typ. J. J. Vötter, sumptibus haeredum M. Happach, Augsbourg, pp. 20-22.

152. - GREGORIO DE VALENCIA, (1603), "Gregorii de Valentia ... è Societate Iesu ... Commentariorum theologicorum tomi IIII ... : in quibus omnes qaestiones quae continentur in summa Theologica D. Thomae Aquinitatis...", Rolini Theoderici et Petri Chevalerii, Ingolstadt, cf., Dispvtatio VI, Qvaestio XIII "De Superstitione vanarum obseruantiarum", Punctum II "Vnde dignosci possit in casibus particularibus superstitiosa observatio", col. 1937-1938: "...quod experientiae ipsae, quod ad effectum quidem ipsum attinet, non nitantur mendacio narrantis; tamen possunt niti variis fraudibus, quae vel in auri probatione postea, vel in ipsa operatione adhibeantur, sicut fraudulenta fuit operatio illa Marci Bragandini, quae certe videbatur euidentissima & certissima".

153. - MARTÍN ANTONIO DEL RIO, (1599-1600), "Disquisitionum magicarum libri sex : in tres tomos partiti / auctore Martino Del Rio...", Ex officina Gerardi Rivii, Lovaina, cf., liber I, Capvt V "Ars aurifactoria, quam Alchymiam nuncupant, ad quam magiae speciem sit referenda", Qvaestio I "An aurum hac arte verum conficiatur", Sectio IV "An aliqua narratione constet aliquando aurum hac arte factum", p. 84: "...quia possunt esse operationes, vel fraudulentae & deceptoriae (vt fuit Bragadini Veneti Alchimia; qui confessus fuit; se ex auri ramentis pulueribusque quos mixtos carbonario pulueri habebat, aurum suum liquasse. Quare cauendum ne lectorem decipiat deceptus ipse Villamontius pertinaciter defendens, veram fuisse & sinceram Anto. Bragadini Chrysopoeiam: cum enim illa scriberet nondum dies fraudem huius Cyprii plane aperuerat. Vide quae de illo Villamontius «Itinerari lib. 3. Cap. 28») vel possunt esse prodigiosae, daemone faciente". La "defensa" de Bragadino mencionada por Antonio del Rio se refiere a cierta narración del francés Jacques de Villamont, quien en sus "Viajes" dedica todo un capítulo a la "Histoire notable d'Antonio Bragadino qui a trouvé la pierre philosophale". Se trata de un relato que el autor dice haber escuchado en Venecia, en 1589, fecha en la que preparaba su viaje a Chipre, Palestina y Egipto. Es relevante porque refleja la enorme fama de fabricante de oro que Bragadino disfrutaba entonces en los ambientes venecianos. Véase: J. DE VILLAMONT, (1595), "[Les ]voyages du seigneur de Villamont, chevalier de l'ordre de Jérusalem, gentilhomme du pays de Bretagne, divisés en 3 livres", Cl. de Monstroeil et Jean Richer, París, ff. 290v y ss.

154. - LELIO BISCIOLA, (1611), "Horarum subsecivarum tomus primus, libros viginti continens, in quibus pleraque ex philologia et encyclopaedia... ac tribus praecipuis linguis hebraea, graeca, latina, non vulgaria explicata, adnotatis... enucleatis plurimis omnis generis scriptorum locis...", ex typ. A. Sartorii, Ingolstadt, [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: Z-419], liber XVIII "Alchimia nomine, & re quid aleat, quid prisci, & noui de ea auctores senserint explicatum", Capvt I, col. 1337: "Et fere esse falsam citati desmonstrant auctores multis argumentis, & gregorius in primis exempla celebris illius Chemistae, impostoris potius Marci Bragadini Cyprij, qui nostro aeuo apud quosdam Principes magno in honore fuit, quem tamen vanitate ipsius detecta in mortis publicae supplicium optimus Bauariae Dux anno 1591...". - PAULO COMITOLI, (1709), "Pauli Comitoli Perusini S. J. Theologi responsa moralia in Vll libros digesta...", N. Boucher, Rouen, p. 406: "Hujus sententiae nostrae veritatem a Marco Bragadino tamdem mors justa, & poena patibuli extorsit. Hic enim nequissimus nebulo, superis aeque ac mortalibus invisus, cum suae artis praestigiis multos infatuasset; atque etiam a nonnullis Re auri venetiis apellaretur: cujus ludificationibus qui adversabantur, stultorum nomen subibant, quod mihi quoque subeundum fuit, cum dictitarem, Mammugnani, hoc enim nomine vulgo apellabatur, aurum non magis esse aurum, quam, quod ipse gestabam manibus sudarium: illud autem affirmate profiterer, nec daemones, nec Angelos si instrumentis, & ratione Mammugnani uti velint, esse umquam aurum effecturos". - Sobre las relaciones entre la Orden Jesuíta y la alquimia puede consultarse: - MARTHA BALDWIN, (1990), "Alchemy in the Society of Jesus", en «Alchemy Revisited...», Brill Academic Publishers, Leiden, pp. 182-187. - MARTHA BALDWIN, (1993), "Alchemy and the Society of Jesus in the Seventeenth Century: Strange Bedfellows?", en «Ambix», 40, pp. 41-64. - SYLVAIN MATTON, (1998), "Les théologiens de la Compagnie de Jesus et l'alchimie", en F. Greiner (ed.), «Aspects de la tradition alchimique au XVIIe siecle», Arché, Milán. pp. 382-501. - C. CAMENIETZKI, (2001), "Jesuits and Alchemy in the Early Seventeenth Century: Father Johannes Roberti and the Weapon-salve Controversy", en: «Ambix», 48, pp. 83-101.

155. - NICOLÁS EYMERICH, (1396), "Contra alchimistas", Ms París, Bibliothèque Nationale, lat 3171, f 55v: "Non ergo demones possunt argentum et aurum et preciosos lapides creare, et per hunc modum artem habendi et facendi alchimiste hec per creationem dare [...] demones ubi est thesaurus, aurum, argentum et lapides preciosi sciunt et transportare de loco ad locum possunt. Et sic se inuocanti, et auxilium quo ad hec petenti possunt dare, et consecuenter aurum et argentum et lapides preciosos eidem exhibere". El texto completo está editado en: SYLVAIN MATTON, (1987), "Le traité Contre les Alchimistes de Nicolas Eymerich", en «Chrysopoeia», 1, pp. 93-136.

156. - GREGORIO DE VALENCIA, (1603), "Commentariorum theologicorum tomi IIII...", (op. cit.), col. 1939: "...quia exponunt se isti periculo, ne diabolus se eorum operationibus ingerat, cum videat eos editos et occupatos vanitatibus et insaniis falsis, ut Scriptura appellat. Quod est origo et caput Superstitionis et pacti impliciti cum diabolo...". - MARTÍN ANTONIO DEL RIO, (1599-1600), "Disquisitionum magicarum libri sex...", (op. cit.), cf., liber I, Capvt V "Ars aurifactoria, quam Alchymiam nuncupant, ad quam magiae speciem sit referenda", Qvaestio III "Ad quam magia speciem pertineat?, pp. 89-90: " [Si alchimicus effectus verus est] , tunc aut si fit ope daemonis, et pertinet ad Daemoniacam: verum effectum voco, quando aurum verum quis consquitur; hoc autem potest fieri dupliciter, vel vera transmutatione, vel suppositione, quando hoc facit daemon. Potest etiam reduci hoc factum, ad praestigiatricem... ".

157. - PARACELSO, (1570), "Archidoxa ex Theophrastia. Sampt den Büchern Præparationum, De tinctura physicorum, De renovatione et restauratione vitæ, und De vita longa, alle teutsch ... inn Druck gleben, Von D. Iohanne Alberto Wimpineo", bey Adam Berg, Munich. - PARACELSO, (1570), "Archidoxa, von Heymligkeyten der Natur, zehen Bücher. Item, I. De tinctura physicorum. II. De occulta philosophia", durch Theodosium Rihel, Estrasburgo [Prólogo de Michael Toxites.]. - Descripción de estas ediciones en: - KARL SUDHOFF, (1894), "Bibliographia Paracelsica. Besprechung der unter Theophrast von Hohenheim’s Namen 1527-1893 erschienenen Druckschriften", 2 vols., Berlín, item 119 y 118. El autor de este tratado seudoepigráfico no ha sido determinado. No obstante tenemos conocimiento de que un alquimista judío de origen italiano llamado Rabbí Mordekhaï de Nello (en algunos documentos: Martinus de Delle) habría redactado un "Libro de la Tintura de los Alquimistas" del que no hay referencias precisas. Scholem lo cita con el nombre "Rotgüldigerz" (trad. Tintura Roja). - GERSHOM SCHOLEM, (1990), "Alchimie et Kabbale", en «De la création du monde jusqu'à Varsovia», Clerf, París, pp. 134-135. Gracias a Sudhoff sabemos que Mordekhaï fue temprano seguidor de las doctrinas paracelsistas y autor de una "Incementa et gradiationes Theophrasti Paracelsi interpretatio Mordechaii de Nelle Judæo". - KARL SUDHOFF, (1894-1899), "Versuch einer Kritik der Echtheit der Parecelsichen Schriften", 2 vol., Berlín, t. 2, p. 715. El entorno reflejado en el "Libellus de tinctura physicorum" es también muy similar al que recorrió Mordekhaï que inluye Bohemia entre 1560-1561, Cracovia en 1572-1573, la corte de Rodolfo II en Praga y los dominios de Augusto I de Sajonia (1553-1586) para el que trabajó en un gran laboratorio en Dresde. Véase: - W. E. PEUCKERT, (1936), "Pansophie, ein Versuch zur Geschichte der weissen und schwarzen Magie", Stuttgart, p. 528. - GERSHOM SCHOLEM, "Alchimie et Kabbale", (op. cit.), p. 135, nota 109. - JOHN FERGUSON, (1906), "Bibliotheca chemica: a catalogue of the alchemical, chemical and pharmaceutical books in the collection of the late James Young of Kelly and Durris", 2 vols, J. Maclehose and Sons, Glasgow, t. 2, pp. 204 y 562. - K. CH. SCHMIEDER, (1832), "Geschichte der Alchemie", Nachdruck der Ausg, La Haya, pp. 274-275. - JOHANN A. SÖLDNER, (1702), "Keren Happuch, Posaunen Eliæ des Künstlers...", bey Gottfried Libernickel, Hamburgo, p. 73.

158. - Los emplazamientos geográficos están bien localizados. Kuttenberg es el nombre alemán de la localidad Checa de Kutná Hora (la ciudad minera más famosa del reino de Hungría y Bohemia gobernado por Rodolfo II entre 1576 y 1611). Si bien Stanihurst habla de ciudades "alemanas" puede entenderse como una generalización relativa a los dominios de los Habsburgo.

159. - GEORGE AGRICOLA, (1612), "Georgii Agricolae De ortu & causis subterraneorum ...; De natura eorum ... ; De natura fossilium ... ; De veteribus & novis metallis ... ; Bermannus sive de re metallica dialogus ... ; addito indice ... / scholiis marginalibus illustrati a Joanne Sigfrido ... Accesserunt De re metallicis rebus & nominibus observationes variae ... Georgi Fabricii ...", typis Andrea Riidingeri, Wittenberg, 2.2, p. 701 [ejemplar consultado: Madrid, Biblioteca Nacional, sig. 2-67303].

160. - A. CAESALPINUS, (1602), "De metallicis libri tres", Konrad Bauer, Nuremberg, liber I, capvt VI, p. 17 [ejemplar consultado: Munich, Bayerische Staatsbibliothek, sig. 4 Lith. 33, en la contraportada: Exlibris Bibliotheca Regia Monacensis]. No hemos tenido acceso a la edición original de 1596, ex typographia Aloysij Zannetti, Roma.

161. - G. E. LÖHNEYSS, (1617), "Bericht, von Bergwerck, wie man dieselben Bawen, und in guten Wolstandt bringen soll, sampt allen darzu gehörigen Arbeiten, Ordnung und rechtlichen Process", impreso por el autor, Zellerfeldt, IX, Bergordnung 5, p. 332 [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: S-1287].

162. - NICOLAS GUIBERT, (1603), "Alchymia ratione et experientia ita demum viriliter impugnata et expugnata, etc. Auctore Nicolao Guiberto, lotharingo, doctore medico. Item de balsamo, ejusque lachrymae quod opobalsamum dicitur, natura, viribus et facultatibus admirandis", L. Zetzner, Argentorati [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: R-37936]. El tratado "De Balsamo", de temática diferente, se incluye al final, con una paginación particular (son 18 pp.). Guibert fue defensor de la "chymica iatrica", también llamada Iatroquímica o Chemiatria. En esta línea abogó por la introducción de la obra de Paracelso en la medicina, por el empleo de las destilaciones y las quintaesencias. Se mostró sin embargo beligerante ante la posibilidad de la Crisopeya y la Argiopeya. Trabajó para personajes relevantes: Francesco de Medicis, el Cardenal Granvela o el Arzobispo de Augsburgo Otto Truchs. - LYNN THORNDIKE, (1992), "A History of Magic and Experimental Sciences", 8 vols., Columbia University Press, New York, [Reprint., Original published 1923-1958], vol VI, pp. 244-247.

163. - A. LIBAVIUS, (1604), "Defensio et declaratio perspicua alchymiae transmutatoriae, opposita Nicolai Guiperti [sic] Lotharingi Ph. Med. expugnationi virili: et Gastonis Clavei Iurisconsulti Nivernatis Apologiae contra Erastum male sartae et pravae... opera et studio Andreae Libavii,...", sumtibus P. Kopffii, Ursellis, pp. 216-233 [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: R-41921]. Libavius no solamente impugna el razonamiento de Guibert, sino que también arremete contra chymicos del tipo de Gaston DuClo (1530?-?) por considerar que argumentaban mal en defensa de la transmutación: "...malus Chymicorum advocatus sit ille caussarum Patrorum, ne quis obiicere arti possit futilitatem illam, qua modo sic, modo aliet atque adeo in inconstantissime & perseverissime de rebus disseretur...", cf., Ibid., p. 693. - La contestación de Guibert en: - NICOLAS GUIBERT, (1614), "De interitu Alchymiae metallorum transmutatoriae tractatus aliquot, multiplici eruditione referti, Nicolao Quiberto doctore authore. Adjuncta est ... apologie in Sophistam Libavium, alchymiae refutatae furentem calumniatorem, quae loco praefationis in eosdem tractatus esse possit", Sébastien Philippe, Toul [ejemplar consultado: Nancy, Bibliothèque Municipale, fondo (CGA), cota 2163, hemos elegido esta copia por incluir numerosas glosas y notas complementarias manuscritas por el propio autor].

164. - ANGELO SALA, (1613), "Anatomia vitrioli, in duos tractatus divisa, in quibus vera ratio vitrioli in diversas substantias resolvendi accuratissime traditur. Accedit arcanorum complurium ex substantiis istis deductorum, tum ad conservandam valetudinem, tum ad propulsandam gravissimorum morborum vim et intemperiem, sylva, ex italica in latinam linguam translata, studio et opera J. P. C. R.", in officina Fabriana, Aureliae Allobrogum, Ginebra, [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: R-29970]. - ANGELO SALA, "Angeli Salae,... de Erroribus pseudochymicorum [et Galenistarum]", s. l. n. f., [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: 8-TE147-26 (A)]. Sobre este autor recomendamos: - URS LEO GANTENBEIN, (1992), "Der Chemiater Angelus Sala, 1576-1637, ein Arzt in Selbstzeugnissen und Krankengeschichten", Juris Druck & Verl. Dietikon, Zurich, con amplia bibliografía en pp. 243-252.

165. - DANIEL SENNERT, (1619), "De Chymicorum cum Aristotelicis et Galenicis consensu ac dissensu Liber I. Controversias plurimas tam Philosophis quam Medicis cognitu utiles continens Auctore Daniele Sennerto ...", Zacharias Schürer, Wittenberg, pp. 10 y ss.

166. - DANIEL SENNERT, (1655), "De Chymicorum cum aristotelicis et galenicis consensu ac dissensu liber, cui accessit appendix de constitutione chimiae, auctore Daniele Sennerto,... Editio 3ª", sumptibus haered. T. Mevii et E. Schumackeri, Wittenberg-Frankfurt [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: 4-TE147-32 (B)]. - DANIEL SENNERT, (1654-1656), "De Chymicorum cum Aristotelicis et Galenicis consensu ac dissensu Liber I", en «Danielis Sennertis opera omnia», 4 tomos en 2 vols., Sumptibus Joannis Antonii Huguetan, & Marci Antonii Ravaud, Lyon [ejemplar consultad: Lyon, Bibliothèque Municipale (fondo antiguo), cota: 31199], cf., t. IV, cap 2, p. 182. - Christoph Meinel afirma que la rectificación se introduce en una edición de 1553 de los herederos de T. Mevius y E. Schumacher. - CHRISTOPH MEINEL, (1997), "Early Seventeenth-Century Atomism: Theory, Epistemology, and the Insufficiency of Experiment", en Peter Dear (ed.) «The Scientific Enterprise in the Early Modern Europe», Chicago Univ. Press, Chicago, p. 204, n. 86.

167. - J. JUNGIUS, (1982), "Praelectiones physicae", edición facsímil de Christoph Meinel, Vandenhoeck und Ruprecht, Göttingen [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: 4-R-16149 (45)], p. 234.

168. - NICOLAS LEMERY, (1687), "Cours de Chymie... Sixie'me edition. Reveuë, corrigée et augmentée par l'Autheur", chez Jean-Baptiste Delespine, París, pp. 92-93.

169. - AEYRENAEO PHILALETHA, (1727), "El mayor thesoro. Tratado del arte de la alchimia, ò chrysopoeya, que ofrece la entrada abierta, al cerrado Palacio del Rey. Compuesto por Aeyrenaeo Philaletha, cosmopolita, Philósopho y Adepto de la Piedra Philosophal. Traducido de latín en lengua castellana por Theóphilo..", Antonio Martín, Madrid. - BENITO J. FEIJOO, (1722), "Nueva Precaución contra los Artificios de los Alquimistas", en su «Teatro crítico Universal», tomo 5, discurso XVII. - FRANCISCO ANTONIO DE TEJEDA, (s. a.), "Triunfo de la transmutación metálica, en que se evidencia la del hierro en cobre fino. Vindicada en tres assertos, con infalibles experimentos contra el Discurso último del quinto tomo del Theatro Crítico", Bernardo Peralta, Madrid.

170. - Fe2 à Fe++ + 2e-

171. - Cu++ + 2e- à Cu2

172. - Los electrones puestos en juego en este proceso redox no abandonan la lámina de hierro.

173. - PARACELSO, (1570), "Archidoxa ex Theophrastia. Sampt den Büchern Præparationum, De tinctura physicorum, De renovatione et restauratione vitæ, und De vita longa, alle teutsch ... inn Druck gleben, Von D. Iohanne Alberto Wimpineo", bey Adam Berg, Munich. - PARACELSO, (1570), "Archidoxa, von Heymligkeyten der Natur, zehen Bücher. Item, I. De tinctura physicorum. II. De occulta philosophia", durch Theodosium Rihel, Estrasburgo. - PARACELSO, (1570), "Archidoxorum Aureoli Ph. Theophrasti Paracelsi de secretis natvrae mysteriis libri decem... accesserunt libri De Tinctura Physicorum, De Praeparationibus, De Vexationibus Alchimistarum [sic], De Cementis metallorum, De Gradiationibus corundem...", Petrus Perna, Basilea.

174. - La carta de agradecimiento lleva fecha del 4 de Abril de 1595 y ya ha sido citada anteriormente: - Valladolid, Archivo General de Simancas, Seccion de Estado, legajo 174. - Algunos detalles biográficos de Ernesto de Wittelsbach fueron apuntados en: - vid., supra, nota 116. Su afición desmedida por la alquimia, hasta el punto de descuidar por completo sus obligaciones eclesiásticas, fue comentada por Le Prèvôt Morillon en un intercambio epistolar con Antoine Perrenot, Cardenal de Granvela, fechado entre los días 9 y 10 de Septiembre de 1581. - C. PIOT & E. POULLET, (1877-1896), "Correspondance du cardinal de Granvelle, 1565-1586", 12 vols., F. Havez, Bruselas, cf. t. VIII, p. 404. - Fue uno de los mayores patrocinadores de la gran edición del Corpus Paracélsico completada por Johann Huser en Basilea. Noticias de su enorme interés por el paracelsismo en: - ROBERT HALLEUX, (1983), "Les curiosités scientifiques d'Ernest de Bavière Prince-Eveque de Liège", en: «Actes du Congrès de Comines, 28-31 août 1980», Comines, pp. 253-260. - R. HALLEUX & A. C. BERNES, (1995), "La cour savante d'Ernest de Baviere", en: «Archives internationales d'histoire des sciences», nº 45, pp. 3-29. - Recibió asesoramiento directo del paracelsista Johannes Grasshoff (1560?-1618), al que nombró consejero personal. - H. KOPP, (1886), "Die Alchemie bis zum letzten Viertel des 18. Jahrhunderts. Die Alchemie in älterer und neuerer Zeit", 2 vols., C. Winter, Heidelberg, cf. t. II, pp. 230-232.

175. - GEORGE RIPLEY, (1652), "The Compound of Alchymie. A most excellent, learned, and worthy worke, written by Sir George Ripley, Chanon of Bridlington in Yorkeshire, Conteining twelve Gates", en Elias Ashmole (col.), «Theatrum chemicum britannicum containing severall poeticall pieces of our famous English philosophers...», pp.107-193, cf. p. 159
"Spend not thy Mony away in waste,
Geve not to every speche credence;
But fyrst examyn, grope and taste;
And as thou provyst, so put thy confydence,
And ever beware of grete expence:
But yf the Phylosopher do lyve vertuosely,
The better you may trust his Philosophy"
.

176. - GEORGE RIPLEY, (1652), "The Compound of Alchymie...", (op. cit.), p. 123:
"To thys I answer, that Mercury it ys I wys
But not the comyn callyd Quicksylver by name,
But Mercury withoute whych nothyng beyng ys;
All true Phylosophers record that fay the fame:
But symple serchers puttyth them in blame,
Saying they hyd hyt, but they beblame worthy,
Whych be no Clerks, and medlyth with Phylosophy"
.
La versión de Stanihurst parece ser la de Thomas Orwin, editada en Londres en 1591. Las obras completas de Ripley fueron vertidas al latín por Ludwig Hermann Combach (1590-1657), profesor de medicina en la Universidad de Montpellier y gran aficionado a la alquimia: - L. H. COMBACH, (1649), "Georgii Riplaei, Opera omnia chemica, quotquot hactenus visa sunt, quorum aliqua jam primum in lucem prodeunt, aliqua MS exemplarium collatione a mendis & lacunis repurgata, atque integritati restituta sunt Edidit Ludov. Combachius", typ. J. Gentschii, Cassellis [ejemplar consultado: París, Bibliothèque Nationale de France, cota: R-49203].

177. - P. A. MATTIOLI, (1564), "Petri Andreae Mattioli... Epistolarum medicinalium libri quinque...", apud Caesarem Farinam, Lyon, [ejemplar consultado: El Escorial, Biblioteca Escurialense, sig. 74-IV-3, nº 2].

178. - RICHARD STANIHURST, (1593) "Toque de Alquimia", (op. cit), f. 253r: "La medicina hecha con el fuego contra natura o el fuego compuesto es el que he dicho en el cap[itul]o precedente, la qual, aunque es medicina para los metales, es ponçoña para el cuerpo humano por raçon de fuego contra natura con que esta mezclada, y assi el oro [Insertado al margen: que con esta medicina se hace, se dice vulgarmente], aunque corruptam[en]te "aurum alchimicum" [Insertado al margen: aviendose antes de llamar "aurum alcuinicum"] , tomando la apelacion de un philosopho antiguo llamado Alcuinus, que fue el primer inventor deste genero de medicina...".

179. - JUAN XXII, (2001), "Spondent quas non exhibent", texto presentado y editado por José Rodríguez, «Azogue», nº 2, Julio - Diciembre 1999, URL: http://www.revistaazogue.com : "...circa quod eos aliquo praedictorum modorum legitime constiterit deliquisse, facientibus nihilonimus aurum vel argentum alchimicum, aut ipso (ut praemittitur) scienter utetibus, perpetuae infamiae nota respersis".

180. - T. DE AQUINO, (1268), "Summa theologica", II, II, 72, 2: "...puta si aliquis vendat argentum, vel aurum alchimicum pro vero...".

181. - Alcuino de York, filósofo y teólogo inglés, vivó en tiempos del Renacimiento Carolingio. Su nombre en su lengua vernácula era "Alhwin", pero fue latinizado "Alcuinus" o "Albinus". Aparece igualmente con el sobrenombre de "Flaccus Acuinus". Fue formado en la escuela episcopal de Jarrow, fundada por Beda el Venerable. Acompañó al obispo de su diócesis en un viaje a la corte pontificia en el año 780. Durante su estancia en Italia conoció en Parma al rey Carlo Magno a quien acompañó a Aquisgrán para dirigir su famosa Escuela o Academia Palatina entre 785 y 790. Desde 801 ejerció como Abad en el monasterio francés de San Martín de Tours donde murió. Es considerado el padre de la escolástica. Organizó la enseñanza en tres grados de aprendizaje: 1º) Leer, escribir, nociones de latín vulgar, comprensión de la Biblia y de textos litúrgicos. 2º) Estudio de las siete artes liberales, a saber, Trivium: gramática, retórica, y dialéctica; Quadrivium: aritmética, geometría, astronomía y música. 3º) Estudio profundo de la sagrada escritura. Su obra es extensa. Creó manuales para la docencia de cada una de las artes liberales. En el terreno de la filosofía destaca su tratado "Sobre el Alma", deudor de las teorías platónico-agustinianas. Su obra teológica comprende comentarios de autores bíblicos y sus "Cuestiones y Contestaciones para las Creencias" (el primer catecismo conocido). Su exégesis más nombrada es una revisión de la Vulgata conocida como "Biblia de Alcuino" o "Biblia de Carlo Magno". Redactó también obras morales sobre vicios y virtudes, cuatro hagiografías, varias poesías y más de trescientas cartas.

182. - L. WALLACH, (1951), "Charlemagne’s De litteris colendis and Alcuin", en «Speculum», pp. 289-292. - S. COATES, (1996), "The Bishop as Benefactor and Civic Patron: Alcuin, York, and Episcopal Authority in Anglo-Saxon England", en «Speculum», pp. 529-558. - P. E. SZARMACH & J. T. ROSENTHAL,(1997), "The Preservation and Transmission of Anglo-Saxon Culture", Western Michigan University Press, Kalamazoo, pp.159-175. - ALCUINO DI YORK, (1997), "De orthographia", Sismel, Florencia, edición crítica de Sandra Bruni. - VV. AA., (1998), "The Garland Encyclopedia of Medieval England", Garland, entrada: "Alcuin of York". - A. VAUCHEZ; B. DOBSON; M. LAPIDGE (eds.), (2001) "Encyclopedia of the Middle Ages", edición internacional: James Clarke (Gran Bretaña); Les Editions du Cerf (Francia); Citta Nuova (Italia); Fitzroy Dearborn (Estados Unidos), entrada: "Alcuin of York" [redactada por Michel Banniard (Univ. de Toulouse)].

183. - LOUISE HARRISON (ed.), (en prensa), "Court Culture in the Early Middle Ages: The Frist Alcuin Conference", Centre for Medieval Studies, University of York, 17-19 July 1998". - L. HOUWEN & A. MACDONALD (eds.), (1998), "Alcuin of York: Scholar at the Carolingian Court: proceedings of the Third Germania Latina Conference Held at The University of Groningen", E. Forsten, Groningen.

184. - E. DUEMMLER (ed.), (1895), "Epistolae IV", en «Monumenta Germaniae Historica», Berlín, pp. 1-493. - S. ALLOT, (1974), "Alcuin of York: His Life and Letters", s.e., York.

185. - [pseudo-]KHALID, "Liber Trium Verborum ", en J. J. Manguet (ed.), (1702), «Bibliotheca chemica curiosa... », 2 vol., Chouet, Ginebra, t. 2, pp. 189-191: "Alchimia est ars artium, scientia scientiarum ab Alchimo inventa...". - [pseudo-]ALBERTUS MAGNUS, "De Alchemia", en: Lazarus Zetzner (ed.), (1602-1661), «Theatrum chemicum, præcipuos selectorum auctorum tractatus de chemiæ et lapidis philosophici antiquitate, veritate, iure, præstantia et operationibus, continens... », 6 vols., Lazarus Zetzner, Ursel / Strassburg, vol. II (ed. en 1602), pp. 485-527: "Alchemia est ars ab Alchimo inventa, et dicitur ab archymo graece, quod est massa latine...". - J. A. PANTHEUS, (1550), "Voarchadumia contra alchimiam, ars distincta ab alchimia et sophia, cum additionibus, proportinonibus numeris et figuris opportuni", apud V. Gaultherot, París, fol. 8 : "Quam profesionem communi omnium consensun alchimia (ab alchimo dicta: que profecto) ex Hebraica dictione intepretata...". - De hecho la palabra "alcuino" parece una variación ortográfica de "alquimo". Sobre este tema véase: - DOMINGO SELAT, (1999), "Alquimia de Hoy y Ayer", en «Azogue», nº 2, URL: http://www.revistaazogue.com [apartado: Alchimo el Inventor].

186. - JUAN DEL CASTILLO, (1622), "Pharmacopoea : Vniversa Medicamenta in Officinis Pharmaceuticis usitata complectens, & explicans... Autore Ioanne Castello Pharmacopola...", apud Ioanem de Borja, Cádiz, f. 257v [ejemplar consultado: col. privada de don José López Abril ], los detalles sobre el oficio de la destilación comienzan en el capítulo IX del libro II.

187. - FRAY ANDRÉS DE VILLACASTÍN, (1687), "La Chymica despreciada, D. Luys de Aldrete y Soto perseguido, defendida, y Defendido por Fr. Andrés de Villacastin. Con las doctrinas de los Medicos Griegos, Arabes, y Latinos, assi los Principes, como los classicos de sus Escuelas", Imprenta de la SS. Trinidad, Granada [ejemplar consultado: El Escorial, Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo el Real, sig. 105-VI-9], cf. cap II, "¿Que cosa es Chymica?", ff. 3-4. - Supimos de esta obra, rara por la escased de copias, gracias a una larga reseña de la Doctora Mar Rey Bueno publicada en la "Página del Grupo de Investigación y Estudio Folchia". - MAR REY, (2001), "Comentario y Análisis a la Obra de Fr. Andrés de Villacastín La Chymica despreciada", URL http://www.ucm.es/info/folchia/villacas.htm - Villacastín fue un hombre de preparación destacada en temas clínicos. Desconocemos su fecha de nacimiento. Tras su noviciado la botica del monasterio fue su primer oficio, siguiendo así los pasos de un pariente suyo llamado fray Antonio de Villacastín que aparece en algunos de los documentos originales de 1571. - J. LÓPEZ GAJATE, (1992), "La Botica de San Lorenzo de El Escorial", (op. cit.), p. 328. Demostrada su valía lo enviaron a estudiar filosofía y medicina a las órdenes de Jacinto de Almazán. Alcanzadas sus licenciaturas ejerció varios años como protomédico. Fue honrado con los títulos de "Notario Apostólico" y "Procurador" de su propia orden monacal. Según su "memoria sepulcral" falleció en 1687.- J. LÓPEZ GAJATE, (1992), "La Botica de San Lorenzo de El Escorial", (op. cit.), pp. 314-316 y 360.

 

 


Este documento pertenece a José Rodríguez Guerrero - Pedro Rojas García, quienes lo han cedido al web site AZOGUE. Para cualquier tipo de uso ajeno a este web site deberán respetarse escrupulosamente los derechos de autor.

Copyright © José Rodríguez Guerrero - Pedro Rojas García All right reserved
Prohibida la reproducción total o parcial


Retorno al Índice