- JOSÉ RODRÍGUEZ GUERRERO, (2006), "La Literatura Alquímica Española entre dos Siglos (1889-1946)", Exposición Virtual Organizada por la Revista Electrónica Azogue el 1 de Diciembre de 2006, URL: http://www.revistaazogue.com/expo1.htm


LA LITERATURA ALQUÍMICA ESPAÑOLA
ENTRE DOS SIGLOS

(1889-1946)

Exposición Virtual Organizada por la Revista Electrónica Azogue el día 1 de Diciembre de 2006


 

Presentación:

La historia de la alquimia española es una terra ignota que ofrece innumerables espacios por explorar. Una de las etapas que menos atención ha despertado, tanto en historiadores como en aficionados a la lectura de este tipo de literatura, ha sido la primera mitad del siglo XX. Se trata de un período muy fructífero en cuanto al número de obras, si bien toda esta producción se encuentra hoy enterrada en el más absoluto olvido.

La alquimia, sumida en un acusado declive desde mediados del siglo XVIII, vivió un pequeño renacer con el impulso de diferentes movimientos culturales y sociales que, en torno a al año 1900, intentaron responder al positivismo estimulando el estudio de aspectos espirituales y esotéricos. El teosofismo, el espiritismo, el neo-gnosticismo, las fraternidades masónicas y rosacruces, impregnaron todas las capas de la sociedad y promovieron un sistema de librepensamiento que intentó integrar el dogmatismo racionalista con prácticas poco susceptibles de responder a los criterios científicos contemporáneos.

La transmutación de los metales fue estudiada por organizaciones como la Société Alchimique de France fundada en 1896 por Jolivet-Castellot sobre un fondo de influencias martinistas y rosacruces. Un caso similar es el de la Alchemical Society creada en 1912 por un conglomerado de profesores de química y esoteristas dirigidos por Herbert Stanley Redgrove (1887-1943). Las medicinas “filosofales” fueron rescatadas de antiguos recetarios por laboratorios, autoproclamados “espagíricos”, que florecieron al calor de las modas homeopáticas y naturópatas. Así, la Sociedad Espagírica Alemana fue organizada en Berlín el 11 de octubre de 1929 en base a las ideas neo-paracelsistas de Carl Friedrich Zimpel (1800-1878).

El intento de emular a las sociedades académicas también tuvo su prolongación en las revistas especializadas, como L'Hyperchimie (1896-1898) en Francia o The Journal of the Alchemical Society (1913-1915) en Reino Unido. Sin embargo, sus editores nunca renunciaron a presunciones apriorísticas sobre el carácter iniciático de la materia que trataban, e incluso recrearon los elementos gnoseológicos propios de un conocimiento revelado sometido a lo misterioso. El boletín Alchemistische Blätter (1927-1930) es otro perfecto ejemplo. Se presentaba desde su portada como un órgano común de difusión de varias sociedades teosóficas, fraternidades rosacruces y escuelas espagíricas emplazadas en Alemania. Si analizamos el contenido de sus artículos comprobaremos que escasea el criterio científico. Se asumen los modelos interpretativos de las obras alquímicas que se pretenden estudiar y se imita su ceremonial esotérico. No se elabora material didáctico, no se potencia una visión crítica de la actividad que se analiza ni se apoya el proceso deductivo en datos factibles ajenos a las mistificaciones.

Todos los proyectos comentados resultaron más voluntariosos que efectivos. La exaltación inicial de sus promotores terminó enfriándose por la imposibilidad física de obrar una transmutación por procedimientos alquímicos. Este hecho hizo que muchos apasionados por practicar entre matraces y hornos terminaran derivando sus interpretaciones hacia otros campos, ora espirituales, ora psicológicos, religiosos o animistas, que les permitían elucubrar cómodamente en términos de entidades no empíricas ajenas a la implacable verificación del laboratorio.

Sería muy interesante que se realizaran estudios históricos bien documentados sobre estos personajes, ya que todos ellos, desde Albert Poisson hasta Jean-Julien Champagne continúan teniendo hoy una influencia capital entre los aficionados a la alquimia. Además, sus pautas se han seguido dando hasta nuestros días. Tal vez la mayor diferencia es que los grupos martinistas, neo-gnósticos, rosacruces o teosóficos de entonces se han visto reemplazados por el influjo del movimiento New Age, que fomenta un eclecticismo más individualista, menos dado a filiaciones, pero igual de arbitrario que sus predecesores.

El caso particular español no ha merecido ninguna atención hasta la fecha. Suele pensarse que la alquimia llega a las prensas contemporáneas de nuestro país a partir de los años sesenta, con magras obras de divulgación firmadas por Louis Pauwels, Jacques Bergier o Jacques Sadoul. Las primeras colecciones especializadas se vienen ligando a la Editorial Siete y Media, Ediciones Muñoz Moya, Ediciones Cárcamo y Ediciones Obelisco, casas todas que florecieron desde 1980. Nadie recuerda ya que, más de medio siglo antes, la Editorial Escribano de Madrid y la Librería Sintes de Barcelona tenían decenas de libros a disposición del lector con inquietudes herméticas. También se suele creer que el primer alquimista contemporáneo en España fue Pedro Jiménez Menéndez (1927-), alias Simón H., quien montó su primer laboratorio en 1978 (1). Por esta razón quiero recuperar aquí la memoria de gente como Pedro de Mendaro, Mario Martínez de Arroyo, Juan Sánchez Abril, José Gifreda, Antonio de Paula, Helías Herrero o Luis Sánchez Silva, que velaron noches enteras junto a sus atanores con la esperanza de ver brillar entre sus manos el rojo encanto de la piedra filosofal.

Todos los libros mostrados en esta exposición forman parte de mi colección personal de textos alquímicos.

José Rodríguez Guerrero

 

Notas:

(1) SIRO ARRIBAS JIMENO, (1991), La Fascinante Historia de la Alquimia descrita por un Científico Moderno, Universidad de Oviedo, Oviedo, pp. 14-15, 109, 169, 174-175. El profesor Siro Arribas, a quien profeso mi admiración por sus trabajos sobre química analítica, hace competir en esta obra su falta de crítica histórica con una imaginación alucinante. El resultado es uno de los libros más bochornosos que he podido leer dentro del campo histórico. Se maneja una bibliografía obsoleta; se desconocen los descubrientos recientes de la historiografía alquímica; se citan traducciones libres al castellano de diferentes tratados alquímicos sin contrastarlas con versiones originales o ediciones críticas; se recrean biografías ficticias sin discriminar entre los datos reales y los inventados (Nicolás Flamel, Bernardo el Tevisano, Arnaldo de Vilanova, Ramón Llull, Tomás de Aquino, Alexander Seton, Fulcanelli, etc.); en el aparato de notas no hay ni rastro de revistas académicas especializadas (Ambix, Isis, Chrysopoeia, Nova Acta Paracelsica) ni de los autores que se han ganado reputación de grandes autoridades por la buena calidad de sus investigaciones (Robert Halleux, Sylvain Matton, Didier Kahn, Michela Pereira, Chiara Crisciani, William Newman, François Secret, Joachim Telle, etc.). Siro Arribas tiene como fuentes documentales a esoteristas o a plumas no especializadas, carentes de toda metodología crítica: Titus Burckhardt, Julius Evola, Manuel Algora Corbi, Jacques Sadoul, Pierre Cerie, Jorge Livraga, Pedro Guirao, Juan Merino, etc. Sirva como ejemplo la disparatada descripción que hace del alquimista Simón (p. 174): “...ha fundado una escuela alquimista [sic] moderna que, a mi juicio, es la más importante del mundo. Sigue la línea tradicional [?], extendiendo sus movimentos desde España hasta todo el mundo, al igual que lo hizo la Escuela de Traductores de Toledo [!]”.

 

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Listado de Obras

 

1

Louis Figuier
La Alquimia de Luis Guillermo Figuier, versión española por Cecilio Navarro

Imp. de Daniel Cortezo y Cª, Barcelona, 1890

 

Comentario:

Versión española de la Alchimie et les alchimistes, essai historique et critique sur la philosophie hermétique de Louis Figuier (1819-1894). La primera edición francesa vio la luz en 1854. La segunda, revisada y aumentada por el autor, fue publicada por la Librairie Hachette en 1856 y se reeditó cuatro años después. Esta última sirvió a Cecilio Navarro para preparar su traducción al español.

 

Edición ausente de todos los catálogos consultados. No hay copias en la Biblioteca Nacional de España, REBIUN, Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, ni en el Catàleg Col·lectiu de Catalunya.

 

 

2

José Ramón de Luanco
La Alquimia en España. Tomo I
Imprenta de Redondo y Xumetra, Barcelona, 1889

La Alquimia en España. Tomo II
Imprenta de Fidel Giró, Barcelona, 1897

 

Comentario:

José Ramón Fernández de Luanco y Riego (1825-1905) nació en Castropol (Asturias). Estuvo viviendo en Luanco hasta los diez años con un tío materno de nombre José González Llanos. Cursó estudios de Filosofía en la Universidad de Oviedo y se doctoró en Ciencias Físico-Químicas a su paso por la Escuela Normal de Ciencias Experimentales. Con el fin de completar su formación académica realizó un viaje científico por Europa del que dejó buena cuenta en un manuscrito hoy propiedad del bibliófilo asturiano José Luis Pérez de Castro. Tras ocupar algunos puestos interinos ganó por oposición las cátedras de química en Sevilla y Oviedo, decantándose por esta última. Desgraciadamente la Facultad de Ciencias Físicas ovetense fue suprimida en 1860 y Luanco tuvo que moverse entre las universidades de Madrid y Santiago de Compostela. En este último centro coincidió con Laureano Calderón Arana (1847-1894), introductor de la química biológica en las universidades españolas. Más tarde obtendría la Cátedra de Química y Física aneja a la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza, de la que llegó a ser Decano Interino, y desde 1868 hasta el final de su carrera encontró la estabilidad que buscaba como Catedrático de Química General en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Barcelona. Fue ayo y protector de Marcelino Menéndez Pelayo (1856-1912) cuando éste estudió en Barcelona y durante su última etapa docente llegó a ser rector del centro barcelonés.


Retrato a pluma de José Ramón Fernández de Luanco

Su pasión por los temas esotéricos empezó de joven y quedó plasmada en un manuscrito de 1855, todavía inédito, titulado La Fuerza Cabalística, en el que se abordan cuestiones sobre filosofía hermética, alquimia y cábala cristiana. El trágico destino de un amigo, que murió arruinado y medio loco por culpa de su fanática dedicación a la alquimia hizo que sus primeras pasiones por este tema se tornaran en simple afán histórico y bibliófilo. Dejó de implicarse personalmente en creencias alquímicas, aunque siempre se mostró enamorado de ellas y apasionado por profundizar en su historia. Gracias a su correspondencia con Menéndez Pelayo sabemos que no cesaba de solicitar a su discípulo informaciones sobre manuscritos e impresos alquímicos. Tampoco desaprovechaba la ocasión de hablar del asunto con quien fuera menester. El cronista asturiano Julio Somoza de Montsoriu describe su encuentro con Luanco en estos curiosos términos: “...estuvimos charlando [...] y acto seguido me dio una repasata acerca de la alquimia en España que me temblaban las carnes”.

Luanco cuidó la edición de los dos tomos de La Alquimia en España con sumo mimo si bien era consciente de que no ganaría dinero con ellos, e incluso tuvo que poner algo de su bolsillo para poder financiar la tirada final. Algunas de las cartas que envió a amigos y colegas dejan constancia de sus disputas con los tipógrafos para hacer una trascripción lo más fiel posible de las figuras, o signos alquímicos, que se incluían en los textos elegidos para su edición.

Los dos tomos de La Alquimia en España dejan mucho que desear desde un punto de vista la crítica histórica y filológica, sin embargo su autor nunca pretendió escribir un libro de historia, pues no era historiador. Ya en el prólogo advierte que se trata de una simple colección de apuntamientos que espera puedan servir para futuros historiadores. Su labor de búsqueda en archivos y bibliotecas no ha sido todavía superada y nos ha dejado constancia de la existencia de documentos que siguen perdidos desde entonces.

Luanco se jubiló, soltero y entrado la ochentena, en 1900. Sólo dos años después sufrió una hemiplejia que le impidió leer y escribir hasta su muerte en 1905. Su biblioteca personal, con docenas de textos alquímicos impresos y manuscritos, fue donada por un sobrino suyo a la Universidad de Oviedo y destruida durante la revolución socialista de 1934. Su epistolario personal quedó en su casa de Castropol y fue completamente destruido con el paso de los años. ¡Muchos de los documentos se utilizaron como papel higiénico en los retretes del lugar!. Sólo dos cartas de ese archivo pudieron ser rescatadas de tan escatológico final por el bibliófilo José Luis Pérez de Castro. Sí se conservan varias cartas enviadas a otras personas, como Menéndez Pelayo y el Archiduque Luis Salvador de Austria (1847-1915).

 

 

3

José Ramón de Luanco
Cartas de Luanco al
Archiduque Luis Salvador
1891-1895

 

 

Comentario:

Conjunto de nueve cartas enviadas por José Ramón Fernández de Luanco y Riego (1825-1905) al Archiduque Luis Salvador de Austria ente los años 1875 y 1881. Luanco aborda cuestiones sobre los textos alquímicos pseudo-lulianos exponiendo y amplíando las tesis que ya sostuvo en su célebre discurso titulado Ramón Lull considerado como Alquimista (Barcelona, 1870).

 

 

4

El Curioso Barcelonés [Jaume Oliver i Castañer]
La Piedra Filosofal. Estudio histórico-crítico
s.n. [
Imprenta de Manuel G. Hernández], s.l.[Madrid] s.f. [ca.1907]

 

Comentario:

Este libro forma su cuerpo principal con tres artículos aparecidos a pricipios del siglo XX en la madrileña Revista Contemporánea bajo el seudónimo de “El Anónimo Barcelonés”. El ejemplar que aquí describo tiene varias particularidades que lo hacen único. En primer lugar, presenta una versión ampliada de algunos párrafos, en los que se argumenta de manera razonada sobre el valor de las investigaciones alquímicas abogando por contextualizarlas en su época. En segundo lugar, aparece el nombre real de su autor en una dedicatoria manuscrita: Al ilustrado señor Don Aurelio Ras. Su afectísimo J. Oliver y Castañer. Finalmente el propio Jaume Oliver (comerciante barcelonés nacido en 1869, bibliófilo y bibliotecario del Foment del Treball Nacional de Barcelona desde 1917) corrige a pluma las faltas de edición (fundamentalmente de tipo ortográfico) cometidas en los títulos foráneos o en citas de tratados en castellano antiguo.

La obra se estructura en tres partes. La primera es La Piedra Filosofal en la Literatura Española y traza la historia de los principales escritos alquímicos atribuidos a personajes nacionales. La segunda, titulada La Piedra Filosofal en la Alquimia es un repaso general de esta práctica desde los antiguos alquimistas griegos hasta Robert Boyle (1627-1691). El tomo se completa con un capítulo sobre La Piedra Filosofal en la Bibliografía que consiste en una lista comentada de ciento once tratados alquímicos.

Francisco Oliver y Castañer circunscribe su interés a la historia de la ciencia, sin embargo no desconoce la labor de alquimistas contemporáneos. Cita la: “...escuela de Douai, fundada por Jollivet-Castellot, Eduardo de Hooghe, Giroux, Delasus, Delobel, etc.”. También afirma que: “...en París operan aún varios alquimistas, entre los cuales descuella por su excelente laboratorio y lo convencido de su arte, el Dr. Alfonso Jobert, quien dice muy sinceramente que ha fabricado oro” (p. 453). Hace referencia a presuntas transmutaciones ocurridas en su tiempo y las comenta con gracia: “...algunos periódicos españoles se tragaron estas noticias, descolgándose con explicaciones científicas, demostrando que la transmutación de la plata en oro es la cosa más natural del mundo, y tan factible como los cambios de ministerio de nuestra deliciosa y admirable nación”.

 

Edición ausente de todos los catálogos consultados. No hay copias en la Biblioteca Nacional de España, REBIUN, ni en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español.

 

 

5

Pedro de Mendaro y de Socobio
Tratado de Alquimia, o sea, la ciencia de enseñar a producir Oro y Plata por medio de la Piedra Philosophal, así como la transmutación de metales en General. Contiene este tratado multitud de fórmulas adoptadas por los más famosos alquimistas, desde Demócrito y Ostanes el Mago, hasta el célebre Paracelso
Casa Editorial Maucci, Barcelona, s.f. [ca.1915]

 

Comentario:

Pedro de Mendaro y de Socobio es el autor de este manual sobre la alquimia que consta de 158 páginas. Se divide en dos partes. La primera se abre con una pequeña introducción que viene a ser un resumen del texto completo que encontraremos a continuación. La alquimia es dibujada con la forma de un misterioso arte antiguo, heredado de los autores greco-egipcios como Zósimo u Olimpiodoro, que tendría dos aplicaciones: la terapéutica y la transmutatoria. Mendaro considera que ambas se habían olvidado por una supuesta persecución institucional promovida por la Iglesia y los estados nacionales: “... el arte de los metales era útil para la industria, pero también servía (y sirve) para fabricar moneda falsa. En cuanto al conocimiento de las propiedades de las plantas, si bien era útil para curar enfermedades, también servía para hacer filtros mágicos y preparar venenos mortales. De aquí la tendencia a mirar el cultivo de estas ciencias como un sacrilegio, atentatorio a las prerrogativas de Dios, y como una usurpación de las funciones del Estado” (p. 11-12). A continuación encontramos una lista de signos alquímicos y una definición de diversos términos: “piedra filosofal”, “Panacea”, “Elixir” o “Alquimia”. El paso siguiente es plantear una pequeña historia de la alquimia, sobre todo de sus textos más técnicos, desde los Papiros de Leiden y Estocolmo hasta Juan Bautista Van Helmont (1577-1644). Se mencionan y de transcriben también los textos de alquimistas españoles analizados años antes por Ramón de Luanco, por ejemplo, Caravantes y Luis de Centelles.

Pedro de Mendaro pasa a abordar el asunto que verdaderamente le interesa y que no es otro que la posibilidad de transmutar los metales viles en oro. Sobre este punto es muy claro: “...no eludiremos nuestra opinión personal sobre el caso, que es, en absoluto, afirmativa, y procuraremos razonarla oportunamente” (p. 77). Trae en su auxilio un buen número de citas de escritos antiguos y modernos, sin olvidarse de los episodios de presuntas transmutaciones relatados por diferentes fuentes. El escepticismo general que exisitía en su tiempo sobre la mudanza de metales se debía, según sus palabras a: “...la legión de falsos alquimistas, que, impulsados por la codicia y descubiendo en aquellas prácticas medios fáciles para satisfacerla, mixtificaban las más sólidas doctrinas científicas como medio más sencillo para atraer a los incautos a las fraudulentas redes que les tendían” (p. 77). Acto seguido describe los métodos empleados por los estafadores para engañar a los inversores dispuestos a financiar operaciones de alquimia. Así pues, desde su punto de vista, las transmutaciones alquímicas serían un hecho basado en leyes científicas que habría caido en el descrédito por la proliferación de farsantes.

La segunda parte del libro es un Recetario Completo de Alquimia para la Transmutación de los Metales. Las fórmulas están tomadas de varios manuscritos conservados en Barcelona, Madrid y Granada.

 

Edición ausente de todos los catálogos consultados. No hay copias en la Biblioteca Nacional de España, REBIUN, Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, ni en el Catàleg Col·lectiu de Catalunya.

 

Addenda: Esta obra fue reeditada durante 1979, en la ciudad de México, por Gómez & Gómez Hnos. Editores. Se trata de una reimpresión de baja calidad que se presenta como “primera edición”, suplantando así el trabajo previo de la Casa Maucci. Agradezco esta información al Sr. Rodrigo de la Torre en mensaje recibido el 11-12-2006.

 

 

6

Francisco Rodríguez Marín
Felipe II y la Alquimia. Conferencia Leida en el Salón de Actos de la Real Academia de Jurisprudencia
Tip. Rev. de Archivos, Madrid, 1927

 

Comentario:

Francisco Rodríguez Marín (1855-1943) fue un autor especializado en la literatura española de los siglos XVI y XVII. Fue miembro de las Real Academia de la Historia, Director de la Biblioteca Nacional y Director de la Real Academia de la Lengua. Este trabajo suyo sobre la alquimia en tiempos de Felipe II consiste en la edición y comentario de diversos billetes manuscritos por Pedro del Hoyo, Secretario de Felipe II, sobre un negocio de alquimia. Se puede decir que es el aporte más original que se hizo en la primera mitad del siglo XX sobre historia de la alquimia española, ya que el resto de textos o artículos aparecidos en ese período se limitó a rescribir las investigaciones de José Ramón Fernández de Luanco sin incluir nada nuevo.


Fotografía de
Francisco Rodríguez Marín

Su trabajo tuvo un eco notable y no sólo se publicó de manera independiente, tal y como aparece en esta exposición, sino que se incluyó en la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos (1927) y en una obra colectiva titulada Reivindicación Histórica del Siglo XVI (1928).

Si la originalidad de la documentación tiene un gran valor, la metodología positivista decimonónica que emplea el autor para comentarlos hace que su análisis resulte hoy obsoleto. Su falta de rigor ecdótico queda demostrado por el hecho de que no proporciona ningún detalle sobre el origen de los billetes. No nos dice donde se conservan ni de qué lugar han sido tomados. Por esta razón los biógrafos más recientes de Felipe II, como Geoffrey Parker, se han mostrado muy cautos a la hora de valorar su existencia. Es cierto que los transcribe, e incluso incluye reproducciones fotográficas de alguno de ellos, sin embargo en un estudio histórico es inexcusable localizar sus fuentes.

Yo he podido confirmar que los documentos eran propiedad de Manuel Pérez de Guzmán y Boza (1852-1929), Marqués de Jerez de los Caballeros. Formaban parte de su biblioteca privada que fue vendida en los Estados Unidos y se conserva en la Hispanic Society of America. Rodríguez Marín tuvo la oportunidad de inspeccionar este fondo antes de que fuera remitido a su emplazamiento definitivo y se quedó con los billetes de alquimia por considerarlos muy curiosos. Ya eran propiedad suya en el año 1902. Tras su muerte, en 1943, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas adquirió tanto su biblioteca como archivo personal, y allí se guardan hasta el día de hoy.

Estos billetes forman parte de un fondo documental más amplio relacionado con un episodio que tiene como protagonista a un espía español llamado Francés de Esparza.

 

Fuentes:

- Madrid, Biblioteca Central CSIC, Archivo F. Rodríguez Marín, caja 85

- J. RODRÍGUEZ GUERRERO, “Francés Esparza en las Cortes de España y Navarra: Guerras de Religión, Espionaje Político y Alquimia, Azogue, 6 [a aparecer en 2008-2009].

- F. RODRÍGUEZ MARÍN, (1927) Felipe II y la Alquimia, en: Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, Madrid, pp. 9-31.

- F. RODRÍGUEZ MARÍN, (1928), Felipe II y la Alquimia, en: F. Pérez Mínguez (ed.) Reivindicación Histórica del Siglo XVI, Imp. de G. Hernández y Galo Saez, Madrid, pp. 32-54.

 

 

7

Mario Martínez de Arroyo
Los Rosacruces, con la traducción completa de la Fama Fraternitatis Rosae Crucis, e ilustrada con 32 interesantes láminas
Sociedad General Española de Librería, Madrid, 1928

 

Comentario:

Mario Martínez redactó la presente obra inspirándose en la Histoire des Rose-Croix (Librairie du XXe siècle, 1910) del alquimista francés Paul Sedir (1871-1926). El texto intenta trazar una historia del movimiento rosacruz en base a la biografía de supuestos miembros de esta hermandad que en realidad nunca lo fueron, como Zósimo de Panópolis, Alberto Magno, Roger Bacon, Tomás de Aquino, etc. El objetivo del autor es transmitir al lector la idea de que cualquier rosacruz actual forma parte de un linaje de grandes iniciados, que transmiten las claves ocultas de una ciencia sagrada de inspiración filosófica y alquímica.

El libro se divide en seis capítulos o secciones. La primera es una introducción en la que el autor hace una declaración de intenciones sobre el sentido de su trabajo. Intenta explicar qué es la Orden Rosacruz y la pone en relación con otros movimientos esotéricos de su época: martinistas, neo-gnósticos, teosofistas, etc.

La segunda sección es una colección de biografías de supuestos maestros rosacruces que se extiende a lo largo de 110 páginas. La tercera sección explica el significado de los símbolos utilizados por los rosacruces. A continuación encontramos una biografía de Christian Rosenkreutz. La quinta sección proporciona detalles sobre el ceremonial rosacruz, sus ritos y su finalidad.

El tomo se remata con el texto completo de la Fama Fraternitatis. Se trata de la primera versión íntegra en español de este célebre manifiesto rosacruz, del que apenas su elogio final había sido traducido en la revista madrileña Sophia de 1913. Garlos Gilly, el mayor especialista en el estudio histórico del movimiento rosacruz considera que la Fama es un manifiesto redactado hacia 1608 por Johann Valentin Andreae (1586-1654) con la ayuda de varias personas entre las que destacan Tobias Hess (1568-1614) y Christoph Besold (1577-1638). Circuló en forma manuscrita hasta que fue publicado en 1614 contra el deseo de sus autores.

Mario Martínez acompaña su nombre con las iniciales C:.R† (caballero rosacruz) y M.S.T. (miembro de la sociedad teosófica). Remeda así el gusto de los alquimistas franceses de su tiempo por asociarse en grupos de tinte esotérico. Por ejemplo, la Ordre Kabbalistique de la Rose-Croix, fundada en 1888 por Stanislas de Guaita (1861-1897), tuvo entre sus miembros a reconocidos practicantes de la alquimia como Marc Haven (1868-1926), François Jollivet-Castellot (1868-1937), Paul Sedir, Gerard Encausse (1865-1916), François Charles Barlet (1838-1925), August Reichel, etc. La mayoría de estos nombres vuelven a aparecer en el listado de participantes en la Societé alchimique de France, organizada por Jollivet-Castellot en 1896. Este grupo compartió membresía con la rama francesa de la Ordre Antique et Mystique de la Rose Croix y distribuyó sus ideas por medio de cuatro publicaciones periódicas de inspiración hermética y rosacruz: Hyperchimie, revue mensuelle d'alchimie, d'hermétisme et de médecine spagyrique (1896-1898); Rosa alchemica (1902-1905); Noveaux horizons de la science et de la Pensée (1905-1914); La Rose+Croix, revue syntétique des sciences d’Hermes (1920).

Volviendo al caso español, Mario Martínez utilizó los diferentes grupos con los que se asoció para encontrar gente que participara de su pasión por la alquimia. Una muestra sería José Tendilla, miembro de la Sociedad Teosófica y cuya familia al completo animó las reuniones del Grupo de Estudios Teosóficos Leadbeater en Madrid, Bilbao y Nueva York.


Fotografía del Grupo de Estudios Teosóficos Leadbeater
Asisten Mario Martínez y la familia Tendilla (José, Germán, Josefina, Jesusa y María)

Tendilla estaba fascinado por las referencias a “conversaciones con ángeles” de algunos alquimistas como John Dee (1527-1608). Consideraba que la enigmática “piedra” con la que el alquimista trabajaba era su propio ser y que, siguiendo una serie de operaciones misteriosas, alcanzaría un grado supremo de perfección espiritual. Llegado a este punto el alquimista podría entrar en contacto con ángeles, personas difuntas e incluso sanar a los enfermos. Sin embargo, Mario Martínez sostenía una interpretación muy diferente, que se apoyaba sobre la práctica en el laboratorio para defender la producción física de oro por medio de transmutaciones de metales viles. A pesar de sus diferencias, Tendilla y Martínez Arroyo supieron colaborar en la búsqueda de materiales (libros, artículos, etc.) que les permitieran continuar sus investigaciones.

Otro teosofísta español que entró en contacto con Mario fue Manuel Treviño y Villa, masón, director de la revista teosófica Sophia, profundo enamorado de la cultura egipcia y autor de uno de los primeros estudios académicos sobre los jeroglíficos en nuestro país. Escribió a Mario muy impresionado por la lectura de la colección de textos alquímicos greco-egipcios editada por Marcelin Berthelot (1827-1907). Le propuso trasladar esta obra al español y llevar a la práctica algunas de sus fórmulas para poder comentar los resultados. El proyecto nunca llegó a realizarse debido al estallido de la Guerra Civil. Manuel Treviño fue fusilado en 1939 y Martínez Arroyo emigró a Argentina tres años antes.

 

Sólo conozco otro ejemplar de este libro conservado en la Biblioteca Nacional de España.

 

Fuentes:

- Cartas de Mario Martínez de Arroyo: Colección privada.

- Expedientes de Manuel Treviño y Villa: Salamanca, Archivo de la Guerra Civil Española, Sección Político-Social, Masonería-A, 117/10; Teosofía, 31/1317 y Teosofía, caja 63, 64/3960-1.

- Expediente de José Tendilla:  Salamanca, Archivo de la Guerra Civil Española, Sección Político-Social, Teosofía, legajo 8, expediente 243.

- Sophia. Revista Teosófica de Orientalismo y Ocultismo. Editada por el Órgano Oficial de la Sociedad Teosófica en España. Madrid (1893-1914).

- C. GILLY, (1994), Adam Haslmayr, In de Pelikaan, Amsterdam, pp. 142-143.

- C. GILLY, (1995), Cimelia Rhodostaurotica, In de Pelikaan, Amsterdam, pp. 70-82.

- E. HENTGES, (1930), Ein moderner Alchemist: François Jollivet Castelot, en: Alchemistische Blätter 2, nº 1, pp. 23-29.

- M. NÚÑEZ & A. ROJAS, (1997), Consejo de Guerra. Los fusilamientos en el Madrid de la Posguerra (1939-1945), Compañía Literaria, Madrid.
 

 

 

8

Albert Poisson
Nicolás Flamel : su vida, sus funciones, sus obras. Seguido de la reimpresión del Libro de las Figuras Jeroglíficas y de la carta de Dom Pernety al abate
Villain por Alberto Poisson; traducción de Mario Martínez de Arroyo

Sociedad General Española de Librería, Madrid, 1928

 

Comentario:

Albert Poisson (1868-1894), alias Philophotes, es uno de los autores que más contribuyó a estimular el estudio de la alquimia en Francia a finales del siglo XX. Aunque falleció joven, se mostró siempre muy activo tanto en la organización de grupos de trabajo como en la edición de textos y artículos. Fue uno de los fundadores del Groupe Indépendant d'Études Ésotériques (1889), de la Société Hermétique des Protylites (1891) y de la École Hermétique (1894), esta última devendría poco a poco en una academia de martinistas, masones y rosacruces dedicados a impartir cursos de magia, metafísica oriental, sánscrito, cábala o de cualquier otro asunto relacionado con sus creencias. Tenía más de 350 personas inscritas que disfrutaban de una sala de conferencias y de una pequeña biblioteca. Entre los primeros asistentes a la peculiar École encontramos a practicantes de la alquimia, como François Jollivet-Castellot, Lucien Bernard Saint Fargeau (1869-?), Marc Haven, Stanislas de Guaita, Jean Delassus, Abel Thomas (alias Abel Haatan), François Charles Barlet, René Philipon (1870-1936), Fernand Rozier (1839-1922), Paul Sedir, Georges Descormiers (1867-1945), Gerard Encausse o Louis Faugeron (1887-1947).

La temprana muerte de Poisson hizo que muchos de sus proyectos quedaran incompletos o pendientes de correcciones. Estas piezas manuscritas fueron a parar a varios de sus amigos y discípulos. La única parte que ha llegado hasta nosotros está en la Wellcome Library de Londres. Se trata de un conjunto de escritos, artículos y cartas conservado por el teosofista Lionel Hauser, quien trabajaba como agente financiero de Marcel Proust (1871-1922).

El libro que aquí me ocupa tiene dos partes. La primera consta de nueve capítulos y contiene un estudio de Albert Poisson sobre las posibles relaciones del escribano medieval Nicolás Flamel con la alquimia. Poisson defiende la autoría de varios tratados como el Sumario Filosófico o el Libro de las Figuras Jeroglíficas. Sus argumentos están hoy superados por los trabajos de Claude Gagnon, Robert Halleux y Didier Kahn que, aplicando la crítica histórica y filológica mejor documentada, han dejado fijado el carácter seudoepigráfico de todo el corpus alquímico “flameliano”. Como nota curiosa, dejo señalado que la versión manuscrita original de este estudio de Poisson se encuentra en la Wellcome Library (Ms. 3935, ff. 30-79: Histoire et Légende de Nicolas Flamel).

La segunda parte contiene una reproducción íntegra del Libro de las Figuras Jeroglíficas. Se trata de la primera traducción al español de este famoso tratado que no volvería a imprimirse hasta 54 años después (Obelisco, Barcelona, 1981). Curiosamente la edición de Obelisco reclama para si el título de “única existente en castellano” (prólogo de Juli Peradejordi, p. XV) ignorando por completo la labor de Mario Martínez Arroyo.

 

Sólo tengo registrados otros dos ejemplares de este libro, conservados en la colección privada de Ricard González Garcés (Gerona, España) y en la Biblioteca Nacional de España.

 

Fuentes:

- A. POISSON, (1893), Histoire de l'alchimie, XIVme siècle : Nicolas Flamel, sa vie, ses fondations, ses oeuvres. Suivi de la réimpression du Livre des figures hiéroglyphiques et de la lettre de Dom Pernety a l'abbé Villain, Bibliothèque Chacornac, París.

- A. POISSON, (1900), Initiation alchimique, treize lettres inédites sur la pratique du grand oeuvre, s.n. [Bibliothèque Chacornac], París.

- Archivo personal de Albert Poisson: Londres, Wellcome Library, Mss. 3930-3946.

 

 

9

Juan Valentín Andréae
Las Bodas Químicas de Christian Rosencreutz
Librería Sintes, Barcelona, 1929

 

Comentario:

La Chymische Hochzeit es un texto alegórico redactado hacia 1607 por Johann Valentin Andreae (1586-1654) inspirándose en la Hypnerotomachia Poliphili de Francesco Colonna (1433/1434-1527). Su composición es ligeramente anterior a la de los manifiestos rosacruces (Fama Fraternitatis y Confessio Fraternitatis) que, aunque son obra de mismo Valentin, contaron con notables aportes conceptuales de Tobias Hess y Christoph Besold. Si la Fama y la Confesio conocieron una difusión enorme, la Chymische Hochzeit tuvo un eco mucho menor debido a su acusado sentido parabólico. Nunca fue vertida al latín. Su primera versión inglesa data de 1690 y la francesa vio la luz en 1928 de la mano del librero-editor Paul Chacornac (1884-1964) bajo el título de Les Noces Chymiques de Christian Rosenkreutz. El mismo Chacornac se encargó de preparar un prefacio biográfico sobre Valentin Andreae y un postfacio. No obstante, en la edición gala destacan los comentarios, capítulo a capítulo, del alquimista Georges Richer, alias Auriger, discípulo de Pierre Dujols (1862-1926). Auriger proporciona una interpretación alquímica de las alegorías que pueblan las Bodas Químicas y nos adentra en el lenguaje de la “escuela Dujols” representada por otros alquimistas como Louis Faugeron y Jean-Julien Champagne.

El Centro Rosacruz de Barcelona fue el responsable de trasladar íntegramente al castellano la edición de Chacornac. Lo hicieron apenas un año después de su publicación en París, lo que demuestra la rápida circulación de este tipo de obras en España. Este grupo catalán de neo-rosacruces estuvo activo hasta el año 1938 en el que, muy avanzada la Guerra Civil Española, tuvo que disolverse. Era un centro filial de The Rosicrucian Fellowship fundado por Max Heindel (1865-1919) en Seattle durante 1909 y asentado dos años después en Oceanside (California).

La Chymische Hochzeit fue traducida de nuevo a nuestro idioma en 1980, a cargo de la editorial Siete y Media de Barcelona. La nueva versión se presenta como “primera edición en castellano” debido a su desconocimiento del elegante trabajo realizado por la Librería Sintes.

 

Sólo conozco otro ejemplar de este libro conservado en la Biblioteca Nacional de España.

 

Fuentes:

- JEAN VALENTIN ANDREAE, (1928), Les Noces Chymiques de Christian Rosenkreutz. Traduit pour la première fois de l'Allemand. Précédé d'un avant-propos, et suive de commentaires alchimiques par Auriger, Chacornac, París.

- C. GILLY, (1995), Cimelia Rhodostaurotica, In de Pelikaan, Amsterdam, pp. 82.

 

 

10

Juan Sánchez Abril
Diálogos de Alquimia [por Juan Sánchez Abril. Junto a un] Discurso sobre la Transmutación a la Luz de la Ciencia Moderna por August Reichel
Librería General de Victoriano Suárez, Madrid, 1929

 

Comentario:

Juan Sánchez Abril es el autor de estos cinco diálogos titulados: El Alquimista, El Laboratorio, La Filosofía, La Gran Obra y La Piedra Filosofal. Cada uno comenta los elementos que deben combinarse para llevar a buen puerto las operaciones alquímicas. Se aboga por la práctica efectiva en el laboratorio y se describen varios experimentos particulares. También se plantea la posibilidad de que las operaciones físicas sobre la materia alquímica tendrían una incidencia real en el espíritu del operador que lo elevaría a planos superiores de conocimiento o iluminación.

La doctrina de este librito tiene rasgos marcadamente iniciáticos propios de las comunidades teosóficas y neo-gnósticas de comienzos del siglo XX. La teoría expuesta es fruto de reelaboraciones eclécticas y en parte sincréticas de diferentes tradiciones esotéricas. No en vano, Sánchez Abril fue miembro de la Logia Masónica Verdad y Progreso de Málaga, así como promotor de su capítulo rosacruz. También era miembro de la Orden Teosófica de la Estrella de Oriente y participó en varios de los campamentos que el grupo celebró anualmente en Ommen (Holanda).

El autor habla en varias ocasiones de sus conversaciones con otro miembro de la Orden de la Estrella llamado José Xifré y Hamel (1855-1920).


Fotografía autografiada de José Xifré y Hamel
Lleva en la solapa la insignia de la Orden Teosófica de la Estrella de Oriente

Según su testimonio, corría el año 1913 cuando Xifré, acuciado por una notable crisis financiera, trajo desde París al alquimista Alphonse Jobert con la intención de que le demostrase si era posible transmutar la plata en oro. Sánchez Abril dice haber charlado con él en el Palacio Xifré de Madrid: “El doctor Jobert gusta llamarse Miguel Serveto. Habla un español excelente que aprendió trabajando en America para el señor Fernando de Lesseps. Tuvo muy a bien responder a mis cuestiones sobre las transmutaciones del ingeniero americano Rodolfo Hunter y del doctor Jollivet-Castellot”. Todo indica que Jobert no tuvo éxito en su empresa, pues Xifré acabó por vender su suntuoso palacio madrileño en 1914 y se marchó a vivir a Suiza.

 

Edición ausente de todos los catálogos consultados. No hay copias en la Biblioteca Nacional de España. Ninguna en REBIUN. Ninguna en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español.

 

Fuentes:

- Expediente de José Xifré y Hamel: Salamanca, Archivo de la Guerra Civil Española, Sección Político-Social, Teosofía, legajo 45, expediente 2379.

- G. DUBOIS, (1999), Ces hommes qui ont fait l'alchimie du XXe siècle, Mercure Dauphinois, Grenoble, pp. 72-81.

 

 

11

Mario Martínez de Arroyo (ed.)
Siete textos de Alquimia de Hermes, Alberto el Grande, Rogerio Bacon, Arnaldo de Villanueva, Raymundo Lulio, Paracelso y Sendivogius. Con apuntes biográficos sobre dichos autores, prólogo y glosario del traductor. Versión española de Mario Martínez de Arroyo
Editorial Escribano, Madrid, 1930

 

Comentario:

Mario Martínez de Arroyo reunió en 1930 esta colección de textos alquímicos que se inspira en un trabajo similar de Albert Poisson titulado Cinq traités d'alchimie des plus grands philosophes (Bibliothèque Chacornac, París, 1890). La versión española incorpora la Carta Filosófica atribuida a Michael Sendivogius, ausente en el original francés. Tras el exilio de Arroyo a Argentina en 1936, motivado por el comienzo de la Guerra Civil Española, el tomo sería reeditado en Buenos Aires por la casa Glem (año 1943) y posteriormente por Kier (1947, 1978, 1982, 1994).

La versión original francesa iba a ser en un principio más extensa, sin embargo el editor Chacornac la redujo a cinco obras acompañadas por la brevísima Tabula smaragdina. Entre las obras que no llegaron a incluirse se cuentan tratados atribuidos a Paracelso (Le Ciel des Philosophes; Le Trésor des trésors des alchimistes), Khalid ibn Jazid (Le livre des trois paroles de Kalid, le roi très-subtil), Avicena (Traité de la formation des pierres par agglutination et cristallisation), Eck de Sultzbach (La Clef des Philosophes, Jeu des enfants et travail de femmes, composé en 1489) y un anónimo Traité philosophique du blanc et du rouge. También se rechazaron las notas que Poisson había introducido en los textos, aclarando o comentando términos y expresiones alquímicas. El proyecto original se conserva en formato manuscrito bajo el título de Bibliothèque hermétique (Wellcome Library, Ms. 3934, s. XIX, 407 pp.).

Poisson ideó junto a su colega Marc Haven una colección alquímica mucho mayor. Tenían traducidos dieciséis tratados que irían complementados por un catálogo general de autores alquímicos. Su loable empresa nunca llegaría a tocar las prensas y quedó en un tomo manuscrito titulado Bibliothèque alchimique (Wellcome Library, Ms. 3945, s. XIX, 299 ff.).

 

Edición ausente de todos los catálogos consultados. No hay copias en la Biblioteca Nacional de España. Ninguna en REBIUN. Ninguna en el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español.

 

Fuentes:

- A. POISSON, (1890), Cinq traités d'alchimie des plus grands philosophes, Paracelse, Albert le Grand, Roger Bacon, R. Lulle, Arn. de Villeneuve ; traduits du latin en français par Alb. Poisson ; précédés de la table d'émeraude, suivis d'un glossaire, Bibliothèque Chacornac, París.

- Archivo personal de Albert Poisson: Londres, Wellcome Library, Mss. 3930-3946.

 

 

12

[Antonio de Paula Novellas y Roig]
Pleno Oro Santo y El Agua Divina
Librería Sintes, Barcelona, 1933

 

Comentario:

La presente obra es un conjunto de veintiuna poesías de temática alquímica redactadas en español. Algunas van dedicadas a presuntos alquimistas (Ramón Llull, Arnau de Vilanova, Juan de Rupescissa, Teofrasto Paracelso) y otras a elementos de la obra alquímica (La Estrella Hermética, El Sol, El Rebis, La Proyección, La Conjunción, etc.). No tiene nombre de autor, sin embago el título de Pleno Oro Santo y El Agua Divina es un anagrama perfecto de Antonio de Paula Novellas y Roig, conocido aficionado a la alquimia y la espagiria de la primera mitad del siglo XX.

El barcelonés Antonio Novellas (1879-1951) fue un hombre de una inquietud por conocer realmente admirable. Ya en su época de estudiante promovió la fundación en 1899 de la Institució Catalana d'Història Natural junto a Joan Baptista d'Aguilar-Amat i Banús (1881-1950), Joan Alzina i Melis (1879-1979), Francesc Badia i Guia, Josep Balcells i Masó, Josep Maluquer i Nicolau (1883-1960) y Salvador Maluquer i Nicolau (1881-1955). Se licenció en farmacia en 1901 y pasó a ejercer su profesión en un establecimiento de la Rambla de Cataluña. Al mismo tiempo trabajó en la creación de un laboratorio de especialidades farmacéuticas situado primero en la calle Alfonso XIII, 456, y más tarde en la calle Bruch, 172.


Caricatura de Antonio Novellas aparecida en la Circular Farmacéutica (1944), a su lado el Formulario del Laboratorio Farmacéutico Antonio Novellas (ca.1930)

Visitó diferentes países europeos donde entró en contacto con las sociedades espagíricas germanas y las medicina homeopática franco-alemana. Era además un gran enamorado de la historia de la farmacia y de la química. Llegó a reunir una biblioteca con mas de 1800 obras antiguas y un gabinete de curiosidades en el que la farmacia y la química antiguas tenían un papel protagonista. La alquimia y los alquimistas siempre le fascinaron.

 

Antonio Novellas afirma en una memoria, preparada en mayo de 1944 para su recepción en la Real Academia de Medicina de Barcelona, que tenía escritas 76 obras entre libros y artículos. No obstante no existe una bibliografía exhaustiva sobre su producción literaria. Sabemos que reparó diversos artículos para las Memòries, Treballs y el Butlletí de la Institució Catalana d'Història Natural, así como para la Revista Homeopática Catalana. Algunos títulos afines a la temática de esta exposición serían:

 

1900 - La Alquimia y los Alquimistas.
1903 - Las Tinturas Medicinales.
1905 - Las Tinturas de estrofantus hispidus.

1905 - La Farmacología Homeopática.
1907 - Apuntes para una Obra de Farmacia Homeopática.
1934 - Apología Cristiana de Paracelso.
1938 - Gemmaterapia o Virtudes Ocultas de las Piedras Preciosas.
1941 - La Alquimia, la Magia y la Cábala.
1944 - Apología Histórica de la Farmacia. Memoria presentada a la Real Academia de Medicina de Barcelona en la sesión de su recepción a la misma el 21-05-1944.

 

Joan Maria Serra Mandri, propietario de una Farmacia en Barcelona situada en la avenida Diagonal esquina Vía Augusta, tiene una importante colección de textos y productos del viejo laboratorio Novellas que podría servir de documentación para cualquier persona interesada en estudiar la olvidada figura de Antonio Novellas.

 

 

Edición ausente de todos los catálogos consultados. No hay copias en la Biblioteca Nacional de España, REBIUN, Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, ni en el Catàleg Col·lectiu de Catalunya.

 

 

 

Fuentes:

 

- J. GARCÍA FONT, (1995), Historia de la Alquimia en España, MRA Ediciones, Barcelona, pp. 309-310.

 

- J. MARÍA SERRA MANDRI (2006), “El Dr. Antoni Novellas i Roig”, en: Arte Farmacéutico, URL: http://www.farmaciaserra.com/arte/

 

 

13

Juan Bautista Deschamps
El Apocalipsis Hermético
Librería Sintes, Barcelona, s.f. [ca.1935]

 

Comentario:

Luis Sánchez Silva, masón, martinista y aficionado a la alquimia, se encargó de trasladar al español Le Grand Livre de la nature, ou l'Apocalypse philosophique et hermétique siguiendo la versión preparada en 1910 por el artista y esoterista Oswald Wirth (1860-1943). La versión francesa fue impresa por la parisiense Librairie du Merveilleux regentada en esos años por el alquimista Pierre Dujols y el masón Alexandre-Albéric Thomas, secretario de la Grande Loge Misraïmite de París. La obra había sido publicada por iniciativa de la Ordre Kabbalistique de la Rose-Croix, fundada en 1888 por Stanislas de Guaita del que Oswald Wirth era secretario personal.

Tal y como se puede ver en el estudio de libros anteriores, el entorno alquímico francés que produjo estos libros se movía en un círculo bien concreto cuyos miembros, en buena parte, compartían participación en la Ordre Kabbalistique de la Rose-Croix, la Grande Loge Misraïmite, la Societé alchimique de France y la École Hermétique de París. Las librerías de Chacornac y Dujols parecen haber sido puntos de encuentro habituales desde los que se editaron colecciones de textos y revistas afines como La Gnose, Le Voile d'Isis o Études traditionnelles.

La versión de Luis Sánchez Silva sigue a su predecesora francesa pero añade muchos contenidos complementarios. Hay un largo Comentario Previo en el que se explica el contenido del tratado a modo de un “poema simbólico de alta inspiración” que encierra los arcanos básicos de la masonería y el martinismo. Encontramos también un Diccionario Hermético (pp. 115-168) en el que se explican términos de alquimia, magia, astrología y cábala. Un capítulo titulado La Escritura Secreta nos muestra “...los tres alfabetos ocultos más importantes para poder descifrar los enrevesados textos de los Alquimistas”. Cada una de estas piezas reciben los nombres de Alfabeto de los Rosacruces, Alfabeto de Paracelso y Alfabeto de Cagliostro. También hay una interpretación de los doce signos de zodíaco en función de otras tantas substancias necesarias en el laboratorio alquímico y de: “...las doce operaciones que constituyen la Gran Obra”. A continuación encontramos una relación de signos alquímicos con su correspondiente significado. Más adelante aparece un Recetario Mágico y Alquímico (pp. 177-194) donde veremos desde fórmulas para preparar el “elixir de la juventud eterna” hasta “polvos para arrancar dientes sin causar dolor”.

El tomo incluye un Manual de Teurgia o Magia Divina (pp. 195-202) y otro de Psicurgia o Arte de Comunicarse con el Alma de los Muertos (pp. 203-214). Remata el trabajo un Postfacio y dos apéndices. El primero contiene fragmentos del Asno de Oro de Apuleyo acompañados de una interpretación esotérica. El segundo explica el ritual empleado para la concesión del Grado nº 18 de la masonería o Grado Rosa+Cruz. También aporta una breve reseña histórica sobre: “...los diversos grados apellidados Rosa+Cruz desde el siglo XVIII hasta nuestros días”.

 

Sólo conozco otro ejemplar de este libro conservado en la Biblioteca Nacional de España.

 

Fuentes:

- (1910) Le Grand Livre de la nature, ou l'Apocalypse philosophique et hermétique, ouvrage curieux, dans lequel on traite de la philosophie occulte, de l'intelligence des hiéroglyphes des anciens, de la Société des Frères de la Rose-Croix, de la transmutation des métaux et de la communication de l'homme avec des êtres supérieurs et intermédiaires entre lui et le Grand Architecte, Vû par une Societé de Ph[ilosophes] Inc[onnus] et publié par D. depuis I jusqu'à l'an 1790, au midi et de l'imprimerie de la Vérité Nouvelle édition, revue et corrigée, augmentée d'une introduction par Oswald Wirth, Pierre Dujols et Alexandre Thomas, París

 

 

14

[pseudo-]Girolamo Cardano
La Venus Hermética o sea tratado de Kábala Amorosa
Casa de Iuan Babtista, Córdoba, 1567.
[en realidad: La Neotipia, Barcelona, ca.1936]

 

Comentario:

Este falso texto atribuido a Girolamo Cardano (1501-1576) es en realidad obra de Arturo Kremer, quien lo incluyó en su Magia Sexual. Tratado práctico de la ciencia oculta de los sexos, publicado sin fecha (ca.1936) por la editorial La Neotipia de Barcelona, dentro de su Biblioteca Hermes. Años después sería reeditado varias veces en Argentina y más recientemente en España (Humanitas). Todos los datos que proporciona Kremer son falsos, empezando por la ficticia edición Cordobesa en la que dice basarse. Los contenidos del escrito no tienen nada que ver con la verdadera obra de Cardano. Se trata de un compendio de referencias sobre magia, alquimia (entendida como un reflejo de ciertas prácticas sexuales) y mitos rosacruces influido por las ideas que circulaban en ambientes esoteristas hacia comienzos del siglo XX.

 

Edición ausente de todos los catálogos consultados. No hay copias en la Biblioteca Nacional de España, REBIUN, Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, ni en el Catàleg Col·lectiu de Catalunya.

 

 

15

[pseudo-]Roger Bacon
El Espejo de la Alquimia
La Neotipia, Barcelona, 1936

 

Comentario:

Luis Sánchez Silva es el autor de esta versión del Speculum alchimiae pseudo-baconiano. El tratado ya había sido vertido al español por Mario Martínez Arroyo en sus Siete Textos de Alquimia (1930). La nueva traducción se basa en el texto latino del Regimen Sanitoris (1603) y viene acompañado de un breve perfil biográfico de Roger Bacon.

 

Edición ausente de todos los catálogos consultados. No hay copias en la Biblioteca Nacional de España, REBIUN, Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, ni en el Catàleg Col·lectiu de Catalunya.

 

 

16

Helías Herrero
Los Monumentos Alquímicos de Barcelona
s.n., Barcelona, 1943

 

Comentario:

Esta obra de apenas cien páginas ofrece una interpretación alquímica de varios monumentos románicos localizados en la provincia de Barcelona. El método elegido para desarrollar su exposición es un peculiar juego de etimologías basado en la búsqueda de palabras griegas que presenten alguna consonancia fonética. Así, el autor logra enlazar de forma arbitraria términos cuyo significado es completamente dispar para terminar estableciendo correspondencias que soporten sus teorías. El lector debe tener presente que es imposible conceder un significado alquímico a las escenas románicas aquí comentadas por una razón de pura lógica histórica: los grandes ciclos alegóricos y los sistemas figurativos complejos sólo aparecen en la iconografía alquímica a partir del siglo XV. Este hecho palmario no frena al autor a la hora de considerar alquímicos los capiteles del siglo XIII que decoran el Claustro del Monasterio de Sant Cugat del Vallés y Sant Benet de Bagés.

Helías Herrero (que más parece un seudónimo y no un nombre real) inspira todos sus argumentos en dos tratados franceses firmados con el sobrenombre de Fulcanelli: Le Mystère des Cathédrales (Jean Schemit, París, 1926) y Les Demeures Philosophales (Jean Schemit, París, 1930). Estas dos obras, por entonces muy poco conocidas, son atribuidas por nuestro autor al pintor Jean-Julien Champagne (1877-1932). Ya en el prólogo figura la dedicatoria: “Al maestro Hubert, filósofo y artista, que con la penetrante sutileza de su ingenio desveló las claves herméticas de las moradas filosofales”. Champagne fue un alquimista discípulo de Félix Gaboriau (1861-1911) y colaborador de Pierre Dujols. Su nombre completo era Jean-Julien Hubert Champagne, tal y como figura en su acta de defunción. Las personas más cercanas a él le llamaban “Hubert”, por ejemplo, su hermana Reine-Marie en una carta personal publicada por Geneviève Dubois. Este es el nombre que aparece de manera velada en el lema del escudo que cierra, a modo de rúbrica final, la primera edición de Le Mystère des Cathédrales: Uber Campa Agna (por armonía fonética: Hubert Champagne). Recordemos que el seudónimo de Fulcanelli es un anagrama fonético perfecto del francés l'écu final. Este escudo fue hábilmente eliminado de ediciones posteriores por su discípulo Eugéne Canseliet (1899-1982) quien, obstinado en inventar una personalidad para Fulcanelli más misteriosa y editorialmente rentable, llegó a negar en una polémica con Robert Ambelain (1907-1997) que Champagne se llamara Hubert.

Volviendo al libro que aquí me ocupa, un detalle que llama la atención es que todas la referencias a obras no alquímicas remiten a fuentes francesas o alemanas, ninguna española salvo las relacionadas con la historia de los claustros analizados. Esto me sugiere que su autor pudiera ser un francés o alemán asentado en Cataluña en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Una curiosa referencia se encuentra en una de las notas a pie de página (p. 54) en la que se cita a: “...el químico Gaston Sauvage, quien después de ocasionar no pocas disputas tiene miedo hasta de su propia sombra”. Este Gaston Sauvage (1888-1975) es otro personaje cercano al entorno de Fulcanelli del que muy poco sabemos. Fue amigo de un discípulo de Champagne llamado Jules Boucher (1902-1955) empleado en la empresa Poulenc Frères. El único documento que conservamos de Sauvage es una nota manuscrita, que reza: Exemplaire provenant de la bibliothèque de J[ules].B[oucher]., ami et collaborateur de Fulcanelli, incluida en un ejemplar de los Essais de Science Maudites de Stanislas de Guaita abundantemente anotado por J.J. Champagne en un capítulo dedicado a las transmutaciones alquímicas.

Es importante hacer notar que Champagne dedicó de su puño y letra al menos dos ejemplares de Le Mystère des Cathédrales con la rúbrica: A.H.S. Fulcanelli”. Los destinatarios de las dedicatorias fueron sus amigos Jules Boucher y René Schwaller de Lubicz (1887-1961).

 

Edición ausente de todos los catálogos consultados. No hay copias en la Biblioteca Nacional de España, REBIUN, Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español, ni en el Catàleg Col·lectiu de Catalunya.

 

Fuentes:

- Librairie L'Intersigne Livres Anciens - Alain Marchiset, catalogue nº 60, item 150: GUAITA (Stanislas de.) Essais de Science Maudites: - II Le serpent de la Genèse, seconde septaine (livre II) : La Clef de la magie noire, P. Durville, 1920, in 8, de 847pp., nbr. Illustr. h.t. la plupart par O. Wirth, demi-basane marron très frottée, coupes usées. Exemplaire entièrement annotè par l'alchimiste Fulcanelli au chapitre Magie des Transmutations, avec de très nombreuses observations techniques sur la practique du Grand Oeuvre. L'exemplaire provient de la bibliothèque de Jules Boucher, dont il porte 2 endroits l'ex libris dessiné par J.J. Champagne, ainsi qu'une mention en tête de la main de J. Boucher “notes autographes [...] par Fulcanelli”, et une autre note sur un bristol de la main de Gastone Sauvage: Exemplaire provenant de la bibliothèque de J.B., ami et collaborateur de Fulcanelli. L'emplaire semble en fait être annoté par Jean Julien Champagne, car l'écriture est celle reproduite par R. Ambelain (dédicace de Fulcanelli à Boucher) dans le “Dossier Fulcanelli” publié dans les Cahiers de la Tour Saint Jacques, nº IX de 1962. Par allieurs on sait que Champagne et Boucher furent amis (l'ex libris de Boucher a été dessiné par Champagne), et la note de G. Sauvage est à interpréter dans ce sens. Cet intéresant exemplaire annoté semblerait donc confirmer l'hypothèse dévelopée par R. Ambelain, à savoir que l'alchimiste Fulcanelli et le peintre J.J. Champagne ne serait qu'une seule et même personne. C'est donc aussi un document d'un grand intérêt de ce point de vue là.

- R. AMBELAIN, (1962), “Jean-Julien Champagne, alias Fulcanelli”, en: Les Cahiers de la Tour Saint-Jacques, IX, pp. 181-204.

- G. DUBOIS, (1996), Fulcanelli dévoilé, Éd. Dervy, Paris.

 

 

17

Ricardo Olalla Mazón
Papeles de alquimia de D. Enrique de Villena

s.n. [Imp. Masiega], Madrid, 1946

 

Comentario:

El doctor Ricardo Olalla Mazón, quien tendría una larga carrera como Jefe de Servicios en la Inspección General de Farmacia, redactó en 1946 este trabajo sobre los tratados alquímicos atribuidos a Enrique de Villena (1384-1434). Su estudio se centra en la Carta de los veinte sabios cordobeses a don Enrique y su respuesta, que ya habían sido publicadas medio siglo antes por José Ramón Fernández de Luanco. Hoy sabemos que estos textos son seudoepigráficos, no obstante Olalla Mazón los considera auténticos e intenta ponerlos en relación con otros tratados alquímicos medievales.

 

Sólo conozco otro ejemplar de este libro conservado en la Biblioteca Nacional de España.

 

 


Copyright © José Rodríguez Guerrero para todos los textos de la exposición La Literatura Alquímia Española entre Dos Siglos (1889-1946)
Prohibida la reproducción total o parcial


 


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