- FRANCISCO ANTONIO DE BANCES CANDAMO, "La Piedra Filosofal", texto presentado y editado por Pedro Rojas García, «Azogue», nº 2, Julio - Diciembre 1999, URL: http://www.revistaazogue.com

 

Francisco Antonio de Bances Candamo

LA PIEDRA FILOSOFAL

 

Presentación:

Esta obra teatral es una de la muestras más peculiares de la comedia española que produjo nuestro país en el siglo XVII. De Francisco Antonio de Bances Candamo (1662-1704) poco hay que decir pues es pluma sobradamente conocida en su tiempo y autor de otras obras de relevancia como "Las Mesas de la Fortuna" o "Theatro de los Theatros de los Passados y Presentes Siglos". La "Piedra Filosofal" está dividida en tres jornadas a semejanza de las tres obras alquímicas. Es un texto que gustó a los aficionados de la alquimia de antaño y así lo demuestra que se encuentre conservada en Roma incluida en un manuscrito alquímico de la Biblioteca dell'Accademia dei Lincei, concretamente el manuscrito Verginelli-Rota 29, (Siglo XVIII). Es un texto que evidencia las inquietudes alquímicas de la España del XVII y de la influencia de la ciencia transmutatoria en su literatura.

Pedro Rojas García

 

 


LA PIEDRA FILOSOFAL

Francisco Antonio de Bances Candamo

 

Fiesta a Sus Magestades en los años de la Serenísima Archiduquesa, Duquesa de Baviera

Personas

HISPÁN, Rey de España
HISPALO, galán
NUMIDIO, Rey de Numidia
TERSANDRO, Rey de Cerdeña
ROCAS, filósofo anciano
IBERIA, princesa de España
CINTIA, dama
ISMENIA, dama
LAURA, dama
LICO, criado gracioso
LIDORO, criado
MÚSICA
[SOLDADOS]


Jornada Primera

A un lado suena como a lo lejos la música, a otro las voces, cajas y trompetas y se descubre medio en una gruta Rocas, filósofo anciano, en traje montaraz, entre libros, esferas, cuadrantes y otros instrumentos matemáticos.
MÚSICA A la deidad invencible
  del gran Hércules Alceo. Dentro

Todos lejos.

UNOS ¡Al bosque, a la playa, al llano! Dentro

Clarines.

OTROS ¡Viva el gran Hispán, Rey nuestro!
ROCAS ¡Oh nunca, después de haber

5

  circulado el universo,
  aun más que de los discursos
  de los ojos aprendiendo,
  viniese a esta inculta selva,
  cuyo breve sitio ameno

10

  verde esmeralda es, que engusta
  el mar en círculos tersos!
  ¡Oh nunca en ella, esta gruta
  de el monte pardo bostezo,
  vistiera de sus escollos

15

  mi persona, contra el tiempo
  en cortezas de peñascos
  mi constancia endureciendo!
  Y oh nunca en ella quisiera
  mi estudio desde su centro

20

  penetrar en estas líneas
  a tantos diáfanos velos
  de sus futuros arcanos
  los siempre ocultos misterios,
  cuando a los humanos ojos

25

  los astros, para esconderlos,
  de su plenitud de luces
  las ceguedades hicieron!
  De los reyes españoles
  quise investigar atento

30

  la sucesión, y encontré
  mi muerte en el heredero
  de Hispán. ¡Ciencia desgraciada!
  ¿para qué de tanto riesgo
  me anticipas el aviso,

35

  si no me das el remedio,
  cuando de temer un daño
  se suele cansar el miedo,
  y tal vez del esperarlo
  se refugia al padecerlo?

40

MÚSICA Hoy la religión esconde
  las aras con el incienso.

Más cerca.

UNOS ¡Al bosque, a la playa, al llano!

Clarines.

OTROS ¡Viva el gran Hispán, Rey nuestro!
ROCAS Pero ¿qué es esto? Este bosque,

45

  cuyo bárbaro desierto
  tan mudo vivió hasta ahora,
  que en sus árboles espesos
  aun el viento no rompía
  la clausura a su silencio,

50

  pues más que como gemido
  sonaba como ceceo,
  confunden los aparatos
  de tan disonante estruendo.
  Allí sonora armonía

55

  con la suavidad del metro,
  allí venatorias voces,
  al parecer de monteros,
  y aquí el dulce horror de tantos
  militares instrumentos

60

  con tal ímpetu confunden
  lo vario de sus acentos,
  que no hay cóncavo bastante
  a concebirles los ecos,
  ni el eco sabe la voz

65

  que ha de repetir primero,
  y así de todos duplica
  el rumor y no el acento.

Apaga una tea, que tendrá encendida.

  Apagar quiero esta antorcha,
  que de pálidos reflejos

70

  la lobreguez de esta gruta
  sabe vestir, encendiendo
  el aire, que en sus vacíos
  ha quedado prisionero,
  que ya del mal ventilado

75

  desconoce su elemento.
  Apágola en fin, que así,
  no habiendo luz acá dentro,
  podré sin ser visto ver,
  desde este pardo funesto

80

  resquicio, que es de la roca
  melancólico esperezo,
  quien al tarde o nunca hallado
  albergue llega diciendo
MÚSICA A la deidad invencible

85

  del gran Hércules Alceo.
UNOS Ataja, que se ha soltado
  un león.
OTROS Acudid presto,
  que la princesa a sus iras
  peligra.
IBERIA ¡Socorro, Cielos! Dentro

90

ROCAS Ya a mis confusiones, astros,
  se añade escándalo nuevo
  entre las confusas voces,
  que en mi estudioso sosiego,
  dejándome lo dudoso,

95

  me arrebatan lo suspenso.
TODOS ¡A la playa, a la marina!

Salen por distintos lados HISPÁN y IBERIA, sobresaltados y con venablos.

REY Bruto, horror de estos desiertos,
  llega, si no mueres antes
  a mi enojo que a mi esfuerzo.

100

IBERIA Escándalo de esta playa,
  ven, que a su cristal sediento
  tu vida en coral undoso
  derramar sabrá este acero.
[VOCES] Huid. Dentro
HISPALO Antes que a dos vidas Dentro

105

  pierdas, oh bruto, el respeto,
  has de perder en la mía
  si no la cólera, al tiempo,
REY Ya se acerca.
IBERIA Ya se allega.
REY Pero un joven estranjero

110

IBERIA Pero un forastero joven...
REY desesperado...
IBERIA resuelto...
REY le busca...
IBERIA le sale al paso...
REY y la asta veloz blandiendo...
IBERIA y vibrando la cuchilla...

115

REY la arroja al aire tan diestro...
IBERIA tan veloz la entrega al aire
REY que a su choque...
IBERIA que a su encuentro
REY el león fallece rendido.
IBERIA el bruto horror yace muerto.

120

REY Hija.
IBERIA ¿Señor?
REY Dicha ha sido
  hallar en el ardimiento
  de ese estranjero un sagrado
  contra el destino, que adverso
  amenazaba en tu ruina

125

  tantas vidas con un riesgo
IBERIA Sólo pudiera la tuya
  costar susto a mi denuedo.
ROCAS La princesa y el rey son.
  ¡Cielos, que fantasmas sueño,

130

  que a ilusiones de dormido
  discursos doy de despierto!

Salen por un lado LIDORO y soldados y por otro CINTIA y las damas.

LIDORO Señor.
CINTIA Señora.
REY ¿Qué tienes,
  Lidoro?
IBERIA Cintia, ¿qué es eso?
LIDORO Haber corrido en tu alcance

135

  para librarte, sintiendo
  que otro hubiese anticipado
  el logro, mas no el deseo.  
CINTIA Haber seguido tus plantas,
  porque al tirano soberbio,

140

  ya que defensa no fuese,
  fuese detención mi pecho.
REY Seguro conmigo estoy,
  y tu susto poco cuerdo
  quiere agraviar mi valor

145

  por acreditar tu afecto.
IBERIA Yo esperaba el león airada,
  pues su altivez a mi ceño,
  aun más que por riesgo, dio
  susto por atrevimiento.

150

Sale HISPALO con la espada desnuda y una cabeza de león sangrienta, y con él LICO soldado.
HISPALO Glorioso Hispán, Rey de España,
  Iberia, estraño portento,
  donde hay tanto de divino
  que apenas luce lo bello;
  ya es estrago, si fue horror,

155

  este cadáver sangriento,
  pues regando con su sangre
  de esos céspedes lo ameno,
  adonde sembré su vida
  florecerá su escarmiento.

160

IBERIA Más lo merecierais vos,
  porque quitáis a mi ceño,
  hecha la costa al enojo,
  la vanidad del trofeo.
REY Anticipado anduvisteis,

165

  vuestro brazo anteponiendo,
  más a arrebatarme un triunfo
  que a librarme de un recelo.
CINTIA ¿Así le agradeces?
IBERIA Cintia,
  yo no sé quién es y temo

170

  que no sé a lo que me obligo,
  si tanto obligar me dejo.
  Venid, y hasta hallar a Rocas
  no cesen vuestros acentos.

Vase con las damas.

LIDORO ¿En qué te ofendió?
REY Lidoro,

175

  no sé quién es y es gran yerro
  que me deje obligar tanto,
  porque un beneficio inmenso,
  estrechándome la paga,
  me limita lo supremo.

180

  Vamos, y hasta hallar a Rocas
  no se suspenda el estruendo.

Vase con los soldados.

MÚSICA A la deidad invencible
  del gran Hércules Alceo
  hoy la religión esconde

185

  las aras con el incienso.
UNOS ¡Al bosque, a la playa, al llano!

Clarines.

OTROS ¡Viva el gran Hispán, Rey nuestro!
LICO ¡Muy buen lance hemos echado
  y hemos quedado muy frescos,

190

  dándonos reprehensiones
  los dos, en lugar de premios!
  ¡Que a esto me traigas a España!
HISPALO ¿Cuándo, cuándo, airado Cielo,
  ha de acabar de gastarse

195

  tu influjo o mi sufrimiento?
  Pues aunque en mí las desdichas
  tan familiares se han hecho,
  el dolor, que no mejora,
  a todas horas es nuevo.

200

LICO Baco me acuda, que cuando
  llegamos muy satisfechos
  a hacer gala de un servicio,
  responden con un despego.
  ¡Oh cosicosas de estado,

205

  qua, armadas de dos compuestos,
  si sois por afuera dioses,
  sois enigmas por adentro!
  No más cerca, no más reyes;
  vámonos de aquí, que tiemblo

210

  de acordarme de su enojo.
ROCAS Si mal desde aquí no advierto,
  Hispalo es éste, y pues solo
  le han dejado, yo resuelvo
  salir a hablarle y saber

215

  la causa de tan inquieto
  ruido en estas soledades.

Sale.

  Hispalo, amigo, ¿qué es esto?
  ¿tú en este monte y tan solo?
LICO ¿Monstruo montaraz tenemos?

220

  ¿Qué hombre espín es éste, dioses,
  que con tan horrible aspecto,
  si el rostro arrebuja en barbas,
  devana el cuerpo en cabellos?
HISPALO ¿Rocas, tú en España y tú

225

  en este bosque?
ROCAS No es eso
  novedad, habiendo sido
  siempre mi estudioso empleo
  ir peregrinando el mundo,
  en cuyo acertado intento

230

  cuanto alcanzaba estudiando
  experimentaba viendo,
  ni el verme siempre en los montes;
  porque ¿cuándo, dime, en ellos
  de las causas naturales

235

  los influjos no contemplo,
  de que con vanidad mía
  en Grecia fui tu maestro?
  Pues el ruido de las cortes,
  su bullicio y sus comercios

240

  confunden cuanto el más docto
  habla con su entendimiento.
  La novedad es que tú
  estés en España, y puesto
  que ésta lo es, y no la mía,

245

  la causa saber espero.
HISPALO Venir a ser infeliz
  aquí como allá, teniendo
  la fortuna en mí probado
  lo que dijo aquel proverbio,

250

  que quien estrella no muda
  ¿qué importa que mude cielo?
  Apenas un leño humilde
  pudo en su vientre de abeto
  concebirme en Grecia para

255

  abortarme en estos puertos,
  cuando armaron de peligros
  todos sus profundos senos
  el mar Adriático, el Jonio,
  el Líbico y el Tirreno,

260

  hasta que el Mediterráneo
  pudo al Océano inmenso
  verter el cansado vaso
  por la boca de su estrecho.
  Llego a Cádiz, donde supe

265

  que el Rey se está divirtiendo
  en este bosque fragoso,
  que más en su isla ha hecho
  lo inhabitable del sitio
  que lo espeso del terreno,

270

  pues le hace por fuerza monte
  lo intrincado y no lo excelso.
  Vengo a buscarle, y apenas
  a estas arenas entrego
  la estampa del primer paso,

275

  cuando... mas ¿para qué quiero
  rebosar la pena en voces
  y el dolor verter, sabiendo
  que el que en la queja derramo
  me hace falta al sentimiento?

280

ROCAS Con todo prosigue.
UNO Allí Dentro
  se mira.
OTRO Aquél es.
TODOS Lleguemos.
LICO Esto es peor.
ROCAS A mi gruta
  vamos, pues no sé a qué efecto
  nos buscan.

Salen con armas los soldados que pudieren.

SOLDADOS ¡Daos a prisión!

285

LICO ¡Esto más! Señor, yo apuesto
  que la muerte del león
  ha de costar a lo menos
  el gaznate.
ROCAS ¿A quién decís?
UN SOLDADO A vos, pues según traemos

290

  las señas de sitio y traje
  vos sois Rocas.
ROCAS Eso es cierto,
  mas ¿qué delito es ser Rocas?
SOLDADO Nosotros sólo sabemos
  que el Rey a sacrificar

295

  vino de Hércules al templo
  que entre bosque y playa yace,
  y que esta caza ha dispuesto
  con músicas consonancias
  de la lira, con gorjeos

300

  del clarín y con las voces
  de las salvas y el ojeo,
  para que os hiciese el ruido
  salir del obscuro centro
  de la tumba que os esconde,

305

  sepultado antes de muerto.
  Y puesto que os hemos visto,
  el orden es, que traemos,
  que, sin que os ofenda alguno,
  preso a su vista os llevemos.

310

ROCAS ¡Ay de mí! ¿Si este presagio
  será de irse ya cumpliendo
  lo que el cielo me amenaza?
LICO Pues si vienen contra el viejo,
  ¡vaya!, ahí me las den todas.

315

ROCAS Amigos, dejadme, os ruego,
  en mi quietud, que yo en este
  retiro a ninguno ofendo.
SOLDADO Llevadle agarrado y vamos.
HiSPALO Señores soldados, ¡quedo!,

320

  que estas venerables canas
  merecen algún respeto,
  siquiera porque en sus copos
  desengaños nevó el tiempo,
  y no le habéis de llevar

325

  así; Rocas irá atento
  a ver lo que el Rey le manda.
SOLDADO Pues ¿vos queréis oponeros
  así a un precepto del Rey?
HISPALO No me opongo yo al precepto

330

  del Rey, ni a su ejecución,
  sino en ella al modo vuestro.
  Yo le llevaré: dejadle.
SOLDADO Por cierto que perderemos
  el mérito de llevarle,

335

  porque vos vengáis haciendo,
  con el modo, acción de ser
  algo que no conocemos:
  apartad.
ROCAS No por mí quieras
  empeñarte.
LICO Lindo cuento

340

  será, que quiera mi amo
  reñir por un esqueleto,
  por quien sólo andar pudieran
  a pleito dos cementerios.
HISPALO Mirad que...
SOLDADO ¿Qué he de mirar?

345

  Apartaos, no queráis necio
  perderos.
LICO Dice muy bien.
  Señor, ¿estás en tu seso?
  ¿te burlas con un soldado
  que trae al Rey en el cuerpo?

350

HISPALO Ved que no es orden del Rey
  que queráis ser desatento,
  y sabré yo castigaros.
SOLDADO Desvanecido y soberbio,
  ¿cómo con tantos podrás

355

  lidiar?
HISPALO Matando y muriendo.

Riñe con ellos.

ROCAS ¿Qué haces, Hispalo?
LICO Señor,
  aprieta, que yo aquí quedo
  para asistirte en la cura,
  ya que no soy de provecho

360

  en la pendencia.
SOLDADO ¡Matadle!
ROCAS Pues a la gruta no puedo
  retirarme, el monte sea
  mi sagrado o monumento.

Vase.

SOLDADO Sigámosle, que se escapa,

365

  pues la pendencia es lo menos
  donde faltamos al orden.

Vanse.

HISPALO ¡Aguardad! Mas pues siguiendo
  le van, a estorbar iré
  que le prendan. ¡Piedad, Cielos,

370

  que ya me recibe España
  con dos fatales agüeros!

Vase.

LICO A mí me toca seguir,
  y no reñir.

Vase y salen el REY, IBERIA, las damas y soldados.

REY ¿Qué es aquello?
  Que de armas y voces hay

375

  en el bosque nuevo estruendo,
  más del que dejamos, cuando
  salimos de él.
IBERIA De aquí veo
  salir del monte a esta playa,
  como en dos bandos opuestos,

380

  unos acosando a un monstruo
  que va a todo trance huyendo,
  y otros a un hombre, que osado,
  desesperado y resuelto,
  contra el tropel que le sigue

385

  lidiando viene y corriendo.
ROCAS ¡Ay de mí! Dentro
SOLDADO ¡Seguidle todos!
HISPALO ¡Ah, traidores, deteneos! Dentro
REY Procura por esa parte
  salir, Iberia, al encuentro,

390

  que por ésta veré yo
  si su tragedia suspendo,
Por la parte del REY, yéndose a entrar, cae a sus pies ROCAS y salen tras él algunos soldados; por la de IBERIA cae HISPALO, lidiando con otros.
IBERIA Así lo haré. ¡Qué desdicha!
ROCAS ¡Piedad, dioses!
HISPALO ¡Favor, Cielos!
REY Suspended todos las armas...

395

IBERIA Tened todos los aceros...
REY que halló sagrado a mis plantas.
IBERIA que tomó a mis plantas puerto.
REY ¿Quién eres, hombre? ¡Qué mito!
IBERIA Hombre, ¿quién eres? ¡Qué veo!

400

ROCAS Quien ya no encuentra en la voz,
  aun para la queja, aliento.
HISPALO Un hombre, a quien antes falta
  la tierra que no el esfuerzo.
REY ¡Rocas, amigo, a mis brazos

405

  llega! ¿Qué acaso siniestro
  pudo hacer que a quien buscaba
  ansioso y fino mi afecto,
  mi poder halle acosado?
ROCAS Que soldados inexpertos

410

  a quien buscabas honrando
  quieren hallar persiguiendo.
REY Pues, ¿cómo, aleves?
SOLDADO Señor,
  nosotros sólo debemos
  ejecutar tus mandatos

415

  sin penetrar tus intentos.
  A Rocas traer quisimos,
  cuando ese osado mancebo
  quiso resistirlo, airado,
  loco y despechado, hiriendo

420

  dos soldados.
REY ¿Éste no es
  el del león? ¡Qué ardimiento,
  qué brío y qué bizarría!  

Sale [LICO].

LICO Yo sigo, pues no peleo.
IBERIA Hombre, que a mis plantas llegas

425

  dejando en ellas sangriento
  estampado tu peligro
  y todo tu estrago impreso,
  ¿qué sangre es ésa, con que
  me has venido a dar a un tiempo

430

  lástima y horror?
HISPALO Señora,
  a esta leve herida debo
  más que a mi brazo, pues ya
  vuestra lástima merezco
  por ella, y por él (¡ay triste!)

435

  sólo logro el ofenderos,
  cuando anhelaba a serviros.
IBERIA Esas enigmas no entiendo.
  ¿Es de cuidado la herida?
HISPALO Es en la mano un ligero

440

  piquete, que quizá en ella
  alguna vena habrá abierto.
IBERIA Dígolo, porque, piadosa,
  tuviera por caso adverso
  que a ampararos de mis plantas

445

  llegaseis ya sin remedio;
  y pues en aquel pasado
  peligro fue vuestro intento
  defenderme, aunque ofendiese
  mi valor vuestro recelo,

450

  ya que este lance nos dice
  que en algo habéis sido reo,
  con licencia de mi padre
  el delito que habéis hecho,
  para estar con vos en paz,

455

  lo perdono, aun sin saberlo:
  libre estáis ya, ¿qué aguardáis?
HISPALO No con rigor tan severo
  queráis, adonde no hay culpa,
  dar un indulto por premio.

460

ROCAS Cuando sepáis los dos quién
  es el joven extranjero,
  que agradecerle tendréis.
REY (No en vano temí, advirtiendo Aparte
  su valor, que fuese alguno

465

  de los príncipes que espero,
  y por eso de su acción
  me mostré poco contento,
  que si a pagar su socorro
  no basta cuanto poseo,

470

  es obligación penosa
  estarle siempre debiendo.)
IBERIA (No en vano temí, al mirar Aparte
  su acción, que fuese, encubierto,
  de los propuestos alguno,

475

  y por eso mi desprecio
  disuadió con un enojo
  todo el agradecimiento;
  y porque no se declare,
  si lo es, plática mudemos.)

480

  Rocas, sabiendo mi padre
  que has arribado a sus reinos,
  cuantas diligencias caben
  en su poder hizo a efecto
  de saber dónde asistías,

485

  hasta averiguar de cierto
  que estabas en ese bosque,
  observando o descubriendo
  a la obscuro de esas luces
  influjos y movimientos.

490

  Aunque muchos a buscarte
  le han penetrado, se han vuelto
  sin hallar de ti más señas
  que las huellas que imprimieron
  a lo dócil de la arena

495

  los varios pasos inciertos.
  Hoy que a Hércules nuestro tío,
  griego blasón y el primero
  que a esta inmensa monarquía
  convirtió el bastón en cetro,

500

  como a nuevo dios de España
  añadido al firmamento,
  donde él puso las columnas
  hemos erigido un templo;
  y hoy que empezamos la fiesta

505

  de los seculares juegos,
  que desde cien a cien años
  se han de celebrar, sabiendo
  aquél que una vez los mira
  que no puede otra vez verlos

510

  (causa por que el regocijo
  suele peligrar de exceso)
  a sacrificar venimos
  adonde en el puro fuego
  enlutamos todo el aire

515

  con tantos humos sabeos,
  que tejeron sus vapores
  fragantes noches del viento,
  ya bálsamos liquidando
  y ya gomas consumiendo.

520

  Mi padre y yo, por mayor
  culto, con rendido afecto
  vamos a buscar al bosque
  las reses que le ofrecemos
  en sacrificio a su imagen,

525

  cuyos indomables cuellos,
  salpicando el simulacro,
  esmaltarán el obsequio.
  Habiendo con este fin
  de penetrar ese espeso

530

  intrincado bosque oculto,
  a sendas tan poco abierto
  que de ver hombres se asusta,
  espeluzando en enredos
  la fragosa, verde, inculta

535

  maraña de sus cabellos,
  quiso con salvas y voces
  romper al aire el silencio
  hasta hallarte; mira cuánto
  debes de importar, supuesto

540

  que cabe entre sus cuidados
  el de hallarte.
REY No lo niego,
  que de ti quiero fiar
  fama y honor.
ROCAS (Yo soy muerto; Aparte
  ya se ha cumplido el presagio,

545

  pues no hay peligro más fiero
  que fiar un soberano
  mucho de un humilde pecho;
  porque si el secreto importa,
  siempre se duda el secreto,

550

  y los poderosos nunca
  gustan de vivir temiendo.)
REY Decid vos, ¿quién sois?
HISPALO Glorioso
  Hispán...

Tocan clarines.

REY Pero, ¿qué es aquello?

Sale [LIDORO].

LIDORO Como licencia., señor,

555

  tienen cuantos extranjeros
  con sus bajeles llegaren
  de dar fondo en estos puertos
  lo que las fiestas duraren,
  llegan a hacer salva al templo

560

  dos navales selvas rudas,
  que van poblando y vistiendo
  de palamentas las aguas
  y de grímpolas los vientos.
IBERIA De galeras y de naos

565

  se van allí descubriendo
  dos armadas divididas,
  que el océano escondieron
  en poblaciones nadantes,
  que pirámides excelsos

570

  hacen los topes y gavias,
  siendo en el instable peso
  de madera las ciudades
  y de vidrio los cimientos.
REY En sus banderas de cuadra

575

  las naves van descogiendo
  los leones de África allí.
ISMENIA Y allí en las galeras vemos
  tremolar las de Cerdeña.
IBERIA La admiración va creciendo,

580

  pues de las dos capitanas
  a hollar los zafiros crespos
  se despiden dos falucas,
  cuyas carrozas vistieron
  telas de oro y cuyas popas,

585

  en sus dorados reflejos,
  al agua en llamas vomitan
  cuanto al sol en luz bebieron.
CINTIA A competencia las chusmas,
  con libreas de lo mesmo

590

  que son las carrozas, vienen,
  haciendo gemir los remos,
  a tierra, a boga arrancada.
IBERIA Y echando las planchas luego,
  caminando hacia nosotros,

595

  tomaron tierra sus dueños.
REY Aunque quisiera escusar
  que me hablasen, ya no puedo,
  porque sin pedir licencia
  se acercan.
HISPALO (¡Oh cuánto temo Aparte

600

  que muy presto han de avisarme
  de que tengo amor, los celos!)
Sale por un lado TERSANDRO y criados a la romana, y por otro NUMIDIO y criados de africanos.
LOS DOS Dame, gran señor, tus plantas.
REY Alzad, jóvenes, del suelo
  y decid quién sois, no yerre

605

  mi descuido el tratamiento.
TERSANDRO (Iberia es ésta: ¡ay, amor, Aparte
  y cuánto en este portento
  los ojos de los oídos
  parece que estaban lejos,

610

  pues no supo aun de sus gracias
  decir la fama lo menos!)
NUMIDIO (¿Ésta es Iberia? ¡Ay, cuidado, Aparte
  y cómo en mi daño creo
  que aun no es la exageración

615

  en ella encarecimiento!)
REY ¿No habláis?
TERSANDRO Yo hablaré, señor,
  después de ese caballero.
NUMIDIO Vuestro es el primer lugar,
  y si es mío, yo os le cedo.

620

REY De vuestra atención podrán
  tener paz los cumplimientos,
  hablando alternados.
TERSANDRO (Bien [Aparte]
  lo he menester, porque tengo
  pendientes ya de los ojos

625

  respiraciones y alientos.)
NUMIDIO (Bien he menester descansos [Aparte]
  para hablar, porque suspenso,
  huyendo de los discursos,
  en lo que miro me elevo.)

630

TERSANDRO Yo soy Tersandro, oh Hispán siempre glorioso,
  monarca de las islas Baleares,
  que del Mediterráneo el rostro hermoso
  manchan de verdes fértiles lunares;
  mi ejército se mira poderoso

635

  surcar los vientos y volar los mares,
  pues porque bebe el piélago sus huellas
  escriben el camino en las estrellas.
NUMIDIO Yo soy Numidio, príncipe dichoso
  de la Numidia fértil y abundante,

640

  subiendo mi dominio poderoso
  a ser confín del cielo en el Atlante;
  mi ejército se mira numeroso
  a quien de tanto bárbaro elefante
  fundó murallas, dando en las arenas

645

  cimientos de marfil a sus almenas.
TERSANDRO De excelencias de Iberia soberanas
  ecos la fama divulgó esparcidos,
  siendo en su nombre, en voces bien lejanas,
  hermosura también de los oídos.

650

  Quedé absorto, y en ansias tan ufanas
  al oído reduje mis sentidos,
  pues de la fama el derramado acento
  encendió en su belleza todo el viento.
NUMIDIO De Iberia tal publica la belleza

655

  la fama de su luz ardiente y pura,
  que sobra a su hermosura su grandeza:
  mitad por su grandeza su hermosura,
  Vengo y veo que su hermosa gentileza
  sólo en los ojos cabe y asegura

660

  mi fee que se ha encumbrado en su portento
  la vista, aún más allá del pensamiento.
TERSANDRO Como hay licencia a todas las naciones
  de asistir a las fiestas que hoy esperas,
  para volar a ver sus perfecciones

665

  alas calcé de abeto a mis galeras;
  atrevíme a pisar estas regiones
  antes que la licencia concedieras:
  y si esto fue delito, solicito
  hacer por ella gala del delito.

670

NUMIDIO Como de ver la fiesta publicada
  tiene licencia todo peregrino,
  para volar a esfera tan sagrada
  a mis naves vestí plumas de lino;
  a venir mi persona disfrazada,

675

  como pudiera, no me determino,
  que las fiestas me dan en esta parte
  licencia de venir, no de engañarte.
TERSANDRO Vengo a dejar mi patria ennoblecida,
  con rendirla a sus plantas humillado...

680

NUMIDIO Vengo a adquirir a costa de mi vida
  la vanidad de ser su despreciado...
TERSANDRO haciendo a tu grandeza mi venida...
NUMIDIO haciendo mi jornada a tu cuidado...
TERSANDRO según juzgo de mí...
NUMIDIO según advierto...

685

LOS DOS número a la elección, si no al acierto.
REY Después, generosos reyes,
  de decir cuánto me alegro,
  en vuestro arribo a estas costas,
  de que hayáis llegado buenos

690

  y que festejéis mi corte
  en los seculares juegos,
  paso a suplicaros que,
  a las armadas volviendo,
  deis lugar a que os prevengan

695

  decentes alojamientos
  en Cádiz, adonde iréis
  a dar fondo, que no es puesto
  éste para recibiros;
  y aunque algún aviso tengo

700

  de esta venida, a entender
  que erais los dos los que luego
  saltasteis en los esquifes,
  no dejara verme, a efecto
  de no ser un monte trono

705

  capaz del recibimiento.
  De vuestra proposición
  en mejor sitio hablaremos,
  aunque bien me hubiera holgado
  que hubierais desde más lejos,

710

  y no por vuestras personas,
  tratádola, pues es cierto
  que al ver tan igual la duda
  más indeciso me quedo,
  que, aunque acierte en el que escojo,

715

  he de errarlo en el que dejo,
  y venís de conocido
  a dejarme un sentimiento.
TERSANDRO (¡Discretamente ha mostrado [Aparte]
  el Rey que no anduve cuerdo

720

  en venir!)
NUMIDIO (¡Qué cortésmente [Aparte]
  me ha dado a entender el yerro
  que hice en venir en persona,
  sin efectuar el concierto!)
IBERIA Y porque imagino yo,

725

  según de los dos advierto,
  que no me habréis conocido,
  pues al ver que estoy oyendo
  no hicierais a mis oídos
  cómplices de vuestro intento,

730

  os advierto que soy yo,
  y que conozcáis atentos
  que os oigo, aunque no os escuche,
  que a costa de mi respeto
  están hoy de vuestros ojos

735

  indignos vuestros afectos.
LOS DOS Señora, sí.
IBERIA Bien está.
REY Príncipes, que vais os ruego
  a descansar; de las damas
  los desdenes y despegos

740

  es un tribunal aparte,
  tan absoluto y supremo
  que no hay quien le residencie.
TERSANDRO (¡Ay amor! no siempre fiero [Aparte]
  entre lo frío y dichoso

745

  conserves bandos opuestos.)

Vase con los suyos.

NUMIDIO (Amor, ya hay otro contrario, Aparte
  no tan presto desmayemos;
  ni me hagas cuidado propio,
  envidia, el mérito ajeno.)

750

Vase con los suyos.

REY Porque al caso de hoy todos
  los paréntesis cerremos,
  proseguid: decid quién sois.
HISPALO (Quizá no sabré, pues veo Aparte
  cuánto pudo esta venida

755

  alejarme de mí mesmo.)
  Glorioso Hispán, de quien toma
  el nombre todo tu reino,
  porque hechura de tu mano
  se confiese así tu imperio;

760

  felicísimo monarca,
  en cuyo dictamen fueron
  sin acasos las fortunas
  precisadas al acierto,
  siendo tus empresas triunfos
  aun antes de ser sucesos;

765

  Hispalo soy, tu sobrino,
  hijo del ilustre Zeto,
  tu primo hermano. Mi padre,
  luego que recibió el pliego

770

  en que a llamarme enviabas,
  me envió a servirte, sabiendo
  que este reino dominabas,
  quedando por heredero
  de población y conquistas

775

  del gran Hércules Alceo,
  el primero que en el mundo
  aró en peregrino leño,
  al océano las ondas,
  de aquellos mares rompiendo

780

  la nave Argos a Neptuno
  los nunca violados senos,
  los rumbos siempre ignorados,
  los climas siempre secretos,
  hasta que en Cádiz, por ser

785

  del orbe el último extremo,
  puso las altas columnas
  del Non Plus Ultra, queriendo
  cerrar con estas dos llaves
  de los hombres el deseo,

790

  ciñendo de tantos mares
  los humanos pensamientos.
  Llegué a Cádiz y de allí
  al templo vine, sabiendo
  que en él sacrificas; cuando

795

  de tantos brutos soberbios
  como para lid del circo
  en el templo estaban presos,
  se soltó acaso un león,
  que elegir quiso ese denso

800

  bosque de su libertad
  por sagrado, y esparciendo
  por esta campaña a cuantos
  tuvieron cobarde el miedo,
  que aun no se atrevió a dejarles

805

  del súbito pasmo yertos.
  Solos quedasteis los dos;
  si no fuera a conoceros
  bastante la majestad
  del ornato y del aspecto,

810

  que de personas reales
  son los indicios primeros,
  lo fuera el oír a todos:
  «Acudid, acudid presto,
  que la princesa y el Rey

815

  quedan al peligro expuestos»;
  que, aun huyendo, a otros querían
  persuadir a tanto empeño
  en que a sí se iban culpando
  con lo que a otros persuadiendo.

820

  Vibrando mi brazo entonces
  el venablo de un montero,
  que el coronado tirano
  dejaba a sus garras muerto,
  se le arrojó tan veloz

825

  que desató de su pecho
  la vida en humor purpúreo
  y en corales el aliento;
  y al despedirle del brazo
  el aire rompió gimiendo,

830

  quejándose del estrago,
  aún antes que el bruto, el fresno.
REY Llega, sobrino, a mis brazos,
  por que corone con ellos
  tanto valor, que no en vano

835

  acá en interiores ecos
  anuncios de tu cariño
  me estaba el alma latiendo.
  Desde hoy se llame esta isla
  la del león, en recuerdo

840

  de tu hazaña, y el cadáver
  consagrado quede al templo
  de Hércules, como memoria
  del antiguo león Nemeo.
  Bésale a Iberia la mano.

845

HISPALO Felice llamarme puedo,
  si desde mi indignidad
  hasta sus plantas asciendo.
IBERIA Alzad, que no se malogra
  en vos mi agradecimiento.

850

REY Lleguen presto las carrozas
  y a Cádiz la vuelta demos.
  Rocas, ven, que hoy más que nunca
  he menester tu consejo.
ROCAS (¡Infeliz yo, pues ya voy, [Aparte]

855

  amenazado del cielo,
  al lugar de mi suplicio!)
CINTIA ¿Qué te parece el despejo,
  aire y gala de tu primo?
IBERIA Aún no he reparado en eso,

860

  porque no se hablan mis ojos
  jamás con mis pensamientos.

Vanse todos menos HISPALO y LICO.

LICO Dame, señor, mil abrazos,
  que estaba ya sin resuello
  de no hablar y de temer

865

  y de ver que en aquel viejo
  por unas muy buenas barbas
  fuiste a tener un empeño.
HISPALO Deja locuras y vamos,
  Lico, aquel imán siguiendo,

870

  que aunque se huyó de mis ojos,
  se ha quedado en mis deseos.
LICO Vamos a donde mandares
  y desde aquí renunciemos
  ser griegos ni hablar su idioma,

875

  que a ser español me quedo,
  y si no es que le hable culto
  prometo no hablar más griego.

Vanse y sale el REY y ROCAS y soldados que se irán luego.

REY Dejadnos solos; y ya,
  Rocas, que en la retirada

880

  estancia de este salón
  nadie el secreto embaraza,
  ¿no es cierto que tú ejercitas
  todas las artes arcanas
  de naturaleza?
ROCAS Escucha.

885

  (Por si acaso se declara, Aparte
  alentemos con mi ciencia,
  temores, su confianza.)
  Yo soy griego de nación;
  mis ciencias han sido tantas,

890

  que muchas memorias de ellas
  han de quedar en España,
  porque habiendo sido, en fin,
  único en la judiciaria,
  todas las edades vivo,

895

  cuando a la presente añada
  en los astros las futuras
  y en la historia las pasadas,
  Después de haber aprendido
  por las naturales causas

900

  de animales y de brutos,
  de minerales y plantas,
  en las entrañas del fuego
  los arcanos de la magia,
  también las no naturales

905

  aprendí, porque forzadas
  al pacto de mis conjuros
  las tres pálidas hermanas
  le visten al aire cuerpos
  de quiméricos fantasmas,

910

  ya en congelados vapores
  y ya en nieblas condensadas,
  que un aliento las liquida,
  cuando otro aliento las cuaja.
  Sabido, gran señor, esto,

915

  tu proposición aguarda
  mi fee, y más que tú a decirla,
  estoy presto a ejecutarla.
REY Viendo yo que es mi heredera
  mi hija Iberia y que a su blanca

920

  mano aspiran cuantos reyes
  en las vecinas comarcas
  o tienen el mar por foso
  o los escollos por valla,
  quisiera cerrar la puerta,

925

  con dejarla yo casada,
  a estranjeras pretensiones,
  en cuya elección estraña,
  para un dueño que se escoge
  muchos émulos se ganan.

930

  Con príncipes estranjeros
  quiero escusar alianzas
  que al límite de mi imperio
  término mayor añadan;
  que tienen las monarquías

935

  cierto coto y cierta raya,
  hasta donde a mantenerlas
  de un rey la prudencia basta
  y de un poder el dominio;
  pero si esta línea pasan,

940

  luego a declinar empiezan,
  porque en fin es limitada
  toda humana providencia,
  pues la majestad más sabía
  ya fuera Dios, si a mandar

945

  el universo acertara.
  En Hispalo, mi sobrino,
  en quien se ve continuada
  mi real varonía, quiero
  que esta corona recaiga;

950

  pero, como en esta vida
  no hay dificultad más ardua
  que saber quién, en pasando
  de una fortuna privada
  hasta la elevación de una

955

  eminencia soberana,
  no mudará de costumbres,
  algo mi elección se ataja
  hasta ver en la experiencia
  si es que sus virtudes pasan

960

  de prendas de caballero
  a excelencias de monarca.
  Desmedida simetría
  ha de tener una estatua
  que en elevación suprema

965

  hemos de ver colocada:
  pues la que tiene a la vista
  las líneas más delicadas
  y perfiles más sutiles,
  si a lo eminente se ensalza,

970

  sus perfecciones irá
  perdiendo con la distancia.
  Así prendas que nacieron
  de los hados destinadas
  a una mediana fortuna,

975

  cuando a la mayor se exaltan,
  todo lo perfecto pierden,
  desvanecidas por altas;
  que en la gran fisonomía
  que les dibuja la fama

980

  las facciones de los héroes
  han de ser desmesuradas.
  Quisiera yo que tu ciencia,
  pues los siglos adelanta
  y de un suceso las sombras

985

  antevee en las luces claras,
  me declare si será
  buen rey y si sus hazañas
  han de dejar mi elección
  aplaudida o reprobada.

990

ROCAS De futuros contingentes,
  que de las nunca violadas
  leyes del libre albedrío
  del hombre penden, no alcanza
  la astrología sino

995

  el influjo, pues no arrastran
  los astros por más que inclinen,
  y en influencias tan varias,
  si él sabe después vencerlas,
  ¿qué importará adivinarlas?

1000

  Mas lo que la astrología
  no puede, pueda la magia,
  porque aún más de lo que piensas
  me importa. Y pues retirada
  del palacio al uso dices

1005

  que está, señor, esta cuadra,
  haz que Hispalo venga a ella
  y que siempre esté cerrada
  hasta llamar yo; y después
  que cierta experiencia haga,

1010

  responderé a tu pregunta:
  déjame para empezarla
  un reloj.
REY Aquí está éste,
  que yo en tanto iré a dar traza
  de que en Cádiz hagan luego

1015

  los dos príncipes su entrada,
  porque, aunque vayan sentidos,
  quejosos de mí no vayan.

Vase.

ROCAS Para lo que ya discurro
  no vino mal que se valga

1020

  el Rey de mis experiencias.
  ¡Oh si alguna me dejara
  de mi temor y del suyo
  dos dudas averiguadas!

Sale HISPALO y LICO.

HISPALO El Rey me dijo al salir,

1025

  Rocas, que aquí me esperabas.
ROCAS Es verdad. -Este reloj [A Lico]
  tomad vos.
LICO De buena gana.
ROCAS Y no os apartéis un punto
  de las puertas de esta sala,

1030

  en cuanto cierta materia
  aquí entre los dos se trata;
  y en pasando en él tres horas,
  avisadnos.
LICO Aquí hay maula;
  curiosos, ojo al reloj

1035

  hasta que dé campanada;
  pero como yo me quede
  con él, poco importa o nada
  pasearme tres horas solo.
  ¿Con reloj de feligrana,

1040

  un lacayo? ¡Ah, qué ocasión
  se encontraba aquí de gracia,
  si la tema del reloj
  no estuviese ya estrenada!  

Vase.

ROCAS Hispalo, en mi mano pone

1045

  Hispán (para esto me llama)
  elegir a Iberia esposo.
  Yo he leído en esas altas
  líneas de luz que el que fuere
  su dueño (el cielo me valga, Aparte

1050

  que aún me asusta en la memoria
  la sombra de la amenaza)
  me ha de dar la muerte; pero
  como, en fin, el hombre manda
  las estrellas y las vence,

1055

  si tú me dieres palabra
  de vencer en ti el influjo
  que mi destino señala,
  te eligiré, pues en fin
  forzoso es que me persuada

1060

  a ello, por ser tu maestro,
HISPALO mi vida a tus pies postrada,
  no sólo, Rocas, te ofrezco
  no tomar de ti venganza
  cuando tú fuese posible

1065

  que en algo la ocasionaras,
  pero premiarte prometo
  con ser, honor, vida y alma.
ROCAS ¿Eso ofreces?
HISPALO Esto ofrezco.
ROCAS Pues tu prudencia avisada

1070

  con libre albedrío obra,
  no te quejes si me engañas,
  que te importa una acción sola
  la corona hereditaria
  de este reino y te va en ella

1075

  el perderla o el ganarla.
  (Aquí empieza mi experiencia: Aparte
  ciencia, mi disignio ampara.)
HISPALO Pues tu verás...

Truenos.

[VOCES] ¡Fuego, fuego Dentro
HISPALO ¿Qué es esto?

Sale [LICO].

LICO Aunque embarazara

1080

  mil secretos y aunque rompa
  las tres horas de mi guarda,
  no dejaré de decirte
  que este palacio se abrasa,
  porque un castillo de fuego,

1085

  que acaso estaba en su plaza
  para estas fiestas, prendido
  antes de tiempo, dispara
  de alquitranes y de breas
  volantes flechas y tantas,

1090

  que al cuarto de la princesa
  o chamuscan o chicharran.
[VOCES] ¡Fuego, fuego! Dentro
IBERIA ¡Ay infeliz! Dentro
HISPALO ¡A gran fiesta, gran desgracia!
[VOCES] La princesa allí peligra. Dentro

1095

HISPALO ¿Qué aguardo, pues, que a librarla
  no voy, aunque aquella puerta
  ya está del fuego ocupada,
  que a digerirla en cenizas

1100

  se la bebieron las llamas?
ROCAS Aguarda, toma este anillo,
  cuya virtud encantada
  tiene pacto contra el fuego.
LICO No lo creas, que es patraña,
  pues sólo de ver el fuego

1105

  estoy yo, señor, en ascuas.
ROCAS Tómale y entra con él
  por medio de su abrasada
  ruina.
[VOCES] ¡Fuego, fuego! Dentro
HISPALO Sea
  verdad o no, aventurada

1110

  Iberia, aun lo que discurro
  mi amor y valor infama.

Vase.

LICO Él te creyó y con tu anillo
  va penetrando esas cuadras
  hasta entrar por el incendio.

1115

ROCAS Y ya en sus brazos saca
  a Iberia hasta aquí, del susto
  y el asombro desmayada.

Sale HISPALO con IBERIA desmayada y la pone sobre una silla.

HISPALO Feliz quien logró esta dicha.

Sale [TERSANDRO]

TERSANDRO Infeliz quien no la alcanza,

1120

  aunque se apresure.

Sale [NUMIDIO].

NUMIDIO Y triste
  en desiguales balanzas
  quien la agradece y la envidia.
LICO Mira, señor, que maltratas
  su tocado con la prisa,

1125

  que en primores no repara,
  puer de él un lazo caído
  pisas.

Cáesele un lazo y cógele HISPALO.

HISPALO Vuelve, astro de nácar,
  a su cielo.
TERSANDRO Prenda es suya.
  Soltad, que no va empleada

1130

  bien en vos.

Agárrale TERSANDRO.

HISPALO ¡Quién lo dijere!
NUMIDIO Dejad, Tersandro, lograrla
  a quien la alzó, porque en vos
  ha de fomentar mi rabia
  y en él mi descuido.

Agárrale también NUMIDIO.

HISPALO Yo

1135

  no cedo y he de llevarla.
NUMIDIO Y yo defenderla.
HISPALO Quien
  creyó que necesitaba
  yo de su amparo, me ofende
  como aquél, cuya arrogancia

1140

  piensa usurparme esta prenda.
  Y así soltad, no se añada
  otro susto al de su Alteza,
  que será grosera hazaña,
  estando ella en el peligro,

11,45

  con armas sobresaltarla.
TERSANDRO ¿Vos usar armas conmigo?
NUMIDIO ¿Vos entre nosotros armas?
HISPALO ¿Lo dudáis?
LOS DOS Sí.
HISPALO A quien lo duda
  desharé así la ignorancia.

1150

Sacan todos las espadas sin soltar la cinta.

LICO Riña del hombre entre tres
  es ésta, y sale de espadas.
HISPALO Entre los dos perder puedo
  la vida, mas no la alhaja.
TERSANDRO Matarme su acero puede,

1155

  pero yo no he de soltarla.
NUMIDIO No consentir que se ofendan
  y que Tersandro no vaya
  favorecido me toca.
ROCAS Teneos.
LICO Buena anda la danza.

1160

Sale el [REY]

REY ¿Qué es esto?, que inadvertencia
  es, no sólo vuestra saña
  usar en palacio, pero
  donde mi hija eclipsadas
  tiene sus luces, sin que

1165

  deba a vuestra ira osada
  más cuidado su accidente.
LICO Esta cinta fue la causa.
REY ¿Aún dura vuestra porfía
  a mi vista? ¡Ea, dejadla!

1170

Toma el REY la cinta.

NUMIDIO Mi intento, señor, fue sólo
  que Tersandro no sacara
  de llevarse este descuido
  a mi vista la ventaja,
  dejándosele a este hombre,

1175

  que a costa de nuestras ansias
  libró del incendio a Iberia.
TERSANDRO ¡Que un arrojo me cegara,
  teniendo ella en el peligro
  suspendida toda el alma!

1180

  Mas hecho el empeño ya,
  ¿cómo puede huir la cara
  a la porfía?
IBERIA ¡Ay de mí!
REY Hija, ¿qué es esto?
IBERIA Postrada
  al susto rendí la vida,

1185

  cuando Hispalo de las llamas
  me sacó.
REY ¡Ay, sobrino! ¿qué
  premio habrá que sea paga
  de tus servicios?
HISPALO Señor,
  permite a mi cortesana

1190

  atención que yo sea quien
  vuelva de Iberia a las plantas
  esa cinta, por dejar
  así mi fee asegurada
  de que sólo por volverla

1195

  intentar pude cobrarla;
  y porque corre por cuenta
  de quien del riesgo la saca
  salvar todas sus reliquias.
REY ¿Cómo puede a tu bizarra

1200

  atención negarse? Toma.

Dale la cinta.

HISPALO Este iris de seda y plata,
  porque ardió en vuestros cabellos,
  perdonaron hoy las brasas;
  yo os le vuelvo, no porque

1205

  quiero a dos porfías vanas
  escusar así el empeño,
  sino porque rescatada
  ni a vuestros descuidos puede
  atreverse mi esperanza.

1210

IBERIA No puede ser esa prenda
  mía, si bien se repara,
  que, a serlo, no se atrevieran
  competencias temerarias
  a querer osadamente

1215

  ni aun con los ojos tocarla,
  ni a vos (por quien a mis manos
  con más decencia llegara,
  y más decoro, por ser
  escudero de mi casa)

1220

  con sus cansadas porfías
  volvérmela embarazaran.
  Y así la habéis de guardar,
  pues no hay aquí una criada
  que la queme. Y advertid

1225

  cuánto los ojos se engañan,
  pues nunca pudo ser mía.
  Y pues yo no he de tomarla
  por no confesarla mía,
  viéndola mal respetada,

1230

  volverla podéis después
  a cualquiera de mis damas,
  pues no he de cobrar yo prendas
  de atrevimientos ajadas.

Vase.

REY A que se repare iré,

1235

  en cuanto el fuego se apaga.

Vase.

LICO Una por una te deja
  el favor.
TERSANDRO Bien mi ignorancia
  podéis perdonar, por no
  conoceros.
NUMIDIO Que nos valga

1240

  es fuerza el no conoceros,
  en acción tan impensada,
  por cortesana disculpa.
LOS DOS Y después de hecha esta salva,
  cuanto hoy dejamos pendiente

1245

  prosiguiremos mañana.

Vanse.

LICO Favorecido te deja
  tu prima, entre dulce y agria.
HISPALO Déjame, Lico, seguirla,
  que su beldad soberana

1250

  de mi esperanza se huye,
  si de mis ojos se aparta.

Vase.

ROCAS Bien va la experiencia: veamos,
  destino que me amenazas,
  si del rigor que me anuncias

1255

  en la influencia tirana,
  como simpático induces
  o como violento arrastras.

Vanse y se da fin a la primera [jornada].

 

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